Pilar Garrido: «Sánchez nos ha hecho sentir humillados, pero le tendemos de nuevo la mano»

-Podemos insiste en exigir un gobierno de coalición pese a que el PSOE cierra la puerta a esa opción. ¿Cómo explica esta situación?

-Nosotros seguimos con la mano tendida y decimos que hay que conformar ese gobierno de coalición y volver a negociar con respeto mutuo y de manera honesta. Pero nos encontramos con las palabras de la vicepresidenta de «cerrar puertas».... Da la sensación de que no acaban de decidir lo que de verdad quieren. No dejan las cosas claras; si quieren un gobierno con la derecha, que parece su prioridad, o un gobierno progresista.

-¿Por qué no se logró finalmente la investidura? El PSOE les culpa a ustedes y viceversa...

-Creo que si nos fijamos en los hechos, casi todos los partidos coincidimos en el análisis del resultado. Ahí está. Y es que Pedro Sánchez consiguió el apoyo de un único diputado después de tres meses. Esto significa que no ha hecho bien las cosas. Ni con nosotros ni con el resto de fuerzas. Nosotros hemos sido flexibles una y otra vez, cediendo desde el principio. Si les incomodaba que les pidiéramos ministerios de Estado, decíamos que no había problema; si ponían pegas en relación a Cataluña, decíamos que no iba a ser una línea roja; vetaron a Pablo Iglesias y se retiró a un lado... Siempre hemos querido crear un gobierno.

-¿Entonces qué ocurrió?

-Cuando el PSOE habla de las ofertas que puso encima de la mesa falta a la verdad. Nunca hubo ofertas serias, ni ofrecieron de manera clara dos o tres ministerios, sino que ponían una cosa y luego la quitaban. Al final la pregunta que hay que hacerse es si Sánchez realmente quiso alguna vez un gobierno de coalición.

-¿Por qué ustedes, con 42 escaños, rechazaron una vicepresidencia y tres ministerios?

-Con nuestros 42 escaños, Sánchez nos ofrecía gestionar áreas que no llegaban al 5% del Presupuesto del Gobierno. No teníamos ni recursos económicos, ni materiales, ni personal, ni competencias para hacer nada. Esa es la realidad. Y por eso dijimos que no. Porque no queremos estar en el Gobierno por estar, no queremos sillones, sino competencias para hacer política, y no las hemos tenido. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio.

-¿Y no era mejor formar parte de un gobierno de izquierdas que quedar fuera?

-Es que no teníamos posibilidad de hacer política. Para nosotros no es suficiente estar en un gobierno por estar, insisto, porque sería traicionar a nuestros votantes. Tenemos un programa con unas medidas y sabíamos que no íbamos a poder desarrollar ni un 70%, pero no nos daban la posibilidad de desarrollar ni una. Nos daban cascarones vacíos. Si nos referimos a Vivienda, por ejemplo, no hubiéramos podido materializar esas políticas que defendemos de control de los alquileres, de los desahucios... Todo esto no iba a ser posible. Y podíamos seguir enumerando cada uno de los ofrecimientos. No ha sido una forma de negociar ni clara ni honesta.

-¿No les compensaba? Sin estar en el gobierno ya habían logrado pequeños avances.

-No podíamos llevar a cabo ninguna de nuestras propuestas. Lo que nos ofrecían no era respetuoso con las casi cuatro millones de personas que nos han dado su confianza. No podemos engañar a los ciudadanos.

-¿Aun así sus votantes entenderán su 'no' a la posibilidad de conformar un Gobierno progresista?

-Es verdad que a mucha gente le hacía ilusión y tenía esperanza en ese gobierno de coalición, pero por eso mismo hay que ser responsable y no hacer un gobierno que solo tenga el nombre y nada más. Unidas Podemos lleva como bandera la honestidad y la coherencia, y no podemos traicionar a nadie. No se trata de querer más sillones ni más ambición. Hay que sentarse a hablar con respeto. Pero creo sinceramente que Sánchez no está por la labor de hacer ese gobierno progresista, que es lo que quieren sus bases, como las nuestras. Si hubiera escuchado más a su militancia y a los socialistas de corazón, que a gurús y asesores como Iván Redondo, hubiera sido todo distinto. Más facilidades de las que hemos dado al PSOE son imposible. Esta es la verdad. Pero no pierdo la esperanza.

-¿Seguirá Iglesias al frente del partido tras rechazar dos investiduras de Sánchez o esto le pasará factura?

-El liderazgo de Pablo Iglesias no está a debate. En absoluto está en cuestión. Ha llevado a cabo una gran negociación junto a Pablo Echenique y otros compañeros, y no lo vivimos como un fracaso. Consultamos a la militancia y nos dijo que quería ese gobierno de coalición. Los deberes los hemos hecho.

-¿Teme Podemos una bajada electoral precisamente por no propiciar ese gobierno?

-No pensamos en llegar a unas elecciones generales. Sería una irresponsabilidad de Sánchez que no desea nadie. Es su responsabilidad hacer bien los deberes y decidir entre un gobierno de coalición o no.

-¿Pero temen esa posible caída?

-La ciudadanía espera que hagamos nuestro trabajo. Y más de lo que estamos haciendo ya no se puede. Tenemos la mano tendida y buena voluntad, aunque en algunos momentos nos hayamos sentido humillados por cómo nos han tratado. Pero eso lo dejamos atrás.

-Sin embargo, Calvo ha sido clara: cierra la puerta a una coalición. ¿No quieren saber nada de ustedes?

-Esta posición de Calvo apunta a que Sánchez quiere pactar con las derechas, que desde el principio ha sido su primera opción. Donde se encuentra cómodo es acordando con las derechas las grandes políticas y con nosotros algunas cositas sociales...

-¿Cómo está ahora la relación con las confluencias e IU? ¿Se quisieron desmarcar el jueves de su posición de la abstención?

-No hay tensiones ni fricciones como se está diciendo. IU no se desmarcó, hemos estado todos a una.

-¿Tendrán en cuenta el tirón de orejas del PNV, Compromís y ERC por el fracaso de la investidura?

-Entiendo que algunas fuerzas progresistas tengan también ganas de conformar este gobierno. Nosotras tenemos más ganas que nadie. Pero la realidad es que Sánchez ha conseguido un solo apoyo. Esas fuerzas políticas le dijeron al presidente que se aclare y diga con quién quiere ir y que no engañe a la ciudadanía.