El Gobierno Vasco emplaza en su Plan de Convivencia «a quienes han justificado el terrorismo de ETA» a reconocer que «fue injusto»
Artolazabal presenta el documento final de 'Udaberri 2024', que rechaza los 'ongi etorris' y alerta sobre las «diversas expresiones de violencia, intolerancia y sectarismo que todavía emergen en nuestro entorno»
El pasado mes de mayo, el Gobierno Vasco presentó las líneas maestras de un borrador que pretendía orientar la bases para construir de aquí a ... tres años una Euskadi sin violencia y respetuosa con la pluralidad de identidades y con los derechos humanos. El objetivo: afianzar una «convivencia en la diversidad» y avanzar en esta era post-ETA hacia «la convivencia entre distintos» como un valor que enriquece a la sociedad vasca. Un plan -Udaberri 2024- que tenía como eje central a las víctimas del terrorismo y de otras violencias, pero que también ponía el foco en la globalización y la emergencia sanitaria, así como la inmigración, la identidad étnica, sexual y religiosa y los derechos de los mayores. Un borrador que ha sido 'testeado' a lo largo de estos últimos cinco meses para enriquecer su contenido y que este martes ha dado a conocer Beatriz Artolazabal.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales ha explicado que desde mayo, el Plan de Convivencia, Derechos Humanos y Diversidad ha sido sometido a un proceso de contraste con una veintena de organizaciones, fundaciones, asociaciones y movimientos sociales vinculadas a la defensa de los derechos humanos, la paz, la convivencia, las víctimas o la diversidad con el objetivo de mejorar el contenido de 'Udaberri 2024'.
Entre ellas, el Gobierno de Iñigo Urkullu ha escuchado a los representantes del Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo, a personas «relevantes» de la universidad, medios de comunicación y movimientos pacifistas, así como a los diferentes grupos parlamentarios o Eudel. «Como resultado de este conjunto de contrastes, reflexiones y aportaciones recogidas en estos meses, hemos incorporado o reforzado aspectos que enriquecen el documento inicial», ha dicho Artolazabal, que ha dado a conocer los puntos clave de estas mejoras.
En primer lugar, Artolazabal ha destacado que en 'Udaberri 2024' se ha incorporado un nuevo capítulo -'Euskadi 2021: una ventana de oportunidad'- que hace hincapié en la necesidad de que «el diagnóstico de la sociedad vasca del 2021 ha de ser un diagnóstico en términos de realidad y esperanza». «Nos quedan asignaturas pendientes y en curso, pero caminamos en la buena dirección. El fin de ETA abrió un nuevo tiempo, un nuevo escenario, un nuevo reto: la convivencia en la pluralidad y en la diversidad», reza el documento, que también alerta sobre las «diversas expresiones de violencia, intolerancia y sectarismo que todavía emergen en nuestro entorno».
Se refiere, según el texto, a las pintadas, amenazas, agresiones físicas y verbales o ataques a la Ertzaintza que últimamente proliferan en Euskadi. «Se trata de expresiones de una cultura de la violencia que subyace todavía en determinados sectores y resulta incompatible con la convivencia democrática», ha leído Artolazabal, que también ha puesto el acento en el rechazo a los 'ongi etorris' a los presos de ETA.
La «autocrítica»
Igualmente, la consejera vasca -que ha dado a conocer las mejoras del coumento inicial en el Día Internacional de la Paz- ha explicado que en el documento final se ha querido subrayar la importancia de que la reflexión crítica sobre el pasado «debe interpelar especialmente y en primera instancia a quienes han ejercido, justificado o contextualizado el terrorismo de ETA y la violencia». De esta manera, el texto recoge literalmente que es necesaria una «nueva actitud por parte de quienes han tenido responsabilidad directa o indirecta en medio siglo de terrorismo y violencia (...) una autocrítica sincera y real por parte de quienes han ejercido la violencia y las culturas políticas que han amparado ese ejercicio (...) y un reconocimiento en términos éticos, políticos y democráticos: fue injusto», apunta el Plan de Convivencia en alusión velada a EH Bildu, quien aún se resiste a condenar a ETA.
Además de la mirada, la voz, y las experiencias de las víctimas, 'Udaberri 2024' también ha querido explicitar, en palabras de Artolazabal, «el papel insustituible de la historia en la construcción social de la memoria». Así, el Plan de Convivencia resalta que la memoria ha de ser construida, en primer lugar, «sobre el conocimiento fehaciente de los hechos, sobre la base de la disciplina histórica, el rigor y método histórico-científico».
Otra de las novedades respecto al borrador presentado en mayo es la importancia que se le da a la juventud en la construcción del futuro modelo de convivencia. De hecho, el texto recalca la necesidad de «empoderar» a la juventud como protagonista del futuro de la convivencia y recoge una iniciativa que arrancará este mismo año bajo el nombre 'Desarrollar el proceso de reflexión y debate Juventud, convivencia y futuro'.
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