El fin de semana los negociadores de PSOE y Podemos velaron armas en silencio en sus respectivos cuarteles generales. Esa falta de comunicación durante los ... últimos días entre las partes ha provocado la lógica inquietud cuando faltan solo 13 días -en realidad son menos porque los últimos tres serían para celebrar los plenos de investidura- para evitar unas nuevas elecciones generales, que serían las cuartas en cuatro años. Casi nada. Una promiscuidad electoral que podría tener consecuencias negativas si los partidos no ponen freno a una inestabilidad que puede pasar factura, sobre todo en el aspecto económico.
La segunda reunión que celebran hoy las delegaciones de PSOE y Podemos -cita activada por la vicepresidenta Calvo- es un movimiento que abriga esperanza. El encuentro de los equipos de Sánchez e Iglesias demuestra que la negociación está abierta y viva, aunque desde las filas de ambas formaciones el pesimismo campa a sus anchas. Sin embargo, los podemitas son conscientes del alto precio que podrían pagar si la negociación volviera a fracasar y se celebrasen unas nuevas elecciones el 10-N. Si los morados saliesen derrotados en la encarnizada batalla del relato en este pulso, el futuro para Iglesias y sus fieles sería incierto y difícil. Ante este vértigo al precipicio al que se están asomando los negociadores, en las filas podemitas hay quienes alientan una tercera vía que sería la de la entrega 'gratuita' de sus votos para que Sánchez pudiera salir investido sin acuerdo programático, aunque complicarían su gobernabilidad al ejercer a renglón seguido una feroz oposición. Un escenario que el propio Sánchez no quiere ni plantearse porque le dejaría al pie de los caballos nada más ser investido. Aunque también es cierto que si Sánchez amarra la Presidencia del Gobierno desde ese mismo momento podrían abrirse otras opciones de 'geometría variable' que el PNV no quiere ni imaginar.
El expresidente Rodríguez Zapatero, que mantiene una buena relación con Iglesias, dibujó ayer una salida cercana a una 'tercera vía', pero menos traumática. Posibilitar la investidura y luego negociar la legislatura. Algo se mueve.
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