Seminarixoa, la iglesia transformada en auditorio
El templo del Real Seminario de Bergara es ahora un espacio polivalente
A. URBIETA.
Martes, 16 de enero 2018, 06:30
Tras más de 2,3 millones de euros de inversión y un enrevesado proceso que se alargó durante años, la antigua iglesia de los Jesuitas ( ... y después de los Dominicos) del Real Seminario de Bergara luce ya totalmente transformada. El templo, que forma parte del edificio más emblemático de la localidad del Alto Deba, conserva su configuración espacial original tardo-barroca del siglo XVIII, pero la gran sala está dotada ahora de todo tipo de infraestructuras móviles que permiten una gran variedad de usos y actividades en su interior. El espacio de usos múltiples, tan anhelado por los bergareses, cuenta con un aforo adaptable para 257 espectadores sentados y 500 de pie. Ha sido bautizado como ‘Seminarixoa’, un término de la toponimia local de uso popular que “ubica, describe perfectamente y une a una tradición el nuevo recinto”, según explicó el jurado del concurso organizado dar al nombre del nuevo espacio.
La superficie de actuación del proyecto ha sido de aproximadamente de 1.200 metros cuadrados, de los que en torno a 500 corresponden a la iglesia y los restantes 700 m a los espacios auxiliares anejos. La actuación se ha diseñado como “no invasiva y reversible”, y respeta la actual composición de la fachada, de estilo neoclásico y que data de 1867.
Porque sin duda alguna, el gran edificio del Real Seminario es uno de los iconos de esa Bergara monumental. Situado en el centro histórico de la localidad, en uno de sus puntos más emblemáticos, la plaza San Martín de Agirre (plaza del Ayuntamiento), el conjunto alberga actualmente las instalaciones de la UNED de Bergara, así como de la ikastola Aranzadi, además de la antigua iglesia jesuítica, hoy ‘Seminarixoa’.
Durante años, estuvo sobre la mesa la posibilidad de que la UNED -que compró el inmueble al Estado en 2008- cediera el edificio al Ayuntamiento de Bergara, a cambio del palacio de Arrizuriaga, donde trasladaría su sede, y una cantidad de dinero. De hecho, se llegó a acordar esa permuta en la anterior legislatura, bajo el gobierno de Bildu tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación. En 2016, tras el cambio en ambas instituciones, se revocó la permuta y se optó por que la UNED siguiera ostentando la titularidad del Seminario y el consistorio el del palacio de Arrizuriaga. Eso sí, se acordaba, por fin, la conversión de la antigua iglesia en un espacio que pudieran aprovechar todos los bergareses,algo que había estado supeditado durante años a esa permuta y que por tanto no acababa de concretarse. Hasta ahora.
El hallazgo del wolframio
El Real Seminario de Bergara es la gran obra de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, creación de Xabier de Munibe e Idiáquez, Conde de Peñaflorida. El 19 de agosto de 1769, una Real Cédula de Carlos III concedía a la Bascongada el colegio que habían tenido los jesuitas en Bergara hasta su supresión y en noviembre de 1776 se instauró en él un seminario para dar clases que contribuyesen a la formación de “las costumbres, la religión y la razón de los jóvenes”.
Se establecieron dos ciclos de enseñanza. En el ‘general’ se impartían materias humanísticas y culturales adecuadas a la educación de los jóvenes nobles: Primeras Letras, Lenguas, Humanidad, Física, Matemáticas, Dibujo y Habilidades. Y en el de ‘enseñanzas particulares¡ se enseñaba Mineralogía, Metalurgia, Química, Arquitectura pública, Agripericia, Comercio y Política. En 1778 se abrieron las cátedras de Química, Mineralogía y Metalurgia, con cierto apoyo del Estado.
El Real Seminario se convirtió en uno de los centros más prestigiosos tanto de Gipuzkoa como del País Vasco en el ámbito de la educación y de la investigación científica. Basta recordar que en estas instalaciones, en 1783, se consiguió aislar el wolframio de la wolframita, descubriendo así un elemento químico desconocido hasta entonces. Y también se dio con el método para hacer maleable el platino. Allí estuvo también el primer Jardín Botánico de Gipuzkoa y el primer observatorio meteorológico; allí se estableció la primera Escuela Industrial de formación de ingenieros en el País Vasco; y fue en el Seminario donde se conformaron las primeras colecciones de Ciencias Naturales (botánica, zoología, mineralogía) con fines puramente científicos.
Con la Guerra de la Convención en 1794 el Seminario se trasladó a Vitoria, y no volvió a Bergara hasta 1798. En 1848 se acordó el establecimiento y erección de la primera Escuela Industrial de la Península. Finalmente, desapareció en 1892, convertido en colegio de segunda enseñanza a cargo de los Padres Dominicos. En 2008 el Estado vendió el edificio a la fundación UNED-Bergara y esta cedió una parte a la ikastola Aranzadi para 75 años.
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