Gipuzkoa reivindica en Altzo su identidad en torno a unos valores comunitarios
Más de un centenarde servidores públicos, encabezados por el lehendakari, conmemoran la efeméride del hallazgo de la palabra 'Ipuscua'
La ocasión no requería votación electrónica. Ni siquiera discusión o debate. Solo predisposición para celebrar una causa común y, a ser posible, un lugar propicio ... para ello por su simbología. Por eso, el Pleno extraordinario de las Juntas Generales de Gipuzkoa se celebró ayer en la iglesia de San Salvador de Olazabal de Altzo-Azpi, donde hace mil años ya residía una comunidad con sus usos y costumbres, sus tradiciones y su cultura, su idioma e identidad. En una donación del monasterio Salbatore de Olazabal, del año 1025, se ha encontrado la primera mención escrita de 'Ipuscua', germen del actual nombre de Gipuzkoa, y ese motivo fue, precisamente, el que llevó ayer hasta Altzo a una «legítima representación de la diversidad del territorio», tal y como señaló el alcalde del municipio y anfitrión del evento, Xabier Olano.
En efecto, servidores públicos de distintas sensibilidades y colores políticos ensalzaron en un templo que rezumaba guipuzcoanidad una manera de ser, unos antepasados comunes y un proyecto de futuro compartido. Es el mayor logro cosechado por el proyecto 'Ipuscua. Izanetik izena 1025-2025': juntar, reunir y aglutinar a diferentes en torno a lo común, a través de un concurrido baile en verano en Tolosa, ante la solemnidad de los discursos en una iglesia ayer y a través de un multitudinario coro de voces en el concierto de Ura Bere Bidean en Illunbe el próximo mes de diciembre.
El lehendakari Imanol Pradales encabezó una amplia representación institucional. Junto al presidente de las Juntas Generales, Xabier Ezeizabarrena, la diputada general, Eider Mendoza, y el alcalde Olano, descendió a la antigua iglesia románica de San Salvador, bajo el actual templo del siglo XVI, y los cuatro firmaron en el Libro de Honor de las Juntas Generales. Fuera, les mostraban su respeto institucional un centenar de cargos públicos: junto con las y los portavoces junteros Maddalen Iriarte (EH Bildu), Euge Arrizabalaga (PNV), Alberto Albistegi (PSE), Mikel Lezama (PP) y Miren Etxebeste (Elkarrekin Podemos), se encontraban los integrantes del Gobierno foral, 51 alcaldes de Gipuzkoa, la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, y el del Parlamento de Navarra, Unai Hualde; las presidentas de las Juntas Generales de Bizkaia y Álava, Ana Otadui e Irma Basterra; así como el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y el de Iruñea, Joseba Asiron. Un aurresku a cargo de dos dantzaris y un txistulari, seguido de una pieza de los clarineros de la Diputación Foral de Gipuzkoa -tocaron el himno oficial del territorio- aportaron el envoltorio conmemorativo.
Noticia relacionada
Euskaraz egin ahal izatea ziurtatzea, «herri-ordezkarion zeregin politikoa»
El lehendakari centró su intervención con una cita del antropólogo Jesus Altuna, quien señaló que todo pueblo tiene sus raíces y que, cuando está en riesgo de desarraigo, es cuando más hay que conocerlo, respetarlo y cuidarlo. «La efeméride de la primera mención de la palabra 'Gipuzkoa' nos da la oportunidad para considerar lo que nos deja el pasado. Para seguir creciendo como pueblo y avanzar en nuestro modo de comportarnos». El lehendakari subrayó dos aspectos de los antepasados que vivieron hace mil años: «Que se juntaban para promover el diálogo, por una parte, y, por otra, que otorgaban una gran importancia al hecho de reunirse. Eligieron autogobernarse, creando espacios para gestionar los desencuentros y conflictos a través del debate».
«Profundidad» en los discursos
El resto de discursos, cuya «profundidad» quiso destacar el lehendakari, siguieron la misma línea argumental. Así, la diputada general Eider Mendoza apuntó que «Gipuzkoa es un territorio con un fuerte sentido comunitario que se ha ido forjando a lo largo de los siglos. En tiempos de dificultad, ese componente nos ha ayudado a salir adelante, en interacción con el resto de territorios vascos».
Mendoza enumeró algunos de «esos valores que nos unen y debemos fortalecer ante el individualismo, el consumismo y la violencia». Desplegó las virtudes del euskera, el patrimonio natural, el equilibrio territorial, la igualdad, la solidaridad, la capacidad de innovación, las instituciones y el trabajo en común, con el bienestar de las personas como fin.
Por su parte, el presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Xabier Ezeizabarrena, se refirió a «la identidad vasca y al modelo de democracia vasco que hemos heredado de nuestros ancestros. Actualizar las señas de identidad vascas es la mejor manera de construir el futuro, también en la época de la inteligencia artificial, para poder afrontar los cambios que se están produciendo en nuestro país y seguir existiendo como pueblo».
El alcalde de Altzo, Xabier Olano, recordó asimismo que «durante los siglos, este pueblo ha sabido adaptar sus estructuras y tengo la confianza de que también en el futuro sabrá organizarse, reconociendo y haciendo efectivo de modo democrático su derecho a decidir. Nos corresponde a nosotros, como representantes del pueblo, darle la palabra al pueblo y proyectar lo que nos pida. No hay nada más democrático, desde mi punto de vista, que dar la palabra al pueblo y respetar su palabra».
Todos los discursos hicieron mención a la situación del pueblo palestino y, atendiendo a la invitación del alcalde, los presentes protagonizaron una silenciosa concentración en solidaridad con las víctimas del genocidio. Antes de marcharse, recibieron un facsímil de la copia del legado del año 1025 en el que está escrito el nombre 'Ipuscua', en recuerdo del Pleno Extraordinario de Altzo-Azpi, símbolo de la voluntad del territorio de compartir unos valores comunitarios, más allá de las diferencias de una ciudadanía plural y diversa, guipuzcoana en definitiva.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión