Un dicho popular es que «el saber no ocupa lugar». Esa frase es errónea desde cualquier punto de vista. Si nos referimos al saber contenido ... en libros, revistas o en discos duros de ordenador, claro que ocupa lugar, y mucho. Probablemente el que inventó la frase estaba pensando en que lo que aprendemos no ocupa lugar. Eso también es erróneo. Nuestro cerebro tiene una capacidad limitada de almacenamiento y los recuerdos están usando parte de ellas, por lo tanto, ocupan algún lugar en el mismo.
Hoy estamos acostumbrados a medir la memoria de nuestros dispositivos electrónicos, ordenadores, tabletas o teléfonos móviles en caracteres a los que muchas veces llamamos bytes. Así, la capacidad de nuestro teléfono puede ser de, por ejemplo, 128 gigacaracteres, es decir 128 mil millones de caracteres. ¿Cuál es la capacidad de almacenamiento de nuestro cerebro? En el año 1996, el investigador Roger Birge, de la universidad de Connecticut (USA), estimó que su capacidad estaba ente uno y diez teracaracteres. Recordemos que tera es el prefijo que significa billón, es decir un millón de millones. En una entrevista del año 2006 este investigador dijo que se había quedado corto y que la capacidad cerebral estaría más cerca de los 30 o 40 teracaracteres.
Esa capacidad no es despreciable, pero nos indica que no es ilimitada y que, por lo tanto, nuestros recuerdos, nuestro saber, sí que ocupa un lugar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión