Covite exige al Gobierno Vasco que retire sus testimonios del programa Herenegun!
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo vuelve a rechazar la unidad didáctiva sobre la historia de ETA y advierte del peligro de llevarlo a las aulas porque a pesar de los cambios «siguen falseando el relato«
Covite pide al Gobierno Vasco que retire de la unidad didáctica Herenegun! los testimonios de Concepción Fernández y Antonio Recio, miembros de la ... junta directiva del Colectivo de Víctimas del Terrorismo que aparecen en el segundo de los documentales porque estos vídeos «no están hechos para escrutar la realidad del terrorismo y sus consecuencias, y así deslegitimarlo, sino para incluirlo como un elemento más del agitado periodo de la transición». Ambos relatos, pertenecientes a la viuda de un guardia civil y al hijo de un policía nacional asesinados por ETA, fueron incluidos en el nuevo Herenegun! que la secretaría general de Derechos Humanos que dirige Jonan Fernández dio a conocer el pasado miércoles. «No queremos que sus testimonios estén presentes en este falso relato», defiende la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez.
El colectivo de víctimas vuelve a rechazar el programa Herenegun! que recoge la historia del terrorismo y la violencia y que el Ejecutivo vasco llevará a las aulas el próximo mes de abril a través de un proyecto piloto en ocho centros vascos. Ordóñez advierte del peligro de llevarlo a las escuelas porque a pesar de los cambios «siguen falseando el relato del terrorismo de ETA». Remarca que haber añadido unos testimonios y acortado otros «no soluciona nada». «En su momento planteamos una enmienda a la totalidad de 'Herenegun!' porque toda la unidad didáctica estaba construida sobre la teoría del conflicto de ETA. Y tras los cambios sigue estándolo», apunta.
«El hilo conductor de 'Herenegun!' no debería ser el análisis de un periodo convulso, sino las motivaciones de los que lo convulsionaron», lamenta Ordóñez, que, tras visionar los documentos audiovisuales, considera que no se analiza que ETA «quiso acabar con la pluralidad de la sociedad vasca y expulsar de ella a los ciudadanos no nacionalistas vascos, y que para ello asesinó a los representantes políticos no nacionalistas, a sus afiliados, simpatizantes y votantes, y a las personas que garantizaban su seguridad». En su explicación, Covite añade que las motivaciones y las ideas que llevaron a ETA a matar «no quedan deslegitimadas en ninguno de los documentales porque, sencillamente, no están descritas y mucho menos analizadas».
De este modo, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo no apoya las reformas introducidas en 'Herenegun!' y critica que los materiales educativos del Gobierno Vasco siguen sin abordar una cuestión fundamental: «La de por qué mataron los terroristas de ETA». Por ello, exige que el proyecto no salga adelante y no sea llevado a las escuelas, «ya que sigue falseando el relato de lo que han sido ETA y sus consecuencias». «ETA mató porque quería imponer un proyecto político nacionalista vasco radical. Y, para conseguir sus objetivos políticos, produjo víctimas. Los documentales no abordan esta cuestión», remarca Covite.
Ordóñez considera que 'Herenegun!' persiste en «contradecir» los principios inspiradores de la Ley 4/2008 de 19 junio de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo que defiende el significado político de las víctimas de ETA haciendo hincapié en que en la sociedad vasca no cabe un «proyecto político de nacionalismo radical que conlleve totalitarismo identitario y exclusión por negación de la libertad de identidad».
El colectivo hace hincapié en que, al «entremezclar» el terrorismo ejercido por ETA con la represión del franquismo, las denuncias por torturas y abusos policiales, «como si existiera un nexo de unión entre todo ello», se borra el «significado político» de las víctimas de ETA. «Presentar en el mismo plano los testimonios de exmiembros de ETA y de dirigentes de la izquierda abertzale con los de las víctimas y de aquellos que han defendido el Estado de derecho es una forma de sustentar la teoría del conflicto político, y de que ETA es una consecuencia de ese conflicto», critica Ordóñez. «Con este empate se elude abordar las causas reales de victimación de ETA y se resta importancia a que el proyecto político de ETA -antidemocrático, se defienda con terrorismo o sin él– sigue vivo en las instituciones y en la calle, y a que por esta razón la izquierda abertzale no reniega de ETA», insiste.
Ordóñez expone también que Hasier Arraiz o la portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao Jone Goirizelaia, entre otras voces de la izquierda abertzale que aparecen en los vídeos, «no pueden deselgitimar a ETA porque en la actualidad siguen justificando a ETA y trabajando por conseguir sus objetivos políticos». «Es inadmisible que aparezca Goirizelaia en uno de los documentales justificando que la izquierda abertzale no condenase los asesinatos de ETA. Y que se presente a Arnaldo Otegi como a alguien que decidió apostar por las vías democráticas», censura.
A su juicio, «el discurso de ETA sigue vivo y en los documentales aparecen quienes lo defienden, sin que aparezca nadie que lo rebata y decodifique su aberración moral y política». También critica que se sigan presentando la Ley de Partidos y las distintas actuaciones judiciales para luchar contra el terrorismo «como medidas con carácter autoritario cuyo objetivo era perseguir a intelectuales nacionalistas, y no como medidas necesarias para hacer frente al terrorismo y a quienes lo alentaban política y socialmente».
Califica de «déficit inadmisible» que «se pase por alto el carácter totalitario del proyecto político que intentó imponer ETA utilizando el terrorismo y el daño causado en su conjunto a la democracia española».
Covite cree que Herenegun! elude que «la oposición al nacionalismo estuvo acosada y amenazada, que el ataque contra el pluralismo político fue explícito y letal». En ese terreno remarca que cuando se relatan los asesinatos de Gregorio Ordóñez, hermano de la presidenta de Covite, y de Fernando Buesa no se pone en boca de nadie que ellos representaban «la oposición a ETA, a Herri Batasuna y al nacionalismo». A su juicio, tampoco se explica que hubo «una respuesta ciudadana ante esa realidad de imposición del nacionalismo, como fue ¡Basta ya! o el Foro Ermua». Covite concluye que le «preocupa mucho» ver que el Gobierno Vasco sigue en «su empeño de presentar un relato que, de facto, propicia la exculpación histórica de ETA».
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