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Zarautz y Donostia son los municipios costeros con el mayor número de reclamaciones de seguros por daños de tormentas. Este ha sido uno de los principales resultados de un estudio elaborado por el centro tecnológico, AZTI, que ha realizado un seguimiento durante tres años del impacto producido por los temporales en 13 playas vascas.
Los resultados, recientemente publicados en la revista 'Ocean and Coastal Management', subrayan la importancia de las características geomorfológicas, como la anchura y altura de la playa seca, definida como la zona de la playa por encima de la pleamar, y la altura de las barreras de defensa naturales como dunas y artificiales como muros, para una gestión costera efectiva.
Las trece playas objeto del estudio en Gipuzkoa fueron Saturrarán, Ondarbeltz, Deba, Itzurun, Santiago, Gaztetape, Malkorbe, Zarautz, Antilla y Hondarribia, además de las playas de La Arena, Arrigunaga y Arriatera, en Bizkaia. Dicho seguimiento se ha realizado con los datos de la red de videometría de la Costa Vasca, basada en la tecnología KOSTASystem, la cual cubre un tramo costero de 150 kilómetros y permite la monitorización simultánea de los principales arenales del litoral vasco.
Esta tecnología permitió al equipo de investigación de AZTI clasificar los arenales en tres categorías basadas en su respuesta a los temporales. En primer lugar, las playas dominadas por el impacto del oleaje en las barreras de defensa y la presencia de rebases. Un claro ejemplo fue la playa de Zarautz, donde la altura de la playa es inferior a 3.5 metros y la anchura de arena seca no supera los 30 metros. Este tipo de arenales son los que presentan una mayor vulnerabilidad a los daños durante las tormentas.
De hecho, la playa de Zarautz se ha reconocido como uno de los puntos de mayor vulnerabilidad en la costa vasca. En conjunto con Donostia-San Sebastián, ambos representan los municipios costeros vascos con el mayor número de reclamaciones de seguros por daños resultantes de tormentas.
Por otro lado, las playas con impacto ocasional del oleaje en las barreras de defensa como la de La Arena, en Bizkaia, representan una menor vulnerabilidad ante estos daños, ya que cuentan con una altura de playa de 4 a 6.5 metros y una anchura de entre 40 a 75 metros.
Finalmente, es estudio también ha revelado que playas como la de Hondarribia o Arrigunaga son las menos propensas a daños, ya que tienen poco impacto ocasional de oleaje debido a sus barreras de defensa, además de una altura de playa de hasta 7.5 metros de alto y una amplia franja de arena mayor a los 50 metros.
«El resultado de nuestras investigaciones destaca que cuanto mayor es el ancho y la altura de la playa seca y la altura de la barrera de defensa, mayor es la protección natural contra tormentas» afirma Aritz Abalia, experto en ingeniería costera y oceanografía operacional de AZTI. «Esto recalca la importancia de estos parámetros en la evaluación del impacto potencial de las tormentas a escala regional y subraya la necesidad de mantener estos valores, limitando la erosión, para proteger las zonas costeras», precisa.
«Nuestro trabajo destaca la importancia de utilizar tecnologías avanzadas para entender mejor los impactos de las tormentas y apoyar estrategias de gestión a nivel regional. Así mismo, esta investigación es también un paso relevante hacia la mejora de la resiliencia de la costa vasca, sentando las bases para el desarrollo de un robusto sistema regional de alerta temprana», concluye el experto de AZTI.
La red de videometría vasca de AZTI ha sido financiada por el Ayuntamiento de Zarautz, la Diputación Foral de Gipuzkoa y por la Diputación Foral de Bizkaia y la Autoridad Portuaria de Bilbao. Además de haber recibido financiación europea a través de los proyectos Urban Klima 2030 y Regions4Climate. Esta red además de en España, también se emplea en Francia y Marruecos para monitorizar la evolución de las playas, y para evaluar, anticipar y mitigar los impactos del cambio climático como la subida del nivel del mar y el oleaje extremo, además de controlar la afluencia a los arenales y mejorar la seguridad en las playas.
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