A pedaladas por las vías del 'trenico'

Esta vía verde tiene un trazado que suma 123,5 kilómetros en varias rutas. Algunas de ellas se pueden pedalear en familia, mientras que también hay recorridos para ciclistas expertos. Además, los visitantes pueden disfrutar de diferentes parajes, pues el recorrido atraviesa antiguas estaciones, apeaderos, túneles y puentes que estuvieron operativos hasta hace ya medio siglo.

Esta ruta, ahora para el ocio y el disfrute de paseantes y cicloturistas, tiene también como objetivo mostrar la importancia que tuvo el ferrocarril desde su inauguración en 1889. Este camino de hierro fue una pieza fundamental en la vertebración y el desarrollo social y económico de las comarcas que atravesaba. Así lo recordó ayer el consejero Turismo, Consumo y Comercio, Javier Hurtado, al asegurar que «las vías verdes son también ejemplo de accesibilidad, de movilidad no motorizada y de recuperación de la memoria de nuestro legado industrial».

Desde Bergara y el ramal de Oñati comienza el tramo de la vía verde del Vasco Navarro en Gipuzkoa. Desde el barrio bergarés de Mekolalde el itinerario se dirige hacia Arrasate, Aretxabaleta y Eskoriatza. Desde allí es posible desplazarse caminando o pedaleando hasta Leintz-Gatzaga, en un paraje con vistas al monte Atxorrotx.

Dentro de las rutas marcadas, se propone una vuelta familiar desde Arrasate. Este entramado de la vía verde del Vasco Navarro, recorre 12 kilómetros en dirección Bergara y Oñati. Un camino sin dificultad donde los más pequeños pueden disfrutar sin ningún peligro.

Si bien el tramo guipuzcoano tiene zonas para toda la familia, alberga parte de la etapa más exigente. Los más expertos pueden recorrer la totalidad de la vía verde, en dos etapas, desde Estella hasta Bergara. Una ruta para los más deportistas con la oportunidad de visitar y conocer los municipios que recibían al ferrocarril.

Esta vía verde es una opción accesible durante el verano para hacer deporte y conocer zonas de Euskadi y Navarra. El 'trenico' ha sido sustituido por las bicicletas y su antigua vía representa, según el Gobierno Vasco, «un ejemplo de turismo sostenible».