Creo que hay dos tipos de personas: las que recuerdan capítulos de su pasado con solvencia notarial -recuerdan la ropa que llevaban el primer día ... que fueron a la autoescuela, por ejemplo- y las que apenas recordamos datos concretos sobre nada. La memoria de las personas del primer grupo es figurativa; la nuestra, impresionista. Tanto es así que a veces tengo la sensación de no haber estado presente en los acontecimientos más importantes de mi propia vida; sin embargo, sí recuerdo, como todo el mundo, momentos felices y momentos dolorosos.
No somos capaces de precisar fechas, pero noto cómo se me encoge el estómago con ciertos recuerdos, como si en lugar de tener la memoria en el cerebro la tuviera en la tripa, y quizá por eso cueste tanto digerir algunos momentos, a pesar de que nos digamos a nosotros mismos que olvidemos, que cómo puede ser que duela aún, que ha pasado demasiado tiempo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
