EH Bildu evoca la memoria de Txiki y Otaegi para reivindicarse como «foco antifascista de resistencia»
En un acto en Donostia convoca su manifestación anual para el 22 de noviembre en Bilbao y activa a su militancia para que sea «una acción masiva de reafirmación nacional y antifascista»
Como si de un acto de precampaña se tratara, con el Peine del Viento de San Sebastián como escenario y arropado por cargos y militantes, ... EH Bildu se ha reivindicado este miércoles como «foco antifascista de resistencia» bajo «el viento de libertad» que representa la memoria de Txiki y Otaegi, los últimos fusilados del franquismo. La coalición soberanista ha comparecido para convocar su manifestación anual para el 22 de noviembre en Bilbao que pretende ser «una acción masiva de reafirmación nacional y antifascista».
Coincidiendo con el aniversario del fusilamiento de Lauaxeta, tal día como hoy de 1937, EH Bildu ha presentado la campaña de verano que desembocará en la manifestación nacional que celebrará la izquierda soberanista bajo el lema 'Euskal Herria askatasun haizea'. Previamente a la movilización, EH Bildu va a realizar una campaña de comunicación y activación de la militancia con el objetivo de reivindicar «la identidad nacional y la soberanía del pueblo vasco».
El secretario de Acción Política de EH Bildu, Arkaitz Rodriguez, ha explicado que en la recta final de 2025 se celebrarán tres aniversarios de gran significado político: el 50 aniversario del fusilamiento de Txiki y Otaegi, la muerte de Franco y la coronación de Juan Carlos I de Borbón. Este triple aniversario, ha apuntado, se desarrollará en un contexto «excepcional», con el nuevo mandato de Trump que ha dado «un paso de gigante a la reaccionaria internacional y a su agenda autoritaria, antidemocrática y oligárquica, aumentando las preocupaciones, los malestares y los miedos, que de otra manera eran evidentes en amplios sectores sociales».
Con España y Francia también «reforzando el bloque reaccionario y la creencia de que, con la ayuda de estos vientos internacionales, no tardarán en llegar a los gobiernos de ambos estados». Y con el debate sobre el reconocimiento nacional y el estatus político de Euskadi abierto, con distintas intensidades y ritmos. «En el caso de Hego Euskal Herria, todas las fuerzas políticas que están llamadas a participar en un posible acuerdo sobre un nuevo estatus político están de acuerdo en que ahora es el momento de intentar ese posible consenso y de poner en marcha el proceso político-institucional que, en su caso, le correspondería».
Rodriguez ha remarcado que en un debate abierto sobre el modelo territorial en España y los estatus políticos de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra, «reivindicaremos que Euskal Herria es una nación compuesta por siete herrialdes y que, como nación, se le debe el derecho a decidir libre y democráticamente su futuro». Reclamarán también «la necesidad de que en esta coyuntura política, económica y social, los vascos tengamos la máxima soberanía posible para hacer frente con éxito a los retos colosales que tenemos como pueblo y construir un proyecto nacional justo, democrático e igualitario que sea refugio de las y los trabajadores y los sectores populares en general».
Además, coincidiendo con que 50 años de la muerte de franquismo que dejó «atado y bien atado» la necesidad y la posibilidad de liberarlo, insistirán en la necesidad de seguir potenciando el «viento de libertad» que impulsaron Txiki y Otaegi.
El dirigente abertzale ha indicado que la transición democrática española fue «una transacción». «No hubo ruptura democrática. El régimen del 78 asumió y mantuvo los pilares del franquismo: la unidad territorial de España, la monarquía, el capitalismo, la impunidad franquista. Los franquistas de la víspera se convirtieron en los demócratas de siempre al día siguiente». En ese sentido, ha manifestado que el franquismo «se mantuvo atrincherado en diversos aparatos de Estado, como lo demuestran los asesinatos de Brouard y Muguruza, entre otros», ha expresado. Ahora, ha remarcado, 50 años más tarde «hay que decirlo claramente: no se puede parar el bloque reaccionario de una vez por todas sin romper con el franquismo y sin una profunda democratización del Estado español; y no se puede hacer una profunda democratización del Estado sin reconocer y respetar la identidad nacional y el derecho a decidir de Euskal Herria y del resto de los pueblos».
Con todo, a su juicio, 50 años después, el reto es «el mismo que entonces«. »Por un lado, dejaron atado y bien atado su liberación; superar el régimen del 78 y conquistar la libertad y la soberanía de Euskal Herria». Para hacer frente a los retos «colosales» que apuntan por delante, se debe «poner en marcha un nuevo impulso nacional como el que hace 50 años fue capaz de poner en marcha la generación de Txiki y Otaegi».
Como último objetivo ha citado la oportunidad de «homenajear a las víctimas del fascismo español, homenajear a la resistencia y la lucha antifascista y hacer un refrendo antifascista». Se trata de rendir tributo «a todas las víctimas vascas del fascismo español», que cifrran en «17.000 víctimas del golpe de estado fascista de Franco y de la posterior represión franquista; los tres miembros de Txiki, Otaegi y FRAP; Santi Brouard, Josu Muguruza y el resto de víctimas del terrorismo de Estado».
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