La crítica Raquel González, nueva líder del PP vizcaíno con el 56% de los votos
La concejala de Getxo se impone a Nerea Llanos en el congreso provincial
KOLDO DOMÍNGUEZ
Viernes, 9 de junio 2017, 20:23
Al final fueron 73 votos. 317 frente a 244. Una diferencia más amplia de lo que esperado y que ayer a las ocho de la tarde convirtió a la concejala en Getxo Raquel González nueva presidente del PP de Bizkaia. El 56% de los afiliados que asistieron al congreso territorial celebrado en el Palacio Euskalduna se decantaron por el proyecto «renovador y de cambio» liderado por la concejal de Getxo, que se mostró eufórica hasta el llanto al conocer los resultados.
González es la cabeza visible del sector crítico vizcaíno, enfrentado desde hace cinco años al 'aparato' oficial de Antón Damborenea y que aglutina a todos aquellos descontentos por la gestión, el reparto de puestos y las formas del ya expresidente territorial. Ese afán por finiquitar la etapa Damborenea -Llanos era considerada su sucesora- es el que ha impulsado su campaña y el que ayer logró movilizar a muchos afiliados de Getxo y Barakaldo, feudos tradicionales del sector crítico, así como de otras localidades de Margen Izquierda que se sentían «desatendidos» por la dirección.
«Escuchar y dar la participación a todos con los que se está de acuerdo y a los que no», resumió González en su discurso de presentación de candidatura como una de las claves de su propuesta. «Quiero renovar los equipos y lograr un partido abierto, flexible, atractivo, cercano, que recupere la ilusión de los simpatizantes por sentirse parte de algo y que nos haga sentirnos orgullosos. Convertirnos en una alternativa real y nos partamos la cara contra nacionalismos y populismos», explicó la concejala de Getxo. Finalmente su apuesta de rechazar la oferta de última hora de acuerdo con Llanos auspiciada por Alfonso Alonso le salió bien. Apostó por la presidencia y ganó. En el partido, ayer incluso se habló del 'efecto Pedro Sánchez' para explicar el resultado. El resultado de ayer supone un cambio histórico en los equilibrios de poder no sólo del PP vizcaíno -Bilbao sucumbe frente a las márgenes- sino en el vasco. González era la candidata del poderoso aparato alavés, que en los últimos cinco años mantenía un enfrentamiento soterrado con el vizcaíno.
De la mano de González accederán a la dirección territorial nombres de larga trayectoria en el PP, pero que habían perdido protagonismo -o directamente habían sido defenestradas- en la etapa Damborenea: Esther Martínez, Cristina Ruiz, Carlos García, Gonzalo Machín -que será el nuevo secretario general- o Carlos Iturgaiz, que deberá compaginar las tareas de eurodiputado con su nueva labor en Bizkaia. Además, en el equipo de trabajo de González también estarán Pilar Aresti, Ascen Pastor y Marisa Arrúe, una de las principales promotoras de la candidatura ganadora.
Si González y su equipo era ayer la cara de la alegría, la de Nerea Llanos reflejaba decepción absoluta. En apenas tres meses ha perdido la secretaria general regional y no ha logrado la presidencia territorial, en ambos casos a manos de representantes del sector crítico. Y es que Amaya Fernández, su sustituta como 'número 2' de Alfonso Alonso, recibió ayer con indisimulada euforia el resultado de las urnas. Ella habría sido la candidata a la presidencia vizcaína de no haber estado en la dirección regional y, pese a ser neutral durante la campaña, nunca ocultó su preferencias por González.
Fractura interna
A la nueva presidenta se le plantea un arduo trabajo por delante. De puertas para fuera, deberá enderezar el deprimido rumbo electoral del partido y ganar peso político y social en una Bizkaia «en la que el PNV lo copa todo». Pero si esa tarea se plantea difícil, mucho más será la que le espera de puertas para dentro. «Si los compañeros asesinados por ETA, que son nuestros verdaderos héroes, estuvieran viéndonos ahora, estarían avergonzados», aseguró desde la tribuna Nacho Toca, líder provincial de Nuevas Generaciones. Y es que ayer se pudo comprobar en el Euskalduna que el partido está resquebrajado por la mitad. No por el 43% de votos logrado por Llanos, que también, sino por las disputas e inquinas personales larvadas durante años.
Como reclamó Alfonso Alonso en su discurso final, los populares vizcaínos deberán «portarse mejor a partir de mañana» y «dejar en el pasado las cuestiones que os hayan separado». La nueva presidenta hizo un llamamiento a «olvidar los pequeños rifirrafes y a empezar de cero». «Unidos somos más fuertes. Integrando y sumando. Voy a intentar construir el PP más abierto y fuerte que hayamos conocido», dijo.
De su capacidad para limar asperezas e integrar en la dirección a parte del equipo de Llanos dependerá que el congreso de ayer suponga un punto de inflexión -para bien- del PP de Bizkaia y deja atrás los enfrentamientos internos para recuperar la unidad perdida hace cinco años. O en cambio, agranda aún más la fractura existente y mantiene a la formación en luchas intestinas que le seguirán pasando factura en las urnas.
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