Miren Vives: «Mucha gente del mundo de la moda y el diseño llama 'peregrinar' a venir al museo Balenciaga»
Directora de Cristóbal Balenciaga Museoa ·
El museo reabre con la muestra 'Cristóbal', que se mantendrá hasta fin de año, como eje central de un 'año Balenciaga' marcado por el Covid-19La necesidad de adaptarse a circunstancias complicadas y seguir remando a pesar de la mar adversa no es una novedad para Cristóbal Balenciaga Museoa. Nadie ... imaginaba, en cualquier caso, que las olas que prácticamente han sepultado la primera mitad del que iba a ser el 'año Balenciaga' y han condicionarán fuertemente la segunda fueran a alcanzar semejante envergadura. A las puertas de la reapertura, anunciada para el próximo martes, 2 de junio, Miren Vives adelanta los planes para lograr que la relevancia de Cristóbal Balenciaga, en el 125 aniversario de nacimiento, se imponga a las dificultades de un año inusual.
– ¿En qué condiciones y con qué espíritu reabre el martes el Museo Cristóbal Balenciaga?
– El museo abre las puertas con ilusión y con responsabilidad. Nuestra arquitectura de espacios amplios y la filosofía de la visita al museo permiten adaptarse de forma bastante natural a los protocolos de seguridad que se exigen a los museos. Se han reforzado, por supuesto, los protocolos de limpieza y desinfección, se ha restringido el aforo con entradas por tramo horario, adaptado la zona de recepción y temporalmente se han suspendido algunos servicios de uso no individual, como las visitas en grupo. Otros servicios, como las audioguías, se han sustituido por aplicaciones que los visitantes pueden descargar en sus propios teléfonos.
– El programa expositivo para 2020 estaba minuciosamente diseñado pero la primera gran exposición del año, 'Cristóbal', quedó confinada cuando apenas llevaba dos semanas abierta. ¿Cómo han reorganizado el programa?
– Reabrimos la exposición 'Cristóbal', que en seis salas del museo acerca, a través de piezas de indumentaria, de fotografías y de objetos personales del maestro, al Balenciaga más íntimo y desconocido. Estaba previsto que se clausurara el 21 de junio, pero la mantendremos hasta fin de año, y concentraremos en otoño gran parte de las actividades educativas que nos hemos visto obligados a cancelar.
– El Balenciaga es un museo que depende mucho de los visitantes internacionales, ¿en qué medida cree que le afectarán las limitaciones de movilidad provocadas por la pandemia?
– Todos estamos preocupados, a la expectativa, porque nadie sabe cómo van a ir las cosas, pero nosotros trabajamos con programas anuales, bianuales y trianuales, a largo plazo, independientemente de la coyuntura. Obviamente, nos tenemos que adaptar a las circunstancias, pero las grandes líneas de trabajo tienen que continuar conforme a lo previsto. Y una de esas grandes líneas es el I Congreso Internacional Cristóbal Balenciaga, programado para octubre. Siendo este un año de aniversario, hemos querido asegurarnos de que se celebre, pase lo que pase. El Congreso, por lo tanto, se hará. No podrá ser presencial, pero se realizará en formato virtual.
«Nos hemos asegurado de que se celebre, pase lo que pase. No podrá ser presencial, se realizará en formato virtual»
I CONGRESO SOBRE BALENCIAGA
– Ese congreso es una pieza clave en el 'año Balenciaga', concebido para revitalizar el interés en torno al modisto.
– Esa es nuestra intención. No queríamos celebrar este aniversario centrándonos sólo en lo expositivo, por más, que sea este el aspecto que hace más 'ruido'. Aunque Balenciaga es un tema sobre el que se ha dicho mucho, es importante recalcar que no se sabe todo, que quedan muchas áreas sobre las que investigar, recabar datos, comparar, interpretar… por aportar en ese proceso de patrimonialización que se produce desde que tras el cierre de los talleres, la indumentaria creada por Balenciaga deja de tener un valor de uso y se empieza a convertir en pieza de colección, algo que merece ser conservado para el futuro. El congreso es un hito importantísimo, porque si no se investiga, si el tema no está en las universidades, no se produce nuevo conocimiento en el universo Balenciaga. Nuestra labor investigadora como museo llega hasta un punto, pero hace falta una red académica para que también otros investiguen y surja un foro en el que se vuelque lo que se está haciendo internacionalmente.
