Pablo Casado (presidente del PP): «Nos achicharraremos desde el Gobierno para salvar al país del destrozo de Sánchez»
Pablo Casado | Presidente del PP ·
Casado da por hecho que el futuro Ejecutivo del PP aplicará un plan exprés «durísimo» para salir de la crisis en los primeros Consejos de Ministros
La vorágine en la que está inmersa la política, con giros de guion ministeriales de 180 grados, varapalos del Constitucional y el conflicto catalán como ... telón de fondo, ha provocado que esta conversación con Pablo Casado se tenga que actualizar casi al minuto. Y el líder del PP, en su primera entrevista tras la remodelación del Ejecutivo de Pedro Sánchez, lo tiene claro: «Este Gobierno sigue siendo el más radical de Europa».
-Ha criticado con dureza al Gobierno tras el revés del Tribunal Constitucional por el estado de alarma, pero el PP avaló las tres primeras prórrogas...
-En el primer debate dije que el estado de alarma que propusieron desbordaba el marco constitucional porque era un estado de excepción encubierto. Actuamos por responsabilidad y siempre exigimos que se aprobase una ley antipandemias que evitase el caos que seguimos sufriendo.
-¿Y por qué el PP no se sienta con el PSOE para desbloquear la renovación del Poder Judicial y zanjar estos debates?
-Si me dice que vamos a reforzar su independencia, el PP está encantado de renovar. Yo me siento mañana mismo si hacemos caso a la Constitución y a la UE. Pero ha dicho que no. El responsable del bloqueo es Sánchez. Se cree que es Napoleón, pero no lo es. Tiene 120 escaños y una oposición que no le va a pasar ni una.
-¿Qué cambia con Pilar Llop al frente del Ministerio de Justicia?
-No lo sé, porque los ministros de Justicia le duran menos a Sánchez que sus cumbres con Biden. ¿Qué quiere hacer con la justicia? Ponerla a su servicio, como hace con todo. Y no lo vamos a tolerar. ¡Basta ya de arrasar con todas las instituciones del Estado! Los partidos no podemos politizar todo. El PP no va a contribuir al desgaste y a la degeneración institucional que pretende Sánchez.
-¿Le ha descolocado la revolución que ha llevado a cabo en su Consejo de Ministros? ¿Entiende su giro o es más de lo mismo?
-Lo que descolocó fue la cabeza a siete de sus amigos. Ya no me sorprende nada de él. Es una persona sin límites ni principios. Yo no sería capaz de mirar a los ojos a los míos después de despachar a quien le llevó a Moncloa. Eso no se le hace ni a tu peor enemigo.
«A Sánchez le duran menos los ministros de Justicia que sus cumbres con Biden; su Gobierno es el más radical de Europa»
-Pero en lo político, el giro es más que evidente...
-Se dice que es un giro a la moderación. Falso, porque tienen a cinco ministros de Podemos que defienden a Cuba y hasta la 'moderada' Calviño no se atreve a llamarla dictadura. Y segundo mantra: 'Es una vuelta al PSOE clásico'. Falso también. El PSOE clásico echó a Sánchez de secretario general para que no hiciera un pacto Frankenstein, y no pactaba con ERC ni con Bildu, sino que iba a los funerales de los 14 socialistas asesinados por los amigos de Bildu. Y la suma Frankenstein le dará, pero ha convertido ese pacto en el de Drácula: me convierto en uno de ellos, aunque electoralmente deambule zombi, para sobrevivir en el Palacio. Este Gobierno sigue siendo el más radical de Europa.
-Teniendo en cuenta los intereses empresariales de firmas españolas que operan en Cuba, ¿diría en público, si fuera presidente, que la isla es una dictadura?
-Cuba es una dictadura, y al empresario que no le guste, que se busque otro destino. A los ministros 'progres' de Podemos y del PSOE les recomiendo que vayan a vivir allí. No van a tener problemas con la carne, porque no tienen para comer. Bueno, menos los 'castristas', que son millonarios.
-¿Y Marruecos lo es?
-Marruecos es una monarquía, un país estratégico para España.
-Por cierto, Iván Redondo se ha quedado sin trabajo... Tendiendo en cuenta que ya pasó por el PP, ¿le ficharía como asesor?
