Pradales excluye a Vox de la ronda de partidos por no compartir «el marco de valores democráticos»
El partido de extrema derecha carga contra la decisión del lehendakari y le acusa de liderar el «apartheid a Vox»
En su nueva andadura al frente de la Lehendakaritza, Imanol Pradales pretende compartir su programa de Gobierno -compuesto por más de 1.000 iniciativas- con ... los partidos y diferentes agentes sociales con un objetivo en mente: tratar de trenzar acuerdos para, desde la colaboración, abordar los retos que tiene Euskadi. Así que a partir de la semana que viene se pondrá manos a la obra al iniciar una ronda de contactos con todos los partidos con representación en el Parlamento Vasco. Con todos, menos con Vox, a quien ha excluido directamente del encuentro en Ajuria Enea. ¿El motivo que esgrimen desde el Gobierno Vasco para justificar este cordón sanitario? Que el partido que lidera Santiago Abascal «no comparte el marco ético y democrático».
Desde el Ejecutivo de Vitoria mostraron este martes su absoluto «respeto» por la representación que tiene Vox en la Cámara autonómica -solo cuenta con un escaño que ocupa Amaia Martínez-; sin embargo, matizaron que los encuentros del lehendakari con el resto de formaciones busca asentar unas «mínimas bases para el futuro de Euskadi». «Unas bases entre aquellos partidos que aunque tengamos ideologías distintas, sí compartimos y respetamos ese marco de las reglas del juego en la que podemos englobar los valores democráticos, los derechos humanos y, sobre todo, el reconocimiento de nuestro autogobierno».
Así lo manifestó Maria Ubarretxena en su primera rueda de prensa como portavoz del Gobierno Vasco. La también consejera de Gobernanza, Administración Digital y Autogobierno insistió ante los medios en que todas las formaciones vascas, menos el partido de extrema derecha, sí comparten esos valores que mencionó. Motivos por los que Pradales ha decidido excluir de su ronda a Vox porque, según Ubarretxena, «es obvio que no comparte este marco ético y democrático». «No tiene sentido intentar sentar unas bases de futuro con un partido que no respeta ese marco principal que está sobre la mesa», incidió la portavoz.
En los mismos términos se pronunciaba horas antes la vicelehendakari primera y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, al sostener que «no se puede construir nada cuando no hay cimientos sólidos comunes». «Se puede construir si hay un cimiento sólido común y los cimientos sólidos de este país pasan por estas tres cuestiones: respeto a los valores democráticos, respeto a los derechos humanos y a la diversidad y respeto, y Vox no respeta ninguna de estas tres cuestiones», recalcó en una entrevista en Radio Euskadi.
Este aislamiento político a Vox, sin embargo, no es nuevo. Desde el inicio de la pasada legislatura, el PNV y EH Bildu decidieron directamente vetar al partido de Abascal al no entrar a debatir ninguna de sus iniciativas parlamentarias. Aunque, en realidad, aquella medida no fue más que la crónica de un veto anunciado, ya que justo después de las elecciones, en agosto de 2020, todas las formaciones vascas -además de PNV y EH Bildu, también el PSE y Elkarrekin Podemos- pactaron que Vox constase con un único asesor, tan solo pudiera incluir en el orden del día una iniciativa parlamentaria cada tres plenos ordinarios, y limitasen el tiempo de intervención de Amaia Martínez en los debates. Entonces, Vox amenazó con recurrir al Tribunal Constitucional, como finalmente hizo. Y el TC acabó por darle la razón y anuló los acuerdos adoptados por la Mesa.
Se da la circunstancia, además, de que en los últimos encuentros que mantuvo Iñigo Urkullu con el resto de partidos, Vox tampoco acudió a Ajuria Enea, solo lo hizo la primera vez. Aunque con un matiz: era el propio partido de ultraderecha quien se autoexcluía de las rondas de partidos y daba plantón al lehendakari, quien le dio el mismo trato que a cualquier otra formación. Hasta que Urkullu también acabó por declinar invitarle a las rondas que mantenía para negociar los Presupuestos.
La respuesta
La decisión de no incluir a Vox en la ronda de partidos sentó como un jarro de agua fría al partido, que no tardó en arremeter contra la medida. A través de un comunicado, la formación de extrema derecha cargó contra Pradales por liderar, apuntaron, «el apartheid a Vox en el País Vasco». «Con esta decisión, Imanol Pradales, el Gobierno Vasco y su partido, el PNV, no excluyen a Vox, sino que dan la espalda a los problemas que sufren y padecen cada vez más vascos, hayan votado a Vox o no», señalaron.
Tras afirmar que su formación es «una fuerza política consolidada en el País Vasco», subrayaron que Vox «no tiene ningún interés en reunirse con gobiernos y partidos separatistas» aunque también defendieron que «por responsabilidad debemos transmitir a su principal exponente, nuestras posiciones políticas en representación de nuestros votantes». «Los vascos han querido que Vox tenga un escaño en el Parlamento Vasco y la obligación del presidente del Gobierno Vasco es recibirnos y escuchar una realidad y unos problemas que por mucho que traten de negar, sufren cada vez más los alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos», insistieron en el comunicado.
Por ello, la parlamentaria del partido criticó que «el Gobierno Vasco, especialmente el PNV, pretende excluir del debate y de la vida pública a miles de vascos». Y se comprometió a «trabajar sin descanso durante estos cuatro años para destapar las mentiras del separatismo y las nefastas consecuencias de sus políticas». «Vamos a ser la voz de todos esos vascos que sufren los problemas a los que hoy Imanol Pradales ha decidido dar la espalda», concluyó.
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