Mr. PelOTAN y el Rey Bronceador

La anécdota viene al hilo del espectáculo que esta semana han ofrecido los líderes del antes llamado 'mundo libre' oficiando como serviles cortesanos del presunto emperador de Occidente. Ridículo anticipado ya en vísperas, cuando el 'premier' británico perdió los papeles ante Trump. En realidad, fue al magnate mandarino a quien se le cayeron varias hojas del acuerdo comercial entre Estados Unidos y Reino Unido presentándolo a la prensa, pero Starmer cometió la torpeza de apresurarse a recogerlas del suelo mientras el yanqui permanecía impasible. La imagen de su jefe de Gobierno acuclillado cual sumiso bedel ante el patrón americano hirió al orgullo británico.

Luego vino la cumbre de la OTAN, y más de lo mismo. Todos los dirigentes se hospedaron en hoteles, excepto Trump a quien se reservó una suite de honor en el Palacio Real de La Haya donde fue atendido personalmente por el monarca y su familia. Buscando evitar que el Gengis Kan de la Quinta Avenida se irritase, las/los 31 dirigentes políticos se postraron a sus pies: todos sus histrionismos eran celebrados y aprobadas cada una de sus intervenciones, incluso cuando arreciaba en ataques hacia la Unión Europea. Por supuesto, doblaron la cerviz ante la exigencia de que gastemos la intemerata en comprar armamento 'made in USA'. Y el que se achante ya puede ir preparándose, ¿oíste, Pedro?

Lametraserillos número 1, el secretario general de la organización se ha coronado como 'Mr. PelOTAN'. «Vuelas hacia otro gran éxito en La Haya. Europa va a pagar a lo GRANDE, como debería, y será tu victoria. Vas a lograr lo que NINGÚN otro presidente estadounidense consiguió en décadas», le escribió Rutte con caracteres a la medida del líder mayúsculo.

Igual que el Rey Sol pretendiéndose un Horacio apareció como plumáceo macarrónico, el Rey Bronceado al exhibirse como emperador se ha puesto en evidencia como un burdo matoncete. Con amigos así, ¿para qué necesitamos enemigos? (Otra cosa es que a los europeos nos sobren motivos para el bochorno).