Del hidrógeno verde a Santo Toribio de Liébana

El clima de confraternización también tuvo su toque culinario. Urkullu, Revilla, Barbón y Rueda comieron juntos en Lehendakaritza y el menú estuvo compuesto por platos de las cuatro comunidades: bacalao, antxoas, fabes y pulpo.

Las declaraciones de los presidentes al término de la reunión, que duró de 12.30 a 13.30 horas, resaltaron sus coincidencias. Así el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, resaltó que el encuentro fue un ejemplo de «cogobernanza» y de colaboración interinstitucional. «Por encima de los intereses partidistas está la defensa de nuestros territorios y ciudadanos», manifestó.

Rueda añadió que a las cuatro comunidades les une la reclamación de unas mejores comunicaciones con Francia mediante el tren de alta velocidad. Resaltó que iniciativas como las planteadas por Urkullu resultan de gran utilidad. Puso como ejemplo que la reunión mantenida hace un mes en Santiago por las comunidades de Galicia, Asturias y Cantabria para favorecer las conexiones ferroviarias en el noroeste han servido para que el Ministerio de Transportes haya nombrado un comisionado para analizar la cuestión.

Adrián Barbón señaló, por su parte, que con el encuentro en Ajuria Enea tan sólo se está haciendo «normal» en el ámbito de la política, «lo que ya es normal en la calle», es decir, que diferentes agentes colaboren en la defensa de sus intereses comunes. En todo caso, subrayó que el foro de presidentes de comunidades atlánticas no pretende en ningún caso sustituir a la Conferencia de Presidentes, que es el foro que reúne al presidente del Gobierno central y a los autonómicos.

Miguel Ángel Revilla subrayó la importancia de la coordinación entre cuatro gobiernos regionales «de distinto signo». Además, consideró que la creación de un 'lobby' para defender los intereses de estos territorios es imprescindible para resolver problemas como el del «tapón» que se está produciendo en Francia para la unión de la red ferroviaria con el resto de la UE. Además, abogó por mejorar las conexiones ferroviarias entre Cantabria y Bizkaia.

Además de en la cuestón ferroviaria, los cuatro presidentes compartieron su preocupación porque el mapa de interconexiones de la denominada 'columna vertebral europea del hidrógeno' no contempla que para 2030 esté realizado el enlace Atlántico del corredor Hiwest, mientras que sí lo prevé para el del Mediterráneo.

«Solicitamos –recalcó Urkullu– que el lado Atlántico del corredor no se quede en la frontera de los Pirineos y que entre en la Península por el oeste en 2030, al igual que lo hará por el este».

El broche final lo puso Miguel Ángel Revilla quien, fiel a sí mismo, invitó a Urkullu, Barbón y Rueda a acudir el próximo mes a la apertura de la puerta del Perdón en el monasterio de Santo Toribio de Liébana con motivo del Año Jubilar.