Los socios de Podemos se decantan por un pacto de investidura

Un 80% de las bases de Unidas Podemos dijeron 'sí' a un gobierno de coalición con el PSOE. Esta realidad avala, a juicio de María Valiente, la lucha hasta alcanzar ese objetivo. La portavoz de Elkarrekin Podemos en las Juntas Generales de Gipuzkoa y coordinadora del partido en el territorio, entiende que Izquierda Unida defienda que un pacto programático es imprescindible. Podemos también lo sostiene. «Estamos en la misma línea, pero PSOE y el señor Sánchez quieren meternos en un embrollo y nos están llevando al juego del relato, de esa partida de ajedrez que tiene como objetivo despistarnos. Lo que tenemos que hacer es lo mismo que hacen los ciudadanos, es decir, trabajar como políticos y ganarnos el sueldo». Pero insiste en que toda la coalición quiere «lo mismo». Para Valiente, Sánchez tiene la obligación de sentarse a hablar y de abrir mesas de negociación a puerta cerrada. Lamenta que los responsables de marketing y los gurús del PSOE se hayan ganado el sueldo, pero Sánchez no. Porque, afirma, el líder socialista «no está trabajando como un líder, sino como un títere. No ha hecho su trabajo y sigue con esa partida de ajedrez, y así no avanzamos. No toma las riendas y nos quiere meter en un juego de mentiras». Valiente defiende, asimismo, que la ciudadanía está harta porque ve que «esto es un sinsentido, están jugando con los votos de la gente. Es una falta de respeto total, un circo».

«La ciudadanía hizo los deberes y salió a votar en las últimas elecciones. Lo que nos toca ahora es ponernos de acuerdo, y esto no se ha conseguido todavía», resume Isabel Salud. La parlamentaria de Ezker Anitza defiende que los políticos tienen la obligación de gestionar los votos y gobernar. Y ante la situación de investidura fallida, desde Izquierda Unida se han valorado varias fórmulas, entre otras, la de «estar dentro del gobierno a través de un pacto de investidura. Dar el voto a la investidura y luego pasar a la oposición. Una propuesta de Alberto Garzón que puede ser factible», subraya. Es decir, una opción de Gobierno a la portuguesa. «A Podemos parece no gustarle mucho la idea, sin embargo, hay sectores como los anticapitalistas y los catalanes que sí están abiertos a esta vía». No obstante, reconoce que todavía no se ha concretado nada. Salud lamenta que no se ha llegado a un acuerdo: «Incluso Iglesias, de forma generosa, dio un paso atrás para facilitar las negociaciones, algo que descolocó al PSOE, pero ni así hubo forma de lograr un gobierno». «¿Qué se puede insistir en el punto en el que se quedó? La coalición es una opción difícil pero ahí está». La coordinadora general de Ezker Anitza reconoce que han sido «muy respetuosos» con Podemos en todo el proceso. Pero se plantea si merece la pena, una vez fracasada la primera posibilidad, seguir y agotar esa vía o, por el contrario, buscar otras fórmulas desde fuera del Gobierno, como un pacto de legislatura o de investidura. Ella aboga por esta solución y por ponerse a trabajar ya porque las negociaciones de última hora «nunca son buenas». Reconoce que llegar a unas elecciones sería negativo para la izquierda. «Habría un retroceso en nuestro país que también afectaría a Euskadi. Y para la izquierda no sería bueno porque la ciudadanía nos castigaría».

«Cualquier alternativa es mejor que un gobierno de derechas». Para José Ramón Becerra, el país se encuentra en una situación de emergencia social y climática, y de urgencia por cambiar el modelo económico y productivo a otro más sostenible «para así poder hacer frente a los diferentes retos que tenemos planteados como sociedad». Defiende que como 'verdes' deben seguir intentando formar gobierno «y si no funciona la fórmula de la coalición habrá que buscar otros caminos». A su juicio, la gente de la calle no entendería que en esta situación «no se trabajara más por conseguir un gobierno de progreso que ayude realmente a que se produzca un cambio. Esta es nuestra postura». El parlamentario de Equo Berdeak lamenta el hecho de que para el PSOE lo primordial sea mantenerse en el poder y lo secundario, las políticas que se lleven a cabo. «Esto es preocupante», señala. No obstante, apunta a que tampoco pueden ser «ingenuos y empujar hacia un gobierno donde no haya un compromiso por el que las políticas que se hacen son las que se prometen». En este sentido, Becerra reivindica buscar la manera de que «el compromiso de Sánchez no sea tanto con Unidas sino con la gente que le ha votado y, si no cumple, insisto, que quede claro que está defraudando a la gente a la que ha prometido un gobierno de cambio». Y apuesta por «seguir adelante porque sino entraríamos en el debate del relato que al PSOE tanto le interesa», concluye.