«Viajamos 20 horas en coche hasta Oporto»

Lo constatan Luis y su hijo Leo mientras aprovechan para comer algo junto a su furgoneta, cargada de maletas en pleno trayecto entre Dijon y Coimbra. «Es un viaje largo pero la carretera está tranquila por ahora. No sabemos si más adelante nos encontraremos más tráfico», valora Luis. Con más de la mitad del camino completado, todavía les quedan cerca de 800 kilómetros para alcanzar su destino. «Hemos salido de Dijon a las tres de la mañana y si todo va bien llegaremos a Coimbra sobre las siete de la tarde». Unas 15 horas en coche que, «aunque se hagan largas», vale la pena para «volver a casa» y pasar unos días con la familia.

Sandra y Fernanda, con sus dos perros, cruzan la frontera de Irun con la misma intención, aunque provienen de un país más lejano. «Vivimos en Suiza y volvemos a Aveiro, a casa de nuestra familia para pasar dos semanas de vacaciones». Estando tan lejos de su lugar natal, confiesan echar de menos su casa. «Volvemos todos los años porque queremos ver a la familia». En su caso, el viaje será aún más largo porque tienen que hacerse cargo de las necesidades de sus mascotas. «No podemos estar tanto tiempo en el coche, tenemos que parar más para que los perros salgan».

Joao, joven portugués que también realiza un rápido parón junto a la AP-8 en Oiartzun, emprende el camino de vuelta de sus vacaciones, pero su situación es diferente. «He estado en Francia, en un municipio entre Toulouse y Burdeos porque la familia de mi pareja vive allí». Ahora, todos juntos, recorren nuestras carreteras en el sentido inverso para llegar hasta Oporto. «Yo vuelvo a casa, pero voy a aprovechar el viaje de vuelta para enseñarle Portugal a mi novia y su familia. Por lo tanto, ahora las vacaciones son para ellos», explica Joao entre risas. «Son unas diez horas de viaje y en algunos puntos hemos tenido bastante tráfico, así que se nos hará largo».

La procesión de vehículos cargados de maletas no cesa en la gasolinera de la AP-8 tras el peaje de Irun. Una familia de marroquíes residentes en Francia cruzará toda la península para volver a su Marruecos natal durante unas semanas. «Vamos a estirar las piernas y comer algo porque todavía nos queda un largo viaje». Una pareja alemana también realiza parada en el área de servicio para seguir con su camino hacia el sur de la península. «Vamos con prisa porque el tráfico en Francia nos ha retenido bastante», aseguran.

Como la gran mayoría de viajeros que se detienen tras el peaje de Irun, Dasilva llega con su pareja e hijos desde Francia. Concretamente desde Lyon, y completará 1.500 kilómetros hasta llegar a Oporto. «Tenemos una casa en un pueblo cerca de la ciudad y todos los años vamos allí de vacaciones». Preguntada por el tráfico que se han encontrado, responde que «en Gipuzkoa las carreteras están mucho más tranquilas», debido a que han tenido algún incidente en territorio francés. «Nos hemos encontrado un accidente a la altura de Burdeos que nos ha tenido parados un buen rato así que vamos con retraso. Viendo que aquí hay menos tránsito de coches podremos recuperar el tiempo».

Más de 2.000 kilómetros y 20 horas de viaje. Fabio y su pareja están de paso en Gipuzkoa, realizando una parada más que necesaria para completar el trayecto que les llevará de vuelta a casa. «Trabajamos en Suiza, en Zúrich, y volvemos a Viana do Castelo en Portugal para disfrutar de unas vacaciones en casa, junto a la familia». Con 1.200 kilómetros recorridos, son ya varias las pausas que han tenido que realizar. «Esta es nuestra séptima parada y tendremos que hacer algunas más porque el viaje es muy largo y, además, lo estamos haciendo con nuestro perro. Todavía nos quedan 800 kilómetros», relata.

Fabio y su pareja no son los únicos que tendrán que pasar 20 horas dentro del coche. Sara cambiará Lille, ciudad en la que reside, por Oporto durante unos días. «Es un viaje muy largo, de unas 20 horas pero merece la pena. Lo hacemos tres veces al año así que estamos acostumbrados», admite la lusa. Acompañados de sus dos hijos, Sara y su marido agradecen la situación en las carreteras guipuzcoanas. «Venimos de tener bastante tráfico en Francia pero por esta zona la carretera está mucho más tranquilo». Gipuzkoa será este año una parada tranquila hacia sus vacaciones.