«No tengo ninguna duda de que el hombre de Feijóo en Euskadi soy yo»

– Juanma Moreno ha logrado un triunfo histórico en Andalucía con un discurso de centro derecha moderado. ¿Seguirá su estela?

– El PP ha sido el partido moderado y tranquilo en esta tierra. Somos los únicos que defendemos la democracia, la libertad y la Constitución. Esto supone defender a España, al País Vasco, a Europa y también los fueros y el Estatuto de Gernika... Somos vasquistas, españolistas y europeístas. Algunos intentaron que el PP desapareciera del País Vasco, pero resistimos desde la moderación del centro derecha.

– Usted es beligerante con el nacionalismo, pero podría darse el caso de que Feijóo necesite los votos del PNV e incluso de EH Bildu para acceder a la Moncloa. ¿Tendrá que modular el discurso frente a estos partidos para no romper puentes?

– Feijóo jamás pactará con EH Bildu porque si lo hiciera yo no estaría en el PP. Esa es una línea roja que nunca traspasará nadie del partido y menos un presidente del PP de España. EH Bildu es un partido legal, así lo decidieron algunos jueces, pero no es democrático porque no condena los asesinatos de ETA.

–¿Y con el PNV?

– Ojalá no haya que pactar con ellos, por eso necesitamos que los españoles nos den una mayoría absoluta, como en Andalucía. Sánchez carece de ella y se está cargando el socialismo por pactar con ERC o con EH Bildu, cuyo objetivo es destrozar España.

— Pero imagínese que para que Feijóo alcance la presidencia le hacen falta los votos de EH Bildu o la abstención. ¿Renunciaría a la presidencia?

– Estoy convencido de que no pediría su apoyo. Es política ficción.

– Para que Feijóo logre una mayoría amplia en el Congreso necesita que el PP vasco repunte y ustedes han perdido 200.000 votos desde 2000. ¿Cómo van a revertir la situación?

– Solucionando los problemas reales de los vascos. La gente no se levanta por la mañana pensando en el nuevo estatus. Lo que quieren los ciudadanos es que se les baje el recibo de la luz, el precio de la gasolina o de la bombona de butano, y los impuestos. El PP apuesta por esta línea, mientras que el PNV se niega, además de haberse convertido en la respiración artificial de Sánchez. La gestión del PNV es pésima. El oasis vasco es un espejismo, como saben bien los comerciantes, los hosteleros, los sanitarios, los autónomos o los empresarios a los que se machaca. Y no nos olvidemos de que el PNV traiciona en cuanto puede. Lo hizo apuñalando a Rajoy por la espalda en la moción de censura.

– Sin embargo, según algunos estudios, el 30% de los votos del PP vasco han ido a parar al PNV. ¿Por qué?

– Sí, porque en un momento dado ese votante encontró refugio en el PNV, pero esas personas se están dando cuenta de que ese partido es un riesgo para Euskadi y para España.

– El PNV ha ocupado la centralidad del tablero político. ¿Cómo lo van a desplazar?

– Ya lo hicimos en su día. Fuimos el segundo partido de Euskadi. En las próximas elecciones municipales y forales tenemos que comenzar a atraer ese voto. El PNV se ha radicalizado. Ortuzar lo ha definido como un partido de izquierdas, verde y defensor de la autodeterminación. Prefiere parecerse a EH Bildu que ocupar la centralidad. Al votante que es limítrofe entre el PP y el PNV no le puede gustar que este último esté mirando constantemente por el retrovisor qué hace la izquierda abertzale.

– ¿Algún ejemplo?

– Egibar está apostando por un nuevo estatus de ruptura y también ha dicho que el que no sabe euskera no es vasco. La estrategia del PNV ha sido sacar a su dóberman porque ve que también tiene un voto fronterizo con EH Bildu que se le puede escapar.

– ¿Cabe la posibilidad de que el PP llegue a algún acuerdo amplio con el PNV en Euskadi?

– Ya hemos pactado en diversas ocasiones. Si tengo que llegar a un acuerdo será con un proyecto de país que deje de lado los delirios independentistas y las imposiciones en el euskera. En el caso de los presupuestos, hemos tendido la mano con dos premisas, la bajada de impuestos y usar los remanentes para los sectores que más lo necesitan. En los de 2021 presentamos 1.500 enmiendas y no se aprobó ni una, y en los de 2020 fueron 850, con igual resultado. En este lo volveremos a hacer y veremos la actitud del PNV. La realidad es que quieren acordarlos con EH Bildu y pagárselo luego con el nuevo estatus y la Ley de Educación.

– Las elecciones forales y municipales serán en mayo. El último Sociómetro prevé para ustedes la pérdida de un concejal en Donostia y quizá el único juntero en Gipuzkoa. ¿Les dará tiempo a frenar la caída?

– Nos mantenemos prácticamente como estábamos, pero no hay que olvidar que esa encuesta la encarga el Gobierno Vasco. El Sociómetro en todas las encuestas del PP falla más que las escopetas de feria. Son como los 'tezanos' de aquí. Hay gente que las lee y se parte de risa. Va a haber un efecto Feijóo y un efecto del trabajo del PP en el País Vasco que, aunque se encuentra en la oposición en las instituciones, se está dejando la piel.

– ¿Este efecto Feijóo se notará ya en las forales y municipales?

– Estoy convencido. La política son olas. Ya ha ocurrido en Andalucía. España vive un terremoto político. El PP está recogiendo votos de Ciudadanos, de Vox, del PSOE y aquí en Euskadi recuperará los que se han ido al PNV. Muchos ciudadanos vascos ya están cansados del nacionalismo obligatorio que lleva a romper con España y con Europa. Quiero salir a ganar. Hemos bajado muchísimo, nos hemos estancado y ahora toca subir.

– Si el resultado es malo, será usted quien pagará las consecuencias...

– Cuando estás al frente de un partido, sabes a lo que atienes. Llevo muchos años en política y he visto de todo. No se puede pedir lo mismo al PP del País Vasco, Navarra o Cataluña que al de Andalucía, Valencia o Galicia. Sabemos en qué terreno de juego nos movemos, pero tiene razón Feijóo cuando dice que los presidentes regionales de los partidos no estamos para ganar congresos, sino para ganar elecciones. Mi objetivo es mejorar los resultados en las de 2023, porque si no mi discurso sería derrotista.

– Si no consigue esta subida, quedaría en una situación de debilidad de cara a revalidar el liderazgo del PP en el congreso regional pendiente de celebrar.

– Evidentemente, quedaríamos en situación de debilidad. Estás en política para mejorar los resultados y, como en las empresas, si no lo consigues se cambia la dirección. Por lo menos, nadie me podrá decir que nuestra presencia pública no es constante, superior a la de otros partidos con más representación que la nuestra.

– ¿Pero, si no se traduce en votos, se sentiría con fuerzas para volver a presentarse para liderar el PP vasco?

– No pienso en candidaturas ni en el congreso, estoy centrado en lograr los mejores resultados. La decisión la tomarán mis compañeros, no los medios de comunicación ni otros partidos. Nadie va a decirnos lo que debemos hacer.

–¿Cuenta con el apoyo de Feijóo?

– El vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, dijo recientemente en Bilbao al comité de dirección que el hombre de Feijóo en el País Vasco es Iturgaiz. Si lo dice él, yo no tengo ninguna duda. Las personas de Feijóo somos en este momento las que estamos en la dirección, porque si no se habrían producido cambios.

– El congreso del PP vasco se ha vuelto a retrasar. ¿Hasta cuándo?

– La dirección nacional quiere centrase en las elecciones.