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Belabieta, el silencio petrificado
La caminata de hoy nos ha acercado a una discreta cima que ofrece unas preciosas vistas y una tranquilidad sorprendente a pesar de su ubicación
Una densa nube blanca cubre Tolosaldea. El cielo azul contrasta con el blanco nuclear de la esponja de algodón que vemos a nuestros pies. Nos fascina la bucólica imagen que nos muestra las cimas principales de la comarca y nos hace olvidar la torres de cemento, las carreteras... Impresionante.
En esta ocasión nos hemos acercado hasta Belabieta (608 m.), tras haber visitado la cruz de Uzturre y su buzón, disfrutando de una salida tranquila. Un paseo de esos que merece la pena hacer, aunque no sea una cima destacada por sus buenas vistas. Despejada cumbre redondeada en el cordal Uzturre-Ipuliño. La cima de Belabieta queda al Oeste del paso de Belabieta, que la separa de los cordales del monte Urdelar (852 m.).
Belabieta permanece discretamente silenciosa sobre el valle de Berastegi, Berrobi, Elduain. A un lado discurre el río Zelai y al otro Leitzaran. Rodeado de importantes cimas que gozan de gran popularidad entre los mendizales como son Uzturre (730 m.) e Ipuliño (930 m), bien merece una mención siquiera para una salida sencilla en una mañana de domingo.
Las principales cumbres del cordal son Uzturre (730 m), por encima de Tolosa y el venerado santuario de Izaskun, Urdelar (852 m), Larre (802 m), con su ermita de San Lorenzo y, finalmente, Ipuliño (930 m), por encima del puerto de Gorosmendi (490 m). Hay que indicar que existen dos altos separados por una distancia de algo más de 2 Km. El más septentrional es San Antón (490 m.), porque es el nombre de la ermita cercana, sobre la que, en una colina cercana, se alza otra ermita más; la ermita de San Sebastian (529 m.). Al SE de este paso, antes de alcanzar la muga con Nafarroa, tenemos el puerto de Urto (490 m.).
Todas estas cimas y otras muchas rodean a la protagonista de esta semana. Según los expertos, «en la zona se da el contacto entre las placas Ibérica y la placa europea, cuya colisión dieron lugar a los procesos orogénicos que constituyeron los montes Pirineos. La falla de Leitza es la expresión geológica de dicho fenómeno, reconocible como una estrecha banda ininterrumpida a lo largo de 45 Km., entre Tolosa y Elizondo. Al N de la falla queda la unidad geológica denominada 'Macizo de Cinco Villas' o Bortziriak, y al Sur, dentro de la placa ibérica, el llamado 'Manto de los Mármoles' o 'Macizo de Aldude', que constituye la terminación de los «Montes Vascos» para dar paso a los Pirineos. El cordal Uzturre-Ipuliño se enmarca dentro de este límite geológico, en la terminación occidental del macizo de Bortziriak».
Joyas interesantes
El cordal Ipuliño-Uzturre posee algunos monumentos megalíticos, aunque se han encontrado en mucha menor abundancia que al otro lado del valle de Leitzaran. La estación megalítica de Belabieta está situada en el cordal Uzturre-Ipuliño, entre los ríos Berastegi y Leitzaran. Está compuesta por el dolmen de Oindolar I; dolmen de Oindolar II; dolmen de Oindolar III; dolmen de Oindolar IV; dolmen de Gorosmendi; dolmen de Basaburu; dolmen de Loa; túmulo de Itxupeaka, túmulo de Loa I; túmulo de Moa y túmulo de Beibatari. Entre todos ellos también se puede disfrutar del dolmen de Belabieta txiki. «Este dolmen tiene un túmulo circular, de 10 m de diámetro y 0,50 m de altura. Tiene tres losas de pie, orientadas al N-S (SSE según los excavadores), que forman una cámara rectangular abierta. Las dos losas laterales tienen una ligera inclinación hacia el interior. Fue descubierto por J. M. de Barandiaran en 1922. Excavado por T. de Aranzadi, J. M. de Barandiaran y E. Eguren en 1922. En su interior se encontraron un raspador; un microrraspador; una lámina rota retocada; unalaminilla retocada; una lasca. Entre la cerámica localizada se registraron dos fragmentos de cerámica basta y lisa, así como objetos de adorno como una cuenta de material frágil, dos fragmentos de azabache y restos faunísticos de mamíferos, en concreto tres molares de Bos taurus. Datados entre el neolítico y el bronce», recoge Xabier Cabezón en su página web.
