El preacuerdo que ayer tarde cerraron PNV y PSE para garantizar la gobernabilidad en las diputaciones forales y municipios de Euskadi es una nueva apuesta ... por la estabilidad institucional que ambos partidos han hecho gala en los últimos años. Esta fórmula de colaboración política volverá a ser una referencia a la hora de armar el futuro Gobierno Vasco, salvo sorpresa mayúscula. Jeltzales y socialistas suscribieron hace cuatro años un acuerdo similar para las instituciones locales, que fue refrendado un año después para dar solidez al Gobierno de Lakua, pese a que les faltaba un escaño para la mayoría absoluta en el Parlamento Vasco. Un acuerdo transversal de dos partidos con conceptos diferentes de país, que incluso pactan sus diferencias para evitar erosionar la estabilidad de su acción de gobierno. La envidia del presidente Sánchez.
A pesar de que en los últimos días se habían aireado tensiones innecesarias en relación al caso de Irun, que finalmente se sofocaron tras la retirada de la candidatura jeltzale que despeja la reelección de Santano, las aguas volvieron a su cauce. Las ejecutivas de PNV y PSE, cada una desde diferentes parámetros, han neutralizado en principio cualquier tentación de que se rompiera algún jarrón de forma indebida antes de cerrar el preacuerdo que se selló ayer. Ahora el camino de la colaboración vuelve a abrirse para los dos partidos en un escenario bien diferente, ya que los socialistas están a punto de consolidar el poder en la Moncloa -aunque tendrá que resolver el sudoku de la investidura-, después de que Sánchez ganase una moción de censura 'in extremis' y se impusiera con holgura en las generales del 28-A. Quedan cuatro años por delante de Gobierno de Sánchez y el PNV volverá a situarse como socio preferente con sus seis decisivos escaños. El desarrollo íntegro del autogobierno está en una agenda vasca que Urkullu volverá a abrir ante el presidente tras su investidura. El compromiso socialista con el PNV quedó patente ayer cuando Ábalos, tras corregirse a sí mismo, eligiera sin pestañear los seis escaños jeltzales sobre los dos de Navarra Suma. De paso, dejó vía libre para que su compañera Chivite intente gobernar en Navarra. Casi nada.
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