Fallece el exgeneral Rodríguez Galindo aquejado de coronavirus

El exgeneral de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo falleció este sábado en un hospital de Zaragoza en el que había ingresado hace un mes tras resultar infectado por coronavirus. Tenía 82 años. Su biografía siempre estuvo marcado por los claroscuros. Considerado una pieza clave en la lucha contra el terrorismo de ETA, acabó siendo juzgado por el secuestro y asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. Fue condenado a 75 años de prisión, aunque solo pasó cuatro encarcelado. En 2004 el Ministerio del Interior le permitió continuar la pena en su domicilio dada la grave enfermedad cardiovascular que padecía y su avanzada edad.

La imagen y el nombre del exgeneral se empezó a conocer a principios de los ochenta cuando pasó a dirigir la 513 Comandancia de la Guardia Civil, con sede en Intxaurrondo. Eran los años de plomo. Los atentados eran constantes, Gipuzkoa era el territorio donde la banda terrorista golpeaba con más dureza y la Guardia Civil se había convertido en uno de los objetivos prioritarios.

Su llegada a Intxaurrondo supuso un antes y después de la lucha contra la banda terrorista en España. En los quince años que dirigió la comandancia fueron detenidos más de 800 activistas y fueron desmantelados 90 comandos y grupos de colaboradores. Los agentes bajo su mando tuvieron un papel clave en la detención de la cúpula de ETA en Bidart en marzo de 1992, un golpe que a la larga marcó la senda de su declive. Esos éxitos le valieron el ascenso a general y la aureola de ser el mayor especialista de la lucha ETA.

Pero sobre él y sobre Intxaurrondo siempre existió la sombra de la tortura y de su posible implicación en las acciones de los GAL. Las sospechas se hicieron reales a partir de 1995, una vez que los cuerpos de Lasa y Zabala fueron desenterrados en Alicante. Los dos militantes de la izquierda abertzale habían desaparecido en 1983. El exgeneral terminó en el banquillo de la Audiencia Nacional en un juicio que se convirtió en un golpe mediático y político contra los gobiernos de Felipe González.

La Audiencia Nacional le condenó en abril de 2000 a 71 años de prisión por el secuestro y asesinato de los dos activistas, en la que fue la primera acción de los GAL. El 9 de mayo de ese mismo año Rodríguez Galindo ingresaba en prisión.

Un año después, el Supremo aumentaba en cuatro años la pena de cárcel por los mismos delitos. Y en 2002, el que fuera el general más laureado en la lucha contra ETA perdía oficialmente y para siempre su condición de miembro del instituto armado.

Galindo pasó en prisión poco más de cuatro años. En 2004, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que siempre le denegó el paso al tercer grado, le permitió que cumpliera su condena fuera de la cárcel dada la grave enfermedad cardiovascular que padecía y su avanzada edad.

Rodríguez Galindo tuvo durante los años en el lideró la lucha contra ETA un fuerte respaldo por los ministros socialistas de Interior José Barrionuevo y José Luis Corcuera. Además mantuvo una estrecha relación con el secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera. Al final, como Rodríguez Galindo, tanto Barrionuevo como Vera fueron condenados también por los GAL, en este caso por el secuestro de Segundo Marey.

El que fuera el mando del instituto armado más laureado en la lucha contra ETA y a la vez el oficial de mayor graduación condenado por la 'guerra sucia' de los GAL, había sido trasladado a la UCI a principios de febrero, tras agravarse su estado de salud y sus problemas respiratorios a cuenta de la infección, que también contrajo su mujer.

Rodríguez Galindo, que cumplió 82 años el pasado día 5 y que ya presentaba problemas cardiovasculares, llevaba varios días intubado, sin que los médicos lograran revertir su situación.