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Esa imagen de Oriol Junqueras, dándole, descaradamente, la espalda al lunático de Quim Torra, mientras Carles Puigdemont se aprieta una cena en Berlin, retrata de manera fehaciente la fractura abisal dentro del propio independentismo.

No hay estrategia que se perciba, salvo la rutina propia del ...

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