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Oindolar, tras el canto del cuco
La subida a esta bonita cima supone la segunda marcha del programa de salidas montañeras guiadas de esta primavera
El canto del cuco nos acompañó en varios momentos de la salida de esta semana a Oindolar. El cuco y el buen tiempo, que nos permitió disfrutar de un paseo tranquilo, pero con recompensa porque según la creencia popular disfrutaremos de fortuna al menos un año ya que contábamos con unas monedas en los bolsillos. Además, dicen que escucharlo es señal de que hemos superado otro invierno, lo cual nos agrada igual más que lo primero, sobre todo viendo lo visto que está el monte y sus bosques en estos momentos.
Damos fe de ello desde la explanada de Oindolar (435 metros de altitud), cima que está unida al resto de la alineación montañosa Uzturre-Ipuliño por el collado Onddobe (363 m.). Ambas, Uzturre e Ipuliño, son las cimas más destacadas de la línea de montes que los unen. Uzturre con 730 m. e Ipuliño con 930 m. La primera mira a Tolosadea y al Hernio y la segunda, a Leitzaran y la línea del Adarra, sin olvidar Buruntza, AiakoHarria y otros muchos.
Hasta la cima de Oindolar acudiremos en la segunda salida de esta temporada de Mendira partiendo desde el parking cercano al restaurante Txertota de Andoain. Un recorrido sencillo de 7,5 kilómetros que nos conducirá por pistas forestales hasta la gran explanada de hierba desde donde disfrutaremos de magníficas vistas.
INFORMACIÓN MIDE
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Acceso: Seguimos la N-1, para llegar hasta Amasa-Villabona. Desde allí nos dirigimos al parque de Otsabi.
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Horario: El paseo desde el parque de Otsabi ronda las 3 horas a un ritmo tranquilo. Muy recomendable para hacer en familia con posibilidad de comer en varios parques en la zona.
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Distancia: 10km.
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Desnivel positivo: 422m.
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Severidad del medio: 2.
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Dificultad orientación: 2.
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Dificultad del terreno: 2.
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Esfuerzo necesario: 2.
Repleta de tesoros
Las principales cumbres del cordal son Uzturre (730 m), por encima de Tolosa y el venerado santuario de Izaskun; Urdelar (852 m), Larre (802 m), con su ermita de San Lorenzo, y finalmente, Ipuliño (930 m), por encima del puerto de Gorosmendi (490 m). Hay que indicar que existen dos altos separados por una distancia de algo más de 2 kms. El más septentrional es San Antón (490 m.) porque es el nombre de la ermita cercana, sobre la que, en una colina cercana, se alza otra ermita má, la de San Sebastian (529 m.). Al SE de este paso, antes de alcanzar la muga con Nafarroa, tenemos el puerto de Urto (490 m.).
Todas estas cimas y otras muchas rodean a la protagonista de esta semana. Según los expertos, «en la zona se da el contacto entre las placas Ibérica y europea, cuya colisión dio lugar a los procesos orogénicos que constituyeron los montes Pirineos. La falla de Leitza es la expresión geológica de dicho fenómeno, reconocible como una estrecha banda ininterrumpida a lo largo de 45 Km., entre Tolosa y Elizondo. Al N de la falla queda la unidad geológica denominada 'Macizo de Cinco Villas' o Bortziriak, y al Sur, dentro de la placa ibérica, el llamado 'Manto de los Mármoles' o 'Macizo de Aldude', que constituye la terminación de los 'Montes Vascos' para dar paso a los Pirineos. El cordal Uzturre-Ipuliño se enmarca dentro de este límite geológico, en la terminación occidental del macizo de Bortziriak».
El cordal Ipuliño-Uzturre posee algunos monumentos megalíticos, aunque se han encontrado en mucha menor abundancia que al otro lado del valle de Leitzaran. La estación megalítica de Belabieta está situada en el cordal Uzturre-Ipuliño, entre los ríos Berastegi y Leitzaran. Está compuesta por el dolmen de Oindolar I; dolmen de Oindolar II; dolmen de Oindolar III; dolmen de Oindolar IV; dolmen de Gorosmendi; dolmen de Basaburu; dolmen de Loa; túmulo de Itxupeaka, túmulo de Loa I; túmulo de Moa y túmulo de Beibatari. Entre todos ellos también se puede disfrutar del dolmen de Belabieta txiki. «Este dolmen tiene un túmulo circular, de 10 m de diámetro y 0,50 m de altura. Tiene tres losas de pie, orientadas al N-S (SSE según los excavadores), que forman una cámara rectangular abierta. Las dos losas laterales tienen una ligera inclinación hacia el interior. Fue descubierto por J. M. de Barandiaran en 1922. Excavado por T. de Aranzadi, J. M. de Barandiaran y E. Eguren en 1922. En su interior se encontraron un raspador; un microrraspador; una lámina rota retocada; una laminilla retocada; una lasca. Entre la cerámica localizada se registraron dos fragmentos de cerámica basta y lisa, así como objetos de adorno como una cuenta de material frágil, dos fragmentos de azabache y restos faunísticos de mamíferos, en concreto tres molares de Bos taurus. Datados entre el neolítico y el bronce», recoge Xabier Cabezón en su página web.
En el caso de Oindolar, en su cumbre se encuentra un conjunto de cuatro dólmenes pertenecientes a la estación megalítica de Belabieta. Todos ellos están localizados y señalizados por diferentes mojones con su placa.
Desde Otsabi parkea
Oindolar cuenta con numerosas rutas que nos conducen hasta su cima. Partir desde el parking cercano a Txertota es una opción. Otra es acudir al parque Otsabi de Amasa-Villabona. Aparcamos en la carretera cercana y nos dirigimos hacia el barrio Otalarre y siguiendo la pista asfaltada llegamos al caserío Pasus con su característico buzón. Avanzamos sin gran dificultad hasta llegar a Bordabekoa y continuar por la pista cementada. Vemos Buruntza en frente. Tomamos la pista a la derecha en Maramendi hasta llegar al puente sobre la A-15 y continuamos por la pista forestal que nos conduce de manera tranquila hasta nuestro objetivo.
Sin darnos cuenta accedemos al parque de Lasturre con su bonito refugio y el conjunto de mesas en las que poder pasar un bonito día en plena naturaleza con la familia. Optamos por seguir las marcas blancas y amarillas que a través de diversas pistas nos guían hasta Mandabieta, donde el Ayuntamiento de Amasa-Villabona ha plantado gran número de árboles, 5.150 robles, concretamente. Avanzamos por la pista dejando a un lado el cruce que nos conduce por el canal. Vemos en un árbol las marcas en cruz, blancas y amarillas. La pista nos lleva hasta el collado de Oindobea. Seguimos por la pista y vemos la loma de Oindolar por la que ascendemos de manera tranquila hasta llegar a su punto geodésico. Una vez en él, disfrutamos de las vistas.
Preciosa perspectiva que nos permite contemplar hasta San Sebastián a un lado y todo Lei-tzaran al otro, sin olvidar Hernio, Gazume... Descendemos hasta el collado para tomar la pista a Amasa, siguiendo las indicaciones del poste vertical. Un descenso tranquilo que en cuestión de una hora nos lleva al parque nuevamente.