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Udalatx, impresionante regalo a la vista
La gran mole de piedra caliza ofrece unas espectaculares vistas de todo lo que le rodea, mientras los buitres surcan su cielo
Un enorme buitre mostraba sus esplendorosas alas, recorriendo en cuestión de segundos, metros y metros mientras inspeccionaba cada milímetro que encontraba bajo él. Cerca escuchábamos el grito insistente de lo que supusimos era una cría hambrienta a la que su progenitor debía saciar con el resto de carroña que localizara en los alrededores de la pared rocosa de Udalatx (1.120 m.).
Esta abrupta cumbre de las peñas del Duranguesado nos ofreció una hermosa estampa de todo los rincones que surcan los ríos Deba e Ibaizabal a sus pies. Una ascensión bastante exigente durante buena parte del trayecto, que nos acercó hasta su cumbre desde el barrio arrasatearra de Udala, pero que nos dejó un magnífico sabor de boca.
La cima arrasatearra se encuentra entre los territorios de Bizkaia y Gipuzkoa. Cima que presenta perfiles distintos, pero muy característicos desde cualquier lugar desde donde se alcance localizar. Hay incluso quien desde Anboto consigue ver la figura de un gran fraile recostado, en la silueta aserrada que logra identificar.
Su ascensión se puede realizar desde varios lugares, pero en este caso optamos por subir por el barrio arrasatearra de Udala. Después de llegar al mismo, dejamos a la izquierda la iglesia de San Esteban hasta llegar al aparcamiento, situado a unos 400 metros, frente al restaurante Uxarte. En el mismo parking se encuentran unos paneles informativos que nos indican las rutas a seguir, así como las características del monte, terreno y otros muchos datos.
Comenzamos la caminata siguiendo la senda que nos conduce a la peña. Poco a poco sentimos que la pendiente se intensifica, mientras nos adentramos en el bosque que desde la lejanía marca una línea verde casi regular, sobre el gris de la piedra de Udalatx. Pronto llegamos a un depósito de aguas donde se bifurca el camino que debemos seguir hasta nuestro objetivo.
Continuamos por la derecha, hasta llegar a un cruce que nos propone seguir a la izquierda hasta llegar a una borda. Poco a poco avanzamos, dejando la borda a la izquierda. La ruta está marcada debidamente y no presenta ninguna complicación siguiendo el camino marcado por el paso de los mendizales o senderistas que visitan a menudo la cima.
INFORMACIÓN MIDE
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Acceso: Para llegar a Arrasate se puede acceder por la AP-8 o la N-1. Después deberemos seguir la GI-355 tres kilómetros para llegar a Udala
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Horario: El paseo desde Udala ronda las cuatro horas de manera tranquila. El recorrido no es muy largo pero exige cierto fondo físico y cuidado por las características del terreno.
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Distancia: 11 km.
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Desnivel positivo: 768 m
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Severidad del medio: 4
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Dificultad orientación: 3
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Dificultad del terreno: 4
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Esfuerzo necesario: 4
Hermoso encinar
Pronto llegamos a una nueva bifurcación y en este caso seguimos a la derecha, donde ya la subida es algo más que exigente. La belleza del entorno es una excusa perfecta para hacer un alto en el camino mientras disfrutamos de las vistas o del característico encinar cantábrico que se encuentra en la falda de Udalatx. Encinar que cuenta con la coscoja (Quercus coccifera). La coscoja, que es una variedad de tamaño más pequeña que la encina (Quercus ilex), es propia del clima mediterráneo. Se trata de un tesoro natural que vivía en aquella ladera desde épocas pasadas con un clima más cálido que el actual.
Udalatx cuenta con un importante e interesante encinar, que se ha preservado también por estar situado en una zona escarpada, según apunta José Antonio Aperribay, botánico de Bergara.
Además, revela también las contradicciones de ese hermoso arbusto que se encuentra en la zona llamado madroño en castellano y gurpitza en euskera. Según destaca Aperribay «aparece en la zona costera de Gipuzkoa y también hay bastante en este barranco. Prefiere los climas templados, pero, por otro lado, existe en climas más extremos como el de Madrid, la ciudad del oso y del madroño, en otro tiempo más abundante que en la actualidad. Por ello fue elegido para figurar en el escudo de la ciudad».
Por lo tanto, el ascenso nos permite disfrutar de la rica variedad botánica que se encuentra en la zona, además de la paisajística. Poco a poco, mientras hemos logrado acceder a la línea de la arista sureste siguiendo el camino que realizando un zig-zag continuo, nos ha permitido superar la cuesta que tiene un más que considerable desnivel. Detrás de la zona boscosa, siguiendo esta línea, llegamos a un amplio canal herboso que accede a la parte superior del monte.
A la izquierda queda la Cruz, a 1.073 metros de altitud y visible desde el valle, y a la derecha la cima principal de Udalatx. Unos cuantos metros separan una de la otra, pero la visita a la Cruz merece la pena para poder disfrutar de las bellas vistas que ofrece el montículo de piedra. Regresamos los metros que nos han llevado hasta la misma y comenzamos el ascenso a la cima de Udalatx, situada unos 250 metros más al NW.
En la zona se encuentra una cueva que, según la creencia popular, sirve de morada de Mari. La diosa madre goza de unas vistas espectaculares desde la boca de la misma y la frescura de su interior nos invita a permanecer en ella, mientras un grupo de ovejas hacen lo mismo contra las frías paredes de roca caliza que le dan forman.Continuamos nuestra ruta hasta llegar a las ruinas del santuario de la Ascensión (1.020 m.), habitado al parecer siglos atrás por monjes eremitas allá por el siglo XI. Ya en el año 1570, Esteban de Garibay menciona la basílica que se alzaba en el increíble paraje lejos de todo resto de civilización. Del templo, que era de nave única, perduran solo los restos arquitectónicos de su planta rectangular de 20 por 6 metros, con 5 contrafuertes -de 1,55 por 1,50 metros de grosor- en cada una de las fachadas orientadas al suroeste (principal) y noreste (posterior).
Los monjes eremitas vivían de este modo aislado de la vida mundana. Según el testimonio de los vecinos, los monjes atraían las bendiciones sobre los campos mediante conjuros y oraciones y cuando abandonaron definitivamente el monasterio, «vinieron tempestades desusadas, fríos... y en los 7 años siguientes no maduraron los maíces y hubo pésimas cosechas en toda la comarca». Las ruinas de este antiguo templo religioso se mezclan con el verde y las piedras naturales del monte, pero son fáciles de localizar. Aunque la ermita fue demolida en 1773, los vecinos de Gesalibar, Garagartza y Udala continuaron subiendo hasta entrado el siglo XX.
Continuamos nuestro camino hasta llegar a nuestro objetivo, lo hacemos tras superar el último tramo de la pendiente que nos ha hecho sudar la camiseta y alcanzamos la cima de Udalatx, donde nos encontramos un buzón, el punto geodésico, una mesa de orientación y una segunda cruz. Allí, solo nos queda recuperar el aliento y disfrutar de las vistas. Espectaculares. 360 grados de belleza natural en bruto. Desde la cima podemos ver perfectamente una preciosa estampa de Anboto y un buen número de montes, sierras y cumbres que podremos identificar gracias a la mesa que se encuentra en la zona. Lo que nos lleva un buen rato, pero después de reponer fuerzas e hidratarnos emprendemos el camino de regreso que realizamos en este caso por donde hemos subido, regresando al parking de Udala.