La mancomunidad única de Iparralde cree que el recurso en su contra no prosperará

El largo y difícil camino para lograr la mancomunidad única para el País Vasco francés sigue adelante y afronta la recta final con un obstáculo inesperado. Tres alcaldes opuestos a la institución única para Iparralde, los de Saint-Palais, Armendaritze y Lüküze, han recurrido ante el Ministerio de Interior francés para que anule el proyecto, pese a que los impulsores han cumplido los dos requisitos que pedía el Gobierno galo: el apoyo de al menos la mitad de los 158 ayuntamientos y que éstos representen a la mitad de los alrededor de 308.000 habitantes.

Con la victoria garantizada, aunque quedan 53 consistorios por votar de aquí a final de mes, los alcaldes partidarios de la que sería la primera institución que uniría a Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa, fusionando las diez mancomunidades existentes en la actualidad, confían ahora en que esa demanda sea desestimada. Argumentos tienen para pensar que pueda ser así. Primero, el citado cumplimiento de las condiciones impuestas por la Prefectura dependiente de París. Además, los alcaldes de los principales municipios opositores, como Biarritz o Anglet, han expresado su intención de respetar el resultado del referéndum. Y por último, el prefecto de Pirineos-Atlánticos, Pierre-André Durand, avalado por el primer ministro Manuel Valls, no cree que las objeciones del recurso, referidas a posibles ilegalidades en el perímetro de la nueva mancomunidad, tengan el suficiente fuste ni sean ajustadas a derecho.

No obstante, el procedimiento judicial podría retrasar la puesta en marcha de la mancomunidad única, prevista para el 1 de enero de 2017, y ha logrado el primer objetivo de enrarecer el clima político en Iparralde. La plataforma Batera, defensora histórica de una institución única para el País Vasco francés, ha calificado esta semana de «vergonzosa» la actitud de los tres alcaldes y cree que responde a un interés de colocarse lo mejor posible en el futuro reparto de escaños en la nueva institución.

Y es que la mancomunidad contará con una nueva institución, el Consejo Comunitario, en el que participarán un representante de cada pueblo (158), además de otros 74 delegados a repartir entre los municipios de mayor población, para un total de 232 miembros. Todos ellos serán elegidos democráticamente. Se formará una comisión permanente con 59 integrantes más el presidente de la misma. El nombre oficial de la mancomunidad será el de Euskal Herri Elkargoa o, en francés, Communauté Pays Basque.

Siete competencias

Siete serían las competencias que tendría el nuevo órgano: desarrollo-económico, movilidad y transportes, vivienda y ordenación del territorio, medio ambiente, cultura, política lingüística y política social. Contará con un presupuesto anual de unos cien millones de euros y seguirá en el departamento de Pirineos Atlánticos, dentro de la gran región de Aquitania, Limousin y Poitou-Charentes.

Además se crearán dos polos territoriales para aminorar la brecha económica entre la zona de costa, donde están las principales ciudades y el turismo potente (Biarritz, Baiona, San Juan de Luz o Hendaia) y las localidades del interior, principalmente de Baja Navarra y Zuberoa, caracterizadas por una economía más rural, y donde el euskera tiene un gran arraigo social. Un pequeño cambio también para los más de cinco mil guipuzcoanos que residen al otro lado de la muga, principalmente en Hendaia.