El violador de Beasain tenía controlada a la víctima y actuó en cuanto supo que estaba sola
El acusado era el jefe del hermano de la joven y tenía las llaves del portal de la vivienda | El investigado continuaba ayer en dependencias de la comisaría de Tolosa y se espera que hoy pase a disposición judicial
El presunto agresor sexual de la joven de Beasain lo tenía todo preparado. Actuó a sabiendas de que la víctima se encontraba sola en ... su domicilio, que no iba a hallar resistencia alguna. Conocía que los restantes miembros de la familia con los que la chica vivía estaban ausentes. Lo tenía todo controlado. Hasta guardaba una copia de la llave del portal de la casa. Puede que llegara incluso a pensar que el delito quedaría impune, al igual que habría sucedido en otros casos similares que ahora la Ertzaintza investiga. Pero esta vez no fue así.
El agresor, de 35 años, de nacionalidad rumana y domiciliado en Ordizia, está casado y es padre de dos hijos. Se trata de una persona muy cercana a la familia de la víctima. El ahora arrestado es el titular de una industria situada en el polígono Zubierreka de Lazkao y tenía como empleado a un hermano de la joven agredida.
La víctima residía en Beasain, en la misma vivienda que su hermano, la esposa de éste y dos hijos. Además, en el inmueble vivía otra hermana de la joven asaltada. Las dos chicas trabajaban juntas en una empresa de la comarca. «Solían ir las dos en el mismo coche», afirmó a este periódico un allegado.
Fuentes cercanas a la familia indicaron que el agresor diseñó el ataque con meticulosidad. Lo controlaba todo. La información que disponía sobre la situación de la chica era privilegiada. Como jefe que era del hermano sabía que éste y su familia se encontraban de vacaciones fuera de Gipuzkoa. Pero además, conocía que la otra hermana tampoco estaba en casa la madrugada de autos, ya que el día anterior había empezado sus vacaciones y había dejado el piso y también la localidad.
El autor conocía que los familiares se habían ausentado de la localidad por vacaciones
Se investiga también si es autor de varias agresiones a mujeres de su misma nacionalidad
El agresor llevaba guantes de cuero y una capucha para ocultar su rostro
Con guantes
De esta forma, la noche de los hechos el agresor se dirigió poco antes de las dos y cuarto de la madrugada a la casa con el firme propósito de forzar sexualmente a la joven. Fuentes consultadas indicaron que no tuvo problema alguno en acceder al portal porque se cree que contaba con una copia de las llaves, ya que tiempo atrás había residido en el mismo inmueble. «No sé si vivió en el mismo piso donde se cometió el delito o en otra casa. Pero de lo que no hay duda es que tenía en su poder las llaves del portal», afirmaron fuentes consultadas.
El ataque se produjo poco antes de las dos y media de la madrugada del sábado día 13. El agresor aguardó en el descansillo a que la joven saliera para asaltarla. Lo hizo en el mismo rellano de las escaleras. La chica fue abordada justo cuando acababa de abrir la puerta del domicilio para dirigirse a su trabajo. El atacante llevaba guantes de cuero y una cazadora oscura. Además, portaba una capucha para no ser reconocido.
Según el relato de la víctima, el asaltante le propinó varios golpes en la cara que le dejaron aturdida y seguidamente impregnó su rostro con una sustancia paralizante que le mantuvo inconsciente. Ya sin oposición, el varón la introdujo de nuevo en el piso y fue allí donde consumó el ataque sexual.
Transcurrido un tiempo, la joven recobró el conocimiento y comprobó que había sido víctima de una violación. La tardanza en acudir al trabajo llevó al compañero de la empresa a llamarle por teléfono, momento en el que la mujer informó de lo que acababa de suceder. En los instantes posteriores, los trabajadores pusieron los hechos en conocimiento del jefe, quien se personó en la vivienda, donde encontró a la víctima con traumatismos en la cara, por lo que puso los hechos en conocimiento de la Ertzaintza.
Tras la llegada de los agentes y los sanitarios, la joven fue trasladada al hospital de Zumarraga, donde se activó el protocolo de actuación establecido para los casos de agresiones sexuales. Un médico forense del Instituto de Medicina de Legal del Gipuzkoa se desplazó al centro sanitario y examinó a la paciente. Asimismo, recogió muestras biológicas que ahora han sido determinantes para el esclarecimiento de esta violación.
El primer sospechoso
La persona ahora detenida estuvo en el punto de mira de los investigadores de la comisaría de la Ertzain-tza desde el primer momento. El hecho de que fuera el jefe de su hermano y al mismo tiempo una de las pocas personas que conocía que la víctima estaba sola aquella madrugada, y también que supiera que a esas horas solía abandonar su domicilio para acudir al trabajo le convirtieron en el sospechoso número uno.
Pero además, miembros de la comunidad rumana residente en la zona trasladaron a la Policía sus sospechas respeto a la posible implicación del investigado en los hechos. Incluso, les manifestaron que la misma persona podía estar involucrado en otros ataques similares perpetrados en años anteriores.
Los agentes, no obstante, antes de dar cualquier paso, tuvieron que esperar a conocer los resultados de los análisis de los restos biológicos que fueron obtenidos en el escenario de la agresión. Cuando las conclusiones llegaron a sus manos confirmaron que el ADN hallado en las evidencias coincidían con el del perfil genético del investigado, que había sido obtenido durante uno de los seguimientos de los que fue objeto. En uno de ellos, los policías recuperaron un recipiente de un establecimiento hostelero donde el sospechoso había tomado una consumición.
Fuentes próximas a la investigación afirman que la última agresión está «policialmente resuelta» y que los ertzainas trabajan ahora en el esclarecimiento de otras agresiones que presuntamente el acusado habría cometido. Al parecer, varias de sus víctimas habrían sido mujeres de su misma nacionalidad, algunas de las cuales decidieron no interponer denuncia alguna por «vergüenza» o por «temor», indican la fuentes citadas
Asimismo, señalan que en las agresiones anteriores, el autor habría empleado el mismo método para reducir a las víctimas. De esta forma, les habría dejado inconscientes mediante el uso del algún producto paralizante impregnado sobre un algodón o trapo. Se cree asimismo que en los ataques a mujeres de su misma nacionalidad, el agresor conocía a todas sus víctimas y que en algunos casos los delitos se habrían cometido en el domicilio de ellas, para lo cual habría utilizado también llaves de las casas, que la Er-tzaintza trata de determinar cómo las obtuvo.
Tras la detención, la Policía autonómica ha practicado diversos registros, tanto en su domicilio como en su empresa. Ayer, una patrulla de la Policía vasca permanecía en el exterior de dicha sede, en Lazkao, para evitar que nadie accediera a la misma y algunas pruebas pudieran quedar contaminadas.
Fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco indicaron que el detenido continuaba ayer en los calabozos de la comisaría de Oria en Tolosa. Asimismo, informaron de que será probablemente hoy cuando el acusado sea puesto a disposición de la autoridad judicial.
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