-(Sonríe). Le deseo lo mejor. En lo humano, me dio pena cómo Sánchez tiró por la ventana a sus más estrechos colaboradores con un desprecio que no merece nadie. Creo que en política hay que ser buena persona y se ha demostrado que Sánchez no lo es.
«Si el Ejecutivo Vasco, como ha hecho el Govern, hiciera un fondo público para el caso De Miguel, habría manifestaciones»
-¿Y Miquel Iceta? ¿Cree que Sánchez variará su estrategia en Cataluña tras relegarle a Cultura?
-Mi tesis es que los indultos no son el pago para lo que queda de legislatura, sino que es el pago por la investidura que no había podido cobrarse por la pandemia. Ahora, lo que se está negociando el referéndum para terminar la legislatura. De ahí el desdén de los presos golpistas.
-¿Realmente le ve a Sánchez permitiendo un referéndum de autodeterminación?
-Estoy absolutamente convencido. También dijo que no iba a indultar a los presos del procés... Y eso es mentir a la gente. Y cuando un líder político pierde la credibilidad, tiene que irse a su casa. Por eso pedimos que dimita y convoque elecciones.
-¿Los indultos pueden al menos rebajar algo la tensión?
-Lamentablemente, no. Los indultos no acaban nada, empiezan todo. ¿El qué? Un segundo procés que Sánchez ha resucitado.
-¿Cataluña ha roto por tanto todos los puentes entre ustedes?
-Los ha roto desde su investidura. La diferencia es que ahora que no está Iglesias ha quedado su estrategia al desnudo. Al final, la cabra tira al monte... Después de las elecciones de Madrid podía haberme dicho: 'Pablo, vamos a sentarnos ahora que nos van a aprobar el plan europeo...'. Y, en vez de eso, ha decidido recuperar la mesa de autodeterminación con ERC.
«Estoy absolutamente convencido de que Sánchez permitirá un referéndum de autodeterminación; es el pago por su investidura»
-¿Cuál es su receta entonces para Cataluña? ¿Qué solución ofrece?
-Uno, el cumplimiento de la legalidad. Y dos, competitividad. Cuando hay prosperidad económica, empleo y se mejoran los servicios públicos, y para ello tenemos 20 o 30 medidas, el sentimiento identitario se rebajará. Sánchez solo tiene un plan: indultos.
-¿Cree que el Gobierno no recurrirá el fondo que el Govern prevé emplear para subsanar las multas del Tribunal de Cuentas?
-No tengo la menor duda. Illa ya ha dicho que le parece adecuado que se malverse dinero para tapar otra malversación. ¿Se imagina que el Gobierno Vasco hiciera un fondo para el caso De Miguel? ¡Habría manifestaciones en la calle! Es una cosa insólita.
-Con la remodelación del Gobierno, parece que Sánchez coge alas para agotar la legislatura... ¿Este sprint de 30 meses no se le hará muy largo al PP?
-Sprint no, esto es una carrera de fondo en la que hay que llegar a la meta, pero no sabemos en qué kilómetro estamos. ¿Estamos a dos años de la meta? No lo sabemos. Yo he llegado a escuchar a miembros del Gobierno, de Podemos, decir que la legislatura no aguanta. Y eso no es un Gobierno, es una jaula de grillos.
-¿Cree que la legislatura está en vía muerta?
-Sí. Porque es un Gobierno inestable, fracturado internamente entre PSOE y Podemos, con los socios enfrentados entre ellos: Junts y ERC, PNV y Bildu... Esto es como un avión que tiene una avería en un motor. ¿Se va a estrellar? Espero que no. Yo mismo haré que no se estrelle porque antes que mi partido está España, y soy padre de dos niños que quiere que reciban un país mejor. Y está claro que con un motor averiado te tienes que volver al aeropuerto.
-¿Volver al aeropuerto y pactar con el PP? ¿Si Sánchez cambiase de aliados podrían alcanzar grandes pactos de Estado?
-Sánchez lo ha hecho imposible. Y no va a volver al aeropuerto. Llevamos planteándole pactos de Estado dos años. Y no le da la gana porque es un radical. Y lo lamento, porque en España sí que se podía gobernar conjuntamente en muchas cuestiones de Estado.
«Sánchez debe dimitir y convocar elecciones ya. #Ha llegado a convertir #el pacto Frankenstein #en el de Drácula»
-Con las encuestas a su favor, ¿se ve ya durmiendo en la Moncloa?
-Yo no soy como Sánchez. No pienso en colchones, aviones o palacios.
