Un mes de test masivos en Gipuzkoa: 17.521 PCR y 197 positivos directos

Casi un mes después, en Gipuzkoa se han completado siete cribados masivos y se está acometiendo un octavo, en Hernani. Hasta el momento, se han completado las pruebas en Azkoitia, Azpeitia, Beasain, Urnieta, Ordizia/Zaldibia, Zumaia y Bergara, con un resultado de 17.521 pruebas PCR realizadas entre las que se han detectado 197 casos positivos directos.

¿Un resultado suficiente? Existen argumentos contrapuestos, aunque desde el Departamento de Salud, el coordinador del Programa de Vigilancia y Control, Ignacio Garitano, no han dudado en calificarlo como un «éxito» y en anunciar que próximamente se anunciarán nuevos cribados en municipios con una incidencia del virus muy alta. Desde Osakidetza defienden que esos testeos no solo han permitido «sacar de circulación» a esos 197 casos positivos que, de otra forma, posiblemente seguirían con su vida normal sin conocer que podían contagiar a su paso a sus contactos cercanos, también han servido para poner en aislamiento a alrededor de 800 personas de entre las que se han podido detectar otro centenar largo de positivos.

De momento, Salud solo ha comunicado un balance detallado del testeo realizado en el barrio de Sansomendi de Vitoria. En dicho cribado, realizado en las mismas fechas que el de Azkoitia, se hicieron 2.497 PCR, con 28 positivos detectados. Esos casos generaron 92 contactos estrechos entre los que 21 dieron también positivo..

En los días en los que se realizó el cribado, la incidencia acumulada en el barrio se situaba en los 451 casos por cada 100.000 habitantes, una de las tres más altas de Euskadi. Esa tasa sobrepasó los 560 casos en los siguientes días, pero un mes después, la tasa ha bajado hasta los 268 casos, casi la mitad de la media alavesa, un tercio de la vasca y fuera incluso de la zona naranja de riesgo.

En Azkoitia, el cribado se inició con una incidencia del virus por encima de los 700 casos por cada 100.000 habitantes. Y a diferencia de lo sucedido en Sansomendi, dicha incidencia sigue al alza y este martes ha alcanzado los 1.326 casos por cada 100.000 habitantes. A este respecto, surgen innumerables preguntas sobre si los cribados son realmente útiles en algunos casos y, no tanto, en otros, o si esa efectividad es mayor si se realiza con una incidencia inferior pese a que el despliegue se exponga a registrar una tasa de positividad muy baja.

Ambas pruebas, la de Sansomendi y la de Azkoitia, se realizaron al mismo grupo de edad, entre los 17 y los 60 años. Sin embargo, para el siguiente cribado se modificó esa franja, y se paso a las personas de entre 17 y 40 años.

Dicha prueba arrancó a mediados del pasado mes en Azpeitia, localidad que presentaba una tasa ya de 822 casos por cada 100.000 habitantes. Tres semanas después, da la sensación que la incidencia del municipio ya ha doblado la curva, y tras registrar una tasa de más de 1.600 contagios hace apenas siete días, ahora registra 1.481. Eso sí, todavía quedan lejos los registros de cuando se activó el cribado.

Tras el cribado de Azpeitia, el resto de testeos masivos activado se ha realizado a una población comprendida entre los 13 y los 40 años, donde se encuentra el grueso de los asintomáticos. Y las pruebas se han organizado en aquellas localidades que han sobrepasado la incidencia de 1.000 casos. Las pruebas en Ordizia y en Urnieta se iniciaron el 21 y 22 de octubre, y su incidencia, tras tocar techo el pasado fin de semana, da la sensación de estabilizarse e inicar un ligero descenso. Azpeitia registra 1.481 casos y Urnieta, 2.843.

En Zumaia y Beasain, una semana después de realizarse los cribados (con una participación cercana al 50%) se comienza a estabilizar el pico de contagios, mientras que en Bergara, último cribado cerrado, sigue repuntando todavía la incidencia.

La tendencia, por tanto, comienza a repetirse en todos los muncipios en los que se realizan los testeos masivos. En dos o tres días se detectan los asintomáticos, y en las jornadas posteriores se identifican los contactos estrechos y algunos de ellos también positivizan, lo que lleva a que el número de caso no descienda en 5 o 6 días y la incidencia no termine de tocar techo hasta una semana después de desplegar el dispositivo. A la segunda semana, la cifras comienzan a moderarse.