– ¿Han recibido muchas propuestas de contenidos para el Congreso?
– Entre las propuestas hay mucha diversidad, porque el planteamiento era muy abierto, y eso nos abre muchos campos de trabajo, de estudio, para nuevos comisariados, nuevos temas... Somos un museo de autor, y en el ámbito expositivo siempre vamos a hablar de Balenciaga, pero ese ámbito se tiene que alimentar, y eso no es posible sin una base de investigación académica rigurosa.
– En su día se puso en duda la viabilidad de un museo de autor, pero parece que la realidad está desactivando aquellos prejuicios.
– Cuando se abrió vivíamos un 'boom' de museos muy ligados a factores turísticos. Se entendía que el recurso cultural tenía que tener un gran impacto económico y turístico, y todos teníamos ejemplos muy claros en la cabeza. Pero este museo, desde el momento en que se circunscribe a una persona y a una ubicación geográfica muy concreta, no puede ser eso. Cristóbal Balenciaga Museoa es otra cosa. Tiene una capacidad de atracción de público en la que todavía no hemos llegado al potencial máximo ni mucho menos, todavía nos queda mucho camino por recorrer, pero este museo tiene que ser sobre todo una referencia para el público especializado. No hablamos solo de expertos, sino de personas con un gusto y sensibilidad por la moda como manifestación cultural. Y, lógicamente, ese público especializado es un público internacional. Por supuesto, tenemos que dar servicio a la comunidad local y, como servicio a la sociedad, trabajamos una serie de conceptos transversales muy importantes que no están específicamente relacionados con Cristóbal Balenciaga pero sí con la necesidad de transformación de la industria de la moda como la sostenibilidad, el consumo responsable o el emprendizaje en moda. Pero además de eso, el museo tiene que ser, en su campo, una referencia internacional.
– ¿Y lo es?
– Sin duda. A nivel internacional, he oído más de una vez, a profesionales del mundo de la moda que a venir al museo, a este rincón de Gipuzkoa lo llaman «peregrinar». Quieren tener una experiencia, un acceso a una forma de presentar a Balenciaga y su obra que no es la que puedes encontrar en una exposición temporal en cualquier capital del mundo.
«Queremos ir más allá de la exposición efímera y generar un proyecto duradero basado en los valores de Balenciaga»
PROYECTO
– Dentro de esos visitantes internacionales –el 52% de los 54.000 que tuvo el museo en 2019–, hay algunos especialmente interesantes, y también muy famosos, aunque en ese sentido ustedes son más discretos que el propio Balenciaga.
– Así es. De las visitas de personas conocidas no solemos hablar, y ellos lo agradecen. Pero sí que nos gusta que hablen de nosotros... Y los que resultan especialmente interesantes para el museo son los visitantes relacionados con el proyecto 'Transmisiones'. Ya se han sumado al mismo 12 de las escuelas de moda más importantes del mundo de EEUU, Japón, Italia, Holanda, Finlandia, Inglaterra, Dinamarca… ¡Esos sí que vienen directamente a peregrinar! En la edición actual contaremos con casi 400 alumnos. Son jóvenes con muchísimo talento, los diseñadores de mañana, a quienes damos unas herramientas y unas posibilidades de análisis 'in situ' que nadie más les puede ofrecer. Somos pequeños, pero somos los únicos. Y esa es una de las formas más directas que tenemos para trabajar la referencialidad. Hablamos de alumnos, pero en el programa también formamos a los profesores e instructores de las escuelas que transmiten nuestra visión de Balenciaga. Son una parte importante y una gran puerta de acceso a ese público especializado que pretendemos atraer. Se trata de una comunidad que está muy dispersa internacionalmente, pero tienen muchos lazos entre sí, muy activa en redes, muy conectada. Tenemos claro que como tenemos que llegar a ellos es ofreciendo contenido digital de mucha calidad
– Cuando se produce la visita presencial, imagino que no se puede fallar.
– Ese es el reto de los sitios como este. Estamos donde estamos, fuera del circuito urbano de una gran ciudad. Es un 'one shot', no te la puedes jugar. La experiencia tiene que ser fantástica, porque si no lo es tienes un problema. En cinco años hemos aumentado la visita recurrente y poco a poco vamos teniendo un público que viene más de dos veces al año. Ese público no solo requiere una atención impecable, sino exposiciones que tengan más de un nivel de lectura y otro tipo de servicios que resulten atractivos, como visitas tematizadas o combinadas. Al final se trata de que se lleven algo de la experiencia que han vivido y les compense volver.
