La hormiga y la cigarra
El foco ·
El lehendakari Urkullu, que ayer se comprometió a poner todo su empeño para garantizar la estabilidad en Euskadi ante las estrategias espasmódicas que los partidos ... vienen dibujando en los últimos meses, marcó distancias con el escenario de permanente pulso electoral que se está librando en Madrid. Tres de los partidos que han intervenido en el correcalles de las negociaciones por la investidura de Madrid -PSOE, PP y Podemos- tienen representación en la Cámara de Vitoria y los socialistas vascos forman gobierno de coalición con el PNV. Urkullu se alejó de esa montaña rusa que está siendo la lucha por conquistar el poder monclovita y aludió en su intervención a la popular fábula infantil de la hormiga y la cigarra, aunque no llegó a citar al segundo insecto para evitar odiosas comparaciones, sobre todo tras consumarse la repetición electoral del 10-N. De esta manera, el lehendakari ensalzaba el trabajo diario de su gobierno frente al desesperante bucle en el que se encuentra el Gobierno central, en funciones desde el 28 de abril. Diálogo y acuerdo. Dos términos que Urkullu puso por delante de su hoja de ruta frente a las dificultades para conciliar el sueño que para Sánchez le hubiera producido una coalición con Pablo Iglesias. Ver para creer.
El lehendakari no pudo disimular que le incomoda rematar el tramo final de su legislatura sin presupuestos, después de haber prorrogado las cuentas de este ejercicio. Esa inquietud, además, se agrava por la presión que la contienda de las generales pueda afectar en las negociaciones entre su gobierno y el resto de los partidos.
Urkullu, que estuvo prudente en su exposición propositiva, testó el grado de receptividad de los partidos de la oposición con el objeto de asegurarse el apoyo -le falta un escaño- de EH Bildu, Podemos y PP. Y así, por el hilo dialéctico que mantuvieron en la tribuna los protagonistas del debate, el lehendakari encontró una esperanzadora comprensión por parte del líder de Podemos, Lander Martínez, que en cierta manera le tendió su mano porque, según constató, el Gobierno de PNV-PSE había situado como prioridades los argumentos que los podemitas defienden en el plano social.
Después de que Elkarrekin Podemos haya sido todo un látigo al Ejecutivo vasco desde el inicio de la legislatura -llegaron a incluir al PNV en el círculo de la 'casta'-, la formación morada en Euskadi ha decidido ya poner en práctica lo que desde hace meses su líder, Lander Martínez, meditaba para inyectar moral entre sus correligionarios, afectados sin duda por los últimos reveses electorales. Necesitaba meter a su partido el círculo de los 'influencers' de la política vasca. Si Elkarrekin Podemos decide facilitar las cuentas al Gobierno Urkullu garantizará la estabilidad en Euskadi, reforzará el papel de Urkullu antes de los comicios autonómicos, y habrá que ver si se consuma esta aproximación los morados consiguen mantener su rédito electoral en las próximas elecciones vascas.
Quien se quedó en el córner fue el PP de Alonso. Urkullu y el líder de los populares vascos se distanciaron ayer tanto que resulta más que difícil que la formación conservadora vuelva a ser 'socio preferente' de los jeltzales. De hecho, Alonso, que despejó cualquier duda de «tibieza» ante el PNV, deseó suerte con mucha sorna a Lander Martínez. Casado tomará buena nota.
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