Xevi Verdaguer: «Se puede encontrar el equilibrio emocional a través de la alimentación»

- Se ha especializado en psiconeuroinmunoendocrinología, ¿en qué se basa esta disciplina?

- La PNIE es una modalidad de medicina integradora. Se trata de una disciplina que estudia las interacciones entre el sistema inmunitario, el sistema nervioso central y el sistema endocrino. Estos tres sistemas presentan una compleja red de conexiones. Básicamente, estudiamos a los humanos desde un enfoque global. Por ello, en mi equipo hay médicos, biólogos, fisioterapeutas, etc.

- ¿Qué relación hay entre las emociones y la alimentación?

- Está todo conectado, todo se cocina en el intestino. A través de la alimentación podemos llegar incluso a resolver enfermedades que antes pensábamos que eran crónicas. Nosotros podemos controlar nuestras emociones a través de la alimentación. Por ejemplo, es curioso observar que mucha gente con depresión padece de estreñimiento. Y son las mismas que suelen padecer dolores crónicos. Es más, mi primera pregunta para la gente que está deprimida y angustiada es cómo evacuan. Si tenemos problemas de estreñimiento, fabricaremos menos serotonina y, por consiguiente, aparecerán estos síntomas. Las personas con depresión y angustia tienen estreñimiento o alteraciones digestivas como colon irritable. Por lo tanto el intestino y las emociones van de la mano.

- Por lo tanto, ¿hay que integrar la salud intestinal a la salud emocional?

- Es fundamental la relación estrógenos-intestinos. Por ejemplo, cuando tienes la menstruación, tu intestino actúa de diferente manera. Cuando hay un exceso de estrógenos o se reabsorben en el intestino, favorecen la activación de las hormonas del estrés y del dolor crónico, inflamación intestinal, miomas, endometriosis, síndrome premenstrual. Esto no es ninguna casualidad, es normal tener por lo tanto estreñimiento y dolores menstruales.

- Si una mujer tiene problemas de menstruación, ¿qué tiene que hacer?

- Durante la menstruación los estrógenos están en los niveles más bajos del mes. En este caso, aconsejo una dieta, saludable, pobre en estrógenos y también en histamina, y también seguir un tratamiento personalizado para resolver el problema de forma individualizada. Algunos de estos alimentos a evitar son la leche de vaca y derivados, los cereales y los azúcares refinados, pan de harina blanca, etc. Al mismo tiempo también es importante hacer una dieta que reduzca los estrógenos, como por ejemplo: no tomar café, ni alcohol ni alimentos calentados en recipientes de plástico. En cambio, es bueno consumir dos infusiones por día de té verde, canela, y regaliz, brócoli germinado o bien cocido durante solo tres o cuatro minutos, remolacha, verduras crucíferas y aceite de lino de forma regular.

- ¿Qué opina sobre la denominación light que se utiliza para vender productos procesados?

- Estamos en un mundo en el que lo que prima es vender. Desde la revolución industrial la forma de comer de las personas ha cambiado muchísimo. Hay muchos azúcares añadidos y conservantes en la comida, todo porque las empresas necesitan vender. Si quieres que tu negocio funcione tienes que añadir ciertas sustancias.

- ¿Comer sin gluten es tan sano como se dice?

- Es sano para las personas diabéticas, para el resto de la población no. Antes creíamos que si todos dejábamos el gluten, todo mejoraba. Con el tiempo, las investigaciones han confirmado que no es cierto. Probar a llevar una dieta sin gluten sin un estudio personalizado o un análisis de heces es una locura.

- ¿Por qué a veces nos atiborramos de comida y otras nos castigamos?

- La serotonina es la encargada de regular nuestro estado de ánimo, nos quita la ansiedad y hace que estemos de buen humor. Cuando baja, tenemos más ansiedad y estamos de peor humor. Esto les suele pasar mucho a las mujeres cuando tienen la menstruación, ya que los niveles de serotonina bajan. En el caso de los hombres, al no tener que pasar por este ciclo, somos más estables en este sentido.

- Cuando hay problemas digestivos, ¿qué recomienda?

- Por lo general, un análisis de heces, una dieta baja en proteína animal y rica en fruta y verdura. Pero es muy importante individualizar los tratamientos y valorar la necesidad de diferentes pruebas para tener una visión bioquímica real de cada paciente.