SÍMBOLO DE RESISTENCIA

El PNV de Gipuzkoa, tras sofocar las dudas que al principio de esta fase negociadora sobrevolaron sobre Irun, ha cumplido al pie de la letra en todos y cada uno de los casos en los que su socio lo requería, y viceversa, como ha sido en los casos de Soraluze, Mendaro y Lezo, donde el PNV desplaza de las alcaldías a la coalición soberanista con el apoyo del PSE.

En la constitución de las nuevas corporaciones el caso de Andoain ofrece sin duda una perspectiva ética que trasciende más allá de lo político. Después de 8 años, y con ETA ya disuelta, Andoain vuelve a tener al frente de su alcaldía a una regidora socialista. Maider Lainez, que hace cuatro años no pudo lograr la vara de mando por la negativa de un edil independiente del PNV, encarna la resistencia que los socialistas han mostrado en todo momento en este municipio cuando ETA mataba y aterrorizaba. Hicieron frente, incluso con su vida -como fue el caso de Joseba Pagazaurtundua- a la persecución cruel que ETA y sus seguidores desplegaron en cada uno de los rincones de Andoain. El acoso que soportaron los ediles socialistas -llegaron a quemar la casa de Estanis Amuchastegui con cócteles molotov- llegó a extremos insospechados, agravados con el silencio que amordazaba en muchos casos al vecindario. La presión terrorista llegó a tal extremo que todos los ediles del PSE tuvieron que marcharse de su pueblo y 'exiliarse' a San Sebastián para poder vivir. Un pasado no tan lejano.