El arte del cuidado: cuando la belleza se convierte en un ritual
Los Beauty Days de San Sebastián Moda Festival regresan a Garbera con dos jornadas dedicadas al cuidado personal y al bienestar, en una invitación a redescubrir los gestos diarios desde la calma, la innovación y la conciencia
Iker Elduayen
Domingo, 19 de octubre 2025, 09:58
Hay gestos que se repiten cada mañana, casi de forma inconsciente. Aplicarse una crema, perfumarse, maquillarse, cepillarse el pelo… pequeñas acciones que, aparentemente, pueden parecer triviales, pero que hacen del cuidado personal un proceso. Un lenguaje íntimo que habla de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, de cómo decidimos empezar el día, de la forma en que nos miramos y dejamos que el mundo nos mire. Y esa es, al fin y al cabo, la esencia de los Beauty Days, ya consolidados en San Sebastián Moda Festival, que regresan a Garbera para celebrar el poder de los rituales cotidianos y su conexión con las emociones, la identidad y el bienestar.
Durante este lunes y martes 20 y 21 de octubre, Druni se transformará en escenarios de inspiración, donde el cuidado dejará de entenderse como una meta para convertirse en un viaje compartido. Dos sesiones abiertas al público -de 17.30 a 19.30 horas- en las que profesionales del sector guiarán talleres, demostraciones y experiencias sensoriales en torno al bienestar facial, corporal y capilar. Más allá de fórmulas o técnicas, la propuesta invita a reflexionar: ¿qué lugar ocupan nuestros rituales de cuidado en la vida diaria? ¿De qué modo las marcas que elegimos influyen en cómo atendemos nuestras propias necesidades?
Se experimentará el poder de la pausa, aprender a cuidar la piel y a entender que el bienestar se construye a través del olfato, el tacto y la respiración
La propuesta de Druni transita por la energía, la búsqueda de la innovación, la alegría de descubrir. Sus espacios reunirán a especialistas en maquillaje y cosmética que compartirán consejos para adaptar los productos a cada tipo de piel, a cada edad y a cada ritmo vital. Hablarán de fórmulas ligeras, de color, de expresión y de esa parte del cuidado que se asocia con la creatividad y la experimentación. Una muestra que convierte el maquillaje en revelación, en juego, en lenguaje, haciendo de la libertad una forma de equilibrio interior.
Entre la calma y energía
Estas jornadas nacen del cruce entre lo interior y lo visible, el ritual y la tendencia. En un mundo acelerado y saturado de estímulos, proponen una mirada más pausada y consciente hacia el bienestar, entendido como un diálogo entre cuerpo, mente y entorno. Porque no se trata solo de consumir productos, sino de elegir experiencias: fórmulas respetuosas con la piel y con el planeta, marcas que apuestan por la sostenibilidad, el origen natural de sus ingredientes y la ética en la producción. Druni ha sabido escuchar esa demanda creciente de una cosmética más responsable, que valora la transparencia y la coherencia tanto como la eficacia.
Esta reflexión se alinea con el espíritu de San Sebastián Moda Festival, que trasciende la pasarela para situarse en el terreno de la cultura. Porque el cuidado personal, al igual que el vestir, es también una forma de narrarse, de decir quiénes somos, qué nos importa y cómo queremos estar en el mundo. Estas sesiones se han convertido ya en una de las citas más simbólicas del Festival, al poner el foco en la dimensión humana del bienestar. Lo hacen desde un entorno cotidiano como Garbera, pero con la intención de educar, inspirar y acompañar, más allá del consumo.
El público que asista descubrirá que el cuidado personal es, en realidad, un territorio compartido, que hay tantas rutinas como personas, que no existen fórmulas universales, y que lo verdaderamente valioso no es imitar una tendencia, sino aprender a escuchar las necesidades propias a través de una atención personalizada. Druni enseña a atreverse y, junto con esas firmas que apuestan por detenerse, construye una narrativa completa y presenta un modo de entender el autocuidado que respira, evoluciona y se adapta.
Y es que, al fin y al cabo, ese es el verdadero mensaje de estas jornadas: cuidarse, en su aparente simplicidad, tiene un poder transformador. Una crema puede ser una caricia; un aroma, un refugio; y un color, una declaración. Y las marcas, cuando son coherentes y se convierten en aliadas del bienestar, pueden formar parte de nuestra biografía sensorial.
En un tiempo en el que la prisa parece imponerse a todo, esta cita reivindica el valor del detalle. Un recordatorio de que el cuidado, al igual que la vida, se construye en lo cotidiano. Y que en cada textura, perfume, espejo o simple gesto puede habitar algo más profundo que la apariencia: el deseo de estar bien.