-Sin embargo, ya tiene un plan para «rescatar» al país que quiere aplicar en los primeros 100 días de su hipotético Gobierno...
-Nos vamos a encontrar un país absolutamente destrozado. Y en lo que estoy pensando es cómo preparar ya las leyes para desfibrilar España en seis/ocho/diez consejos de ministros. No es una cuestión de recuperar el poder, esa una cuestión de, si hace falta, achicharrarnos para salvar España. Y no lo digo en términos épicos, sino de cruda realidad.
-¿Queda algo del Casado que se vio en la moción de censura de Vox? Hay quienes apuntan a un nuevo volantazo a la derecha...
-A lo mejor es que Sánchez cuando se radicaliza a la izquierda a algunos se no ve más a la derecha sin habernos movido de sitio, porque el PP sigue en el centro.
-¿Las elecciones se siguen ganando desde el centro entonces?
-Por eso estamos ganando las encuestas...
-Pero esas encuestas que le dan ganador también dicen que necesitará a Vox. Parafraseando a Sánchez, ¿dormiría tranquilo pactando con la extrema derecha?
-El modelo de Galicia y Madrid, o el que nos dan las encuestas en Andalucía, Castilla y León o Murcia, es el que va a acabar pasando a nivel nacional: que el PP sume más escaños que sus adversarios. Y es fundamental depender de nosotros mismos porque el programa que vamos a tener que aplicar va a ser durísimo. No descarto una mayoría suficiente para gobernar solos.
-¿Descarta, por tanto, un Gobierno de coalición con Vox?
-Ese fue mi compromiso. Lo que ha habido son apoyos externos puntuales sin renunciar a nuestros principios.
-¿La moción de censura, entonces, no es una opción?
-Decía Ortega que los esfuerzos inútiles conducen a la melancolía. Para sumar 176 escaños necesitaríamos los votos de los independentistas o de Bildu. Y jamás aceptaré sus votos.
-Ayuso se autoerigió en Moncloa en contrapoder de Sánchez. ¿Le incomoda este protagonismo?
-Para mí es un honor que Ayuso, Almeida, Moreno, Mañueco o Feijóo sean contrapoder a Sánchez.
«Defendemos el Concierto, aunque hay que calcular mejor el Cupo»
-¿Tocaría la puerta del PNV para poder gobernar?
-Ahora, en políticas que está pactando con Sánchez nos sentimos con muchas discrepancias. Hemos llegado a acuerdos parlamentarios, pero es un error seguir en la agenda de políticas identitarias.
-¿Pero existen puentes con Sabin Etxea? Decía Ortuzar que su giro a la derecha le estaba obligando a echarse en brazos de Sánchez...
-No veo nada más progresista que querer crear empleo, que los mayores tengan una pensión digna... Eso es lo centrista. Lo que es tremendamente de derechas es querer ser más que el vecino y decir: 'Como soy del PNV, tengo que tener más derechos que el español de La Rioja'. Eso no es progresista.
-¿Teme que el PP vasco se quede en el córner en el debate del nuevo estatus?
-A lo mejor en el córner es donde está la mayoría de la gente, porque no he escuchado a nadie que reclame una reforma estatutaria. Somos defensores del Concierto, aunque hay que calcular mejor el Cupo. Y lo que no entiendo es que en Euskadi no se bajen más los impuestos.
-Hay voces que acusan al PP de «usar» a las víctimas... ¿Cómo recibe esta crítica?
-El PP no puede usar a las víctimas porque el PP es víctima, tiene 24 asesinados por ETA. Y yo, cuando veo que en un año se han acercado a centenares de presos etarras, no puedo estar en un homenaje con Mertxe Aizpurua, que era una editora de un medio que señalaba a políticos, periodistas y empresarios que luego eran asesinados.
-¿Usted también cree, como dice Carlos Iturgaiz, que las cárceles vascas serán «resorts de lujo» de los presos de ETA?
-Sí. Y lo vamos a ver en breve como en Cataluña. Y hablando de Iturgaiz, las amenazas de muerte a su hijo son terribles y eso nos da una enseñanza, y es que ETA ha dejado de matar, pero los batasunos siguen intentando atemorizar a los demócratas. Hasta que los asesinos no sean aclamados como héroes cuando salen de la cárcel, no podremos decir que vivimos en una sociedad sana.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
