Colectivos de la Iglesia vasca creen «frustrante» que los obispos calificaran de «insuficiente» el desarme de ETA
Les piden que exijan un cambio en la política penitenciaria" y reconozcan "a todas las víctimas de un conflicto que parece no interesa resolver"
europa press
Lunes, 3 de abril 2017, 13:43
Comunidades Cristianas Populares, Herria 2000 Eliza y Coordinadora de Sacerdotes creen "dolorosamente frustrantes" las palabras de los obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria, Mario Iceta, José Ignacio Munilla y Juan Carlos Elizalde, respectivamente, en la que calificaron de "insuficiente" el desarme de ETA y reclamaron su disolución.
En este sentido, reclaman a los prelados que exijan "la desaparición de todas las violencias e injusticias culturales, políticas, judiciales, policiales", incluidas "la tortura y malos tratos", y, en especial, en la política penitenciaria". Asimismo, solicitan que "tengan en cuenta y reconozcan a todas las víctimas de un conflicto que parece no interesa resolver".
A través de un comunicado, estos colectivos de la Iglesia vasca aseguran que la decisión del desarme de ETA es "una importante y decisiva oportunidad para afrontar las diferentes dimensiones y causas del conflicto histórico, y poder así superar los efectos desoladores de enfrentamientos y violencias generadores de tantas víctimas y sufrimientos a lo largo de este prolongado periodo".
"Queremos mirar con esperanza y determinación al futuro para restañar las rupturas sociales producidas. Deseamos impulsar un proceso de construcción de la paz y de reconciliación y llegar a una sociedad normalizada en justicia y paz", aseguran.
Para ello, señalan que "es necesario abrir horizontes de convivencia, justicia y reparación con todas las víctimas". "Es lo que esperamos gran parte de la sociedad vasca y muchas personas y grupos cristianos", manifiesta.
En este sentido, subrayan que, "ante esos deseos vivamente sentidos" y por los que han trabajado "durante años, las recientes declaraciones de los obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria" les han resultado "dolorosamente frustrantes y parciales, alineadas con el poder central".
"Reflejan las posiciones de un sector, no recogen el sentimiento y deseos sinceros de otras muchas personas. Son, a nuestro entender, un reduccionismo que solapa responsabilidades de la Iglesia vasca subrayando 'el influjo nocivo de la ideología de ETA en la religiosidad de la juventud vasca y en el horizonte vocacional'", aseveran.
Comunidades Cristianas Populares, Herria 2000 Eliza y Coordinadora de Sacerdotes señalan que "las razones de la ruptura con la Iglesia de un amplio sector juvenil son de índole muy profunda y amplia en la que la misma Iglesia vasca es también responsable".
Por ello, estiman que afirmar que "la única respuesta que la sociedad espera es la disolución definitiva de la banda terrorista ETA porque su mera existencia es una amenaza no corresponde con la gravedad y amplitud del problema y con el sentir de la mayoría" de pueblo vasco.
"Recordamos a nuestros obispos lo que sus antecesores afirmaron: 'La pacificación de este país entraña la desaparición de ETA, pero los problemas que es preciso resolver para alcanzar la paz no terminan ahí. Para comprender y sortear las dificultades para la paz en nuestra tierra es preciso enfocar correctamente otra realidad que viene de lejos. Todos hemos de ser artífices y beneficiarios de la paz que necesitamos y anhelamos. Lejos de empecinarse en cualquier proyecto excluyente, este país necesita un proyecto integrador'", indican.
Peticiones a los obispos
Estos sectores de la Iglesia vasca apuntan que, por tanto, coherentes con su compromiso "en la búsqueda de la paz desde la justicia", piden a los obispos "que, sin dependencias interesadas, desde la libertad evangélica y profética, promuevan un diálogo honesto y abierto con todas las tendencias de la Iglesia vasca, evitando posicionamientos parciales", añaden.
También piden que "asuman una autocrítica de sus silencios ante flagrantes injusticias y apertura al diálogo sereno y respetuoso, sin exclusiones, entre todas las partes implicadas, como vía de resolución del conflicto, en la que todos" sean "agentes activos".
Asimismo, les exige que reclamen "la desaparición de todas las violencias e injusticias culturales, políticas, judiciales, policiales (tortura y malos tratos) y, en especial, en la política penitenciaria", además de "tener en cuenta y reconocer a todas las víctimas de un conflicto que parece no interesa resolver".
"Por nuestra parte, como miembros de la Iglesia en Euskal Herria, ofrecemos, como siempre lo hemos hecho, nuestra disposición para colaborar en el esclarecimiento de las injusticias cometidas en el irresuelto conflicto político lo cual exige la memoria, la verdad, la justicia y reparación, asumiendo las respectivas responsabilidades", subrayan.
Además, muestran su "apoyo decidido y colaboración a todos aquellos colectivos sociales y políticos que trabajen con honestidad y sinceridad para ir construyendo un futuro de convivencia, de paz y reconciliación".
"También apoyamos los pasos y acuerdos institucionales para un avance positivo y necesario en el proceso de construcción de la paz desde la justicia y la conciliación", destaca.
Por último, desean que "la Iglesia en Euskal Herria, pidiendo perdón por sus culpabilidades, fomente una auténtica espiritualidad reconciliadora y ofrezca su colaboración sincera para clarificar la verdad histórica, y conseguir el reconocimiento y reparación de todas las víctimas con compromisos eficaces y solidarios a fin de construir la paz desde la justicia".