Afalta de poco más de una semana para que arranque la campaña electoral en Euskadi la preocupación y la inquietud por los efectos del coronavirus ... están alterando todos los ámbitos sociales, incluido el político, que en Euskadi está inmerso en la carrera electoral del 5 de abril. Los partidos tienen sus agendas cerradas al milímetro, pero son conscientes a su vez de que la evolución diaria de esta pandemia está siendo feroz por el alto incremento diario del censo de sus afectados. La precampaña, y la jornada electoral, no estarán exentas de las medidas que desde las autoridades sanitarias se están llevando a cabo para frenar este foco epidemiológico. Sin duda, el escenario es inédito por cuanto se desconoce a día de hoy los efectos reales que esta pandemia tendrá en la campaña y en la jornada de la votación.
Unas secuelas que ya se empiezan a vislumbrar. El lehendakari Urkullu, candidato del PNV a la reelección, suspendió ayer un acto de precampaña para preparar la reunión interinstitucional que de manera urgente se celebró para poner en marcha nuevas medidas que refuerzan la prevención del virus, que se ceba principalmente en el área de Vitoria. La posible restricción de aglomeraciones en recintos podrían afectar a actos políticos ya programados y también a la mismísima jornada electoral. Y como más vale prevenir que curar, el Departamento de Seguridad ha encargado la compra de 24.000 pares de guantes para que los miembros de las mesas electorales manipulen con asepsia los sobres. Un dato más que significativo. Sin olvidar tampoco la posible incidencia de la abstención que, si la epidemia fuera escalando, se podría agravar en el caso de las personas mayores. El hipotético aplazamiento de los comicios, aunque no esté contemplado, no parece imposible. Día a día.
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