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Las 10 noticias clave de la jornada

Los diez rincones de Gipuzkoa que debes conocer

Nuestro territorio ofrece arte y naturaleza a partes iguales. Divulgamos lo mejor de cada valle en unos planes ideales para Semana Santa

Mikel Madinabeitia

San Sebastián

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Jueves, 22 de marzo 2018

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Porque no hace falta viajar lejos para disfrutar. Porque aquí también tenemos joyas para (re)descubrir. Porque Gipuzkoa ofrece arte y naturaleza, costa y montaña, para planear unas escapadas estupendas que podemos rematar en una buena mesa. Ahora que viene la Semana Santa y quizá no tenga pensado coger el avión o conducir muy lejos, divulgamos una decena de rincones de nuestro territorio que debe conocer.

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    Flysch de Zumaia

    El gran descubrimiento de los últimos años. Zumaia tiene un tesoro en la costa y bien lo que está dando a conocer. Hasta los personajes de 'Juego de tronos' han sucumbido a sus encantos... Lo cierto es que recorrer el tramo hasta Deba es leer un libro en piedra de la historia de la Tierra. Desde la ermita de San Telmo se puede ir andando hasta la Punta de Algorri, divisar la playa de Itzurun desde las alturas y continuar (siempre que haya marea baja) por las piedras. Se trata de un paseo costero por un entorno de gran belleza paisajística, con un patrimonio geológico de gran importancia internacional. También hay en temporada alta paseos en barco que gozan de gran aceptación. Mi sugerencia gastronómica: el Bedua. Para darse un homenaje.

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    Txindoki

    Cada valle tiene su montaña pero si tuviera que elegir una cima característica de Gipuzkoa para ir con un amigo foráneo, elegiría el Txindoki (también conocido como Larrunarri o Ñañarri). Su silueta característica, la panorámica que se divisa desde su cúspide, la exigencia de la ascensión, la sensación de conquista... la convierten en una cumbre muy recomendable. Las ventas de Larraitz, en el punto de partida, son un buen lugar para comer.

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    Hondarribia

    Localidad con sabor marino inigualable. Su bien conservado casco antiguo, una atmósfera marítima relajada y la comida son solo algunas de las razones que hacen que Hondarribia sea uno de nuestros lugares favoritos. Todo un placer para los ojos y para el estómago. El casco viejo con su muralla medieval y el barrio de la Marina son los dos rincones que les parecerán preciosos. Para el banquete, tienen muchas opciones y todas buenas: Abarka, Zeria, Arroka Berri, Alameda...

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    Santuario de Loiola

    El Santuario de Loiola es, junto al de Arantzazu, el gran centro de peregrinación católica del País Vasco. Se trata de un conjunto edificado en el siglo XVII y preeminentemente barroco, con la basílica en el centro flanqueada por dos alas rectangulares. Tres son las partes principales del santuario: el edificio principal, la basílica ( con su enorme cúpula) y los jardines. Santo y seña del valle del Urola, se puede rematar la excursión con una visita (y comida) en Azkoitia o Azpeitia. O se puede subir al Erlo (la montaña símbolo del valle y pasar la tarde con una visita cultural). Como quieran.

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    Pasai Donibane

    Una localidad encantadora, coqueta y con sabor a salitre. La mayoría de los edificios se sitúan alrededor de una única calle que recorre la orilla oriental de la bahía y que, en ocasiones, pasa por debajo de las casas, a través de varios pasadizos. Este singular casco urbano alberga numerosos edificios de gran interés arquitectónico e histórico, como la iglesia de San Juan Bautista, el palacio Arizabalo, la ermita de Santa Ana, la basílica del Santo Cristo de Bonanza o la casa donde vivió el escritor francés Victor Hugo. Si van con niños, les recomiendo que crucen en barco desde Pasai San Pedro. El Txulotxo y el Cámara estarán encantados de recibirles cuando quieran mover el bigote.

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    Getaria

    Conducir desde Zarautz hasta Getaria, visitar el ratón y comer después en uno de los numerosos y buenos restaurantes de la localidad forma parte de esos placeres confesables de los guipuzcoanos, costumbre que se exporta también a los viajeros. En el camino al monte San Antón se descubre el faro desde el cual se observaba a las ballenas (Getaria fue, como tantos otros en la costa vasca, un pueblo ballenero durante siglos). Si se continúa hasta la cima, hay una recompensa con una hermosa vista panorámica del pueblo y la costa vasca. También merece la pena subir andando o en coche a los viñedos de txakoli situados al sur de la localidad para contemplar otra postal para el recuerdo.

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    Santuario de Dorleta

    Está emplazado en Leintz-Gatzaga, en lo alto de un pequeño promontorio. Además de ser uno de los emblemas de la localidad, la virgen de Dorleta es la patrona de los ciclistas. Y está de actualidad porque a finales de 2017 fue catalogado como Bien Cultural en la categoría de monumento, lo que servirá para proteger y poner en valor. Surgió del castillo construido como vigía y defensa de la vida y economía existentes en torno al manantial salino. Hasta 1331, año en el que Alfonso VI le concedió la carta puebla, el santuario fue la parroquia de la villa, condición que perdió a favor del templo de San Millán, erigida en intramuros. El santuario fue, además, hospedería del Camino de Santiago. El aspecto que tiene en la actualidad es del siglo XVII. Pero con las reestructuraciones que ha sufrido a lo largo de los años, es una mezcla de estilos, entre las que mantiene relieves de la Edad Media. Una visita que merece la pena, sobre todo si la culminan comiendo un potaje en el Arrate de Leintz Gatzaga. Donde el cocido se viste de glamour.

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    Segura

    Segura es una de las villas medievales del Goierri que merece la pena visitar, tanto por su bello entorno natural como por su casco almendrado y fácil acceso. Declarado conjunto monumental, su trazado tiene forma de óvalo y conserva numerosas casas solariegas y palacios que reflejan la grandeza de su pasado. Además, cuenta con mucho ambiente en Semana Santa debido a sus concurridas procesiones.

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    Santuario de Arantzazu

    Colgado sobre barrancos y edificado sobre roquedales en una zona agreste y natural, sorprende su emplazamiento en un valle solitario. En 1951, en lugar de seguