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El hombre es un lobo para el hombre». Dicha frase, resumida y extendida de ese modo, legitimó la animadversión del ser humano hacia el lobo, ... ya que la animadversión del ser humano hacia otro ser humano ya estaba creada, acuciada y acrecentada por actuaciones propias, sin que mediara en ellas conductas de los animales. La elevó a teoría política Hobbes, justificando así la necesidad de un poder superior, civil y absoluto, que evitara, por la fuerza si fuera preciso, las contiendas, trifulcas y guerras inherentes, no solo entonces, al ser humano.
En la antigua Roma, en la época supuesta de Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una loba, la especie lobuna tuvo buen predicamento. Se le consideraba un animal sagrado, y, como todo lo sagrado, objeto de adoración y también de temor. Los antiguos romanos organizaban fiestas, homenajeando al lobo. Más tarde, sin que se sepa el momento exacto, el lobo se convirtió en enemigo de la humanidad, y se procedió a su eliminación, que no se ha consumado. La figura del licántropo u hombre lobo, inventada, en cierto sentido, y exaltada por los escritores románticos, igual que la figura de Drácula y la del monstruo Frankestein, en un intento de mostrar la inmensidad de los poderes de la naturaleza y su perversión, contribuyó a extender la inquina hacia el lobo, y también hacia los vampiros, y todo aquel animal que no se plegara a los deseos humanos de domesticación y uniformización del mundo. Actuaron, antes, de igual forma contra la herejía, la brujería, la homosexualidad, conductas, entonces, criminales, y, en algún caso, nefandas.
El lobo, como especie, estaba protegido por las leyes estatales, desde el año 2021. Un decreto posterior ha rebajado esa protección y ya se permite su caza, en determinadas épocas y en algunas zonas de la península. El lobo es un animal resistente, que se adapta muy bien al medio en que habita; por eso es tan difícil verlo. Es astuto, nunca ataca de frente; es social, cuando caza lo hace en manada; pero no es gregario. Los lobos solitarios no abundan. Pero las armas de caza modernas matan todo. La pregunta es por qué ese odio atroz al lobo. Los problemas actuales de la humanidad, guerras, cambio climático, contaminación, explotación excesiva de los recursos, superpoblación, no han sido causados por los animales.
La frase original de Plauto, escritor romano anterior a Cristo es: «Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro».
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