Pakistán nomina a Donald Trump para el Nobel de la Paz
El primer ministro, Shehbaz Sharif, aprovechó su turno en la Asamblea General de la ONU para agradecerle así su papel mediador en el conflicto con India
El primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, se convirtió ayer en el tercer líder mundial, después de los de Israel y Camboya, en nominar formalmente al ... presidente Donald Trump para el Nobel de la Paz, como avanzó su gobierno el sábado pasado en una publicación de X al destacar «su gran visión estratégica y liderazgo durante un momento de elevada turbulencia regional».
Lo hizo durante su intervención desde el estrado de la Asamblea General de la ONU, un día después de ser recibido por el magnate republicano en el Despacho Oval. «Reconozco la contribución hermosa y extraordinaria del presidente Trump en nuestra región del mundo», declaró. «Por ello, lo proponemos para el Premio Nobel de la Paz. Es lo mínimo que podemos hacer».
Su agradecimiento se deriva del papel que jugó el presidente estadounidense para obtener un alto al fuego durante los ataques militares de India en Cachemira, una de las siete guerras que el mandatario estadounidense se precia de haber terminado. Esa narrativa, que India rechaza, pero ha sido amplificada en los medios oficiales pakistaníes, busca fijar la imagen de Trump como un mediador eficaz en el mundo mediante su intervención personal en los conflictos, que se contrapone a la falta de resultados que atribuye al multilateralismo.
Acuerdos comerciales
«Creo realmente que es un hombre de paz», aseguró el primer ministro pakistaní. Como hombre de negocios, Sharif ha conectado con Trump durante la primera visita de estado que realiza un mandatario de su país a la Casa Blanca desde 2019. La apuesta pakistaní contrasta con el rechazo de India a la mediación estadounidense, pero el encuentro geopolítico de EEUU y Pakistán tiene también un trasfondo comercial: EEUU es el principal mercado de las exportaciones pakistaníes, y una fuente clave de inversión extranjera. Ambos países firmaron en julio pasado un acuerdo comercial que fija los aranceles estadounidenses en un 19% e incluye su participación en el desarrollo de las reservas petrolíferas de Pakistán.
El país asiático firmó, a su vez, la semana pasada un acuerdo defensivo con Arabia Saudí, por lo que, con el apoyo de EE UU, tiene ahora una posición de fuerza para negociar con India, que pasa por momentos bajos en su relación con Washington. La Casa Blanca hizo partícipe a Sharif de la reunión que mantuvo esta semana el presidente con los jefes de Estado de ocho países musulmanes para compartir su solución a la guerra de Gaza.
Pakistán es también la puerta de entrada para algo en lo que Trump tiene un interés renovado: la base aérea de Bagram en Afganistán. Sin los accesos logísticos y de sobrevuelo hacia Afganistán que proporciona, cualquier operación sobre Bagram sería inviable.
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