Los datos
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Apertura: El próximo martes, 2 de junio.
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Horario de apertura: En junio, julio y agosto, de 11.00 a 19.00 horas, de martes a domingo.
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Aforo: Se reduce al 50%, y el acceso se ha dividido en tramos horarios.
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Entradas: Se recomienda la compra de las entradas vía web (www.cristobalbalenciagamuseoa.com). Se aplicará un descuento del 15% en todas las tarifas.
– ¿La fuerza del legado de Balenciaga será suficiente para salir de este bache?
– En ese sentido Balenciaga es bastante único. Muy potente. Siempre genera interés. Hay otros legados que ya se están trabajando desde diferentes perspectivas desde hace tiempo, pero con otra visión. No tienen la óptica de la cultura y de lo público, sino la de la moda, que también es muy válida e interesante, pero no es comparable con lo que se hace en esta casa y con lo que queremos desarrollar en el futuro, que es precisamente ir más allá de la exposición efímera y generar un proyecto duradero basado en los valores de Balenciaga, pero aplicable a diversos ámbitos de la moda, el diseño y la sociedad. Y para eso hay que trabajar pensando en el largo plazo.
«Estamos a la expectativa, pero las grandes líneas de trabajo deben continuar»
DESTINO OBLIGADO
«En el décimo aniversario nos gustaría hacer un esfuerzo en el ámbito local»
Este no parece el momento más adecuado para pensar en celebraciones, pero volveremos a la rutina anterior al coronavirus, o a algo que se le parezca mucho, y es previsible que lo hagamos con más ganas de disfrutar que nunca.
La crisis sanitaria global ha deslucido el arranque del 125 aniversario del nacimiento de Cristóbal Balenciaga. La excelente muestra 'Cristóbal', dedicada al Balenciaga más personal, apenas permaneció abierta 15 días y, naturalmente, ha sido necesario reajustar el programa expositivo, pero los responsables del Museo Balenciaga, además de gestionar la complicada situación post-confinamiento, tienen la atención –y probablemente también parte de su esperanza– puesta en dos citas: el ya mencionado congreso de octubre y el décimo aniversario de la inauguración del museo, que se cumple en 2021.
Una conmemoración con motivo de la cual, como afirma Miren Vives, «nos gustaría hacer un esfuerzo en el ámbito local. Hasta ahora hemos estado trabajando con el objetivo de lograr la referencialidad del museo, nos hemos dirigido preferentemente a un público especializado, con una vocación muy orientada al exterior. Creemos que llegar a los diez años es un momento muy adecuado no solo para hacer balance, sino también para devolver a nuestra comunidad el apoyo que nos ha dado. En ese sentido, si pensamos que el ámbito local tendrá más protagonismo».
Además de esa mirada al entorno mas cercano, para 2021 –a juicio de la directora del museo, «el año en el que el museo debería dar un salto cualitativo»– tienen prevista una programación excepcional de actividades y la ampliación de sus servicios, que ahora tendrá que adecuarse al impacto de la pandemia, que de momento es difícil de evaluar.
Austeridad y disfrute
No obstante, por muy austero y discreto que fuera el protagonista principal del proyecto, por mucho que prefiriera observar a ser observado, parece que un aniversario vinculado al mundo de la moda pide un poquito de glamour. ¿Lo tendrá?
«Si me lo hubieras preguntado hace unos meses seguramente te habría dicho que no. En esta casa te contagias del espíritu ascético y casi monacal de Balenciaga, pero ahora mismo veo necesario un equilibrio entre el trabajo intelectual y los momentos de disfrute, incluso de autohomenaje. Son igualmente válidos, no hay que menospreciarlos, porque son otra forma de transmisión, y ese es nuestro objetivo principal», afirma Vives.
La directora del museo también recuerda que «nuestros orígenes fueron complejos, por lo que lo primero que hemos hecho ha sido poner orden y consolidar la actividad. No nos hemos dedicado a vender aire y a utilizar palabras grandilocuentes, sino a dar pasos medidos y lógicos en un camino trazado con mucho cuidado». Pero, llegado el caso, «también podemos decir que han pasado 10 años, que aquí seguimos y seguiremos, poner en valor el trabajo hecho e ilusionar con lo queremos llegar a ser».
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