El PSE expulsa a Maixabel Lasa

El Partido Socialista de Euskadi ha expulsado de la formación a Maixabel Lasa por haber pedido el voto en las últimas elecciones generales de noviembre para Txema Urkijo, su amigo y candidato de Más País en Bizkaia. Tras la denuncia de algunos afiliados guipuzcoanos, la ejecutiva del partido en Gipuzkoa abrió un expediente a Lasa por su participación en la presentación de Urkijo, el pasado 7 de noviembre, como candidato de Más País al Congreso de los Diputados para los pasados comicios. Ha sido hace apenas unos días, el pasado lunes, cuando tras recibir la resolución de Ferraz la propia Lasa, viuda de Juan María Jaúregui, asesinado por ETA el 29 de julio del año 2000, y ex directora de la Dirección de Víctimas del Terrorismo, se ha dado de baja del partido.

La dirección del PSOE comunicó por burofax a la viuda de Jáuregui la resolución de expulsión provisional tras examinar un expediente contra ella iniciado por compañeros de Gipuzkoa. El secretario general del PSE en Gipuzkoa, Eneko Andueza, a quien en ningún momento se ha dirigido Lasa para hablar de este asunto, ha asegurado que «sintiéndolo mucho ante una denuncia, no cabe más que actuar». Ha explicado que el PSOE ha valorado la denuncia y que, con los estatutos en la mano, «es una expulsión como la copa de un pino». Según ha asegurado Andueza, Ferraz le comunicó por burofax a Lasa la expulsión provisional y se le dio la posibilidad de alegar, tal y como establece los estatutos del partido. A continuación, la propia Lasa «se puso en comunicación con Ferraz, que le explicó la situación y ella decidió darse de baja», ha explicado el líder del partido en Gipuzkoa. «Ser una victima del terrorismo no le exime de cumplir los estatutos del partido como el resto de afiliado. Lo siento, le tengo mucho cariño, respeto y consideración, pero una cosa, sintiéndolo mucho, no quita la otra», ha afirmado.

Lasa ha criticado la «frialdad» con la que le han comunicado la apertura del expediente y ha asegurado que, aunque ahora se le diera una posibilidad de reconducir la situación y volver a la formación a la que se afilió en los años 80 junto a su marido, no daría marcha atrás. «Ahora mismo, no. Esto para mí ha sido un jarro de agua fría, no tengo edad para estas tonterías», ha afirmado Lasa, tras señalar que se ha sentido «vigilada» y que le queda «una sensación de pena» por lo ocurrido.