Información MIDE
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Acceso Para llegar a Izaskun hay que abandonar la N-1 en la salida 436 y acceder al barrio de Santa Lutzia, para seguir por la carretera GI-3421
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Horario: El recorrido desde Izaskun pasando por Uzturre ronda las tres horas y media-cuatro, a un ritmo tranquilo. No hay prisa y merece la pena disfrutar del entorno
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Distancia 10,7 km
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Desnivel positivo 445 m
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Severidad del medio 2
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Dificultad orientación 2
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Dificultad del terreno 2
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Esfuerzo necesario 3
La proximidad entre sí de los monumentos incluidos en la estación megalítica «ha hecho que se agrupen para su estudio como una unidad. Es preciso destacar la total ausencia de cromlech en esta estación, cuando la divisoria opuesta del Leitzaran (estación megalítica de Onddi-Mandoegi) está plagada de ellos. La parte de la sierra en la que se encuentran los monumentos está compuesta por areniscas triásicas. En la parte NW del cordal (calizas jurásicas y de la base del Cretácico) no se conocen monumentos».
Desde Izaskun por Uzturre
Iniciamos ruta en el parking existente junto a la ermita de Izaskun. Desde allí nos dirigimos hasta Uzturre, vivistando primera su enorme cruz y algo más arriba su buzón, oculto entre la maleza, pero localizablee gracias al punto geodésico que lo sitúa, así como los buzones que se encuentran en la cima. Disfrutamos de las vistas que nos permiten ver Hernio, Gazume, Buruntza... sobre la nube de algodón que cubre la villa tolosarra.
Continuamos la caminata por una zona de pastos donde algunas vacas se nutren del preciado manto verde, que tras un verano seco, va recuperando su frescura. La caminata es tranquila e interesante disfrutando de unas magníficas vistas en una fresca mañana de otoño en la que el sol nos acompaña y anuncia que al mediodía calentará.Vemos una puerta metálica que atravesamos para después seguir una pista de piedra en descenso. De manera tranquila avanzamos hasta llegar al collado de Akolodi. Allí, nos encontramos una bifurcación para seguir de frente, en dirección SE. El lugar es muy especial y merece la pena disfrutar de la belelza del entorno.
Pozo a poco, llegamos por una zona despejada el collado y nos situamos en un cruce de caminos. Giraremos a izquierda, dirección Este/Noreste, para dirigirnos hacia la cima del Belabieta. Mirando arriba al fondo, si el tiempo está despejado, vemos la cima y vértice geodésico del monte. Desde allí, toca parar para contemplar los valles que le rodean con Berastegi a un lado y otras localidades de Tolosaldea que se encuentran a sus pies. Qué decir de todas las cimas que divisamos y nos hacen sentirnos tan privilegiados...
La ruta es sencilla, pero merece la pena, ya que sin darnos cuenta hemos hecho unos kilómetros sin demasiada dificultad. Para volver a Izaskun, optamos por retornar al collado Akolodi Una vez allí, giramos a la izquierda. Por pista de buen suelo de piedra. A lo largo del recorrido encontramos marcas de pintura blancas y amarillas de la PR GI 115 y también rojiblancas de la GR 285 que nos van a conducir a Izaskun. A la vuelta reparamos en el bonito caserío Orita baserria, con un gran escudo. Después avanzamos por la carretera hasta llegar a Izaskun, donde podemos degustar un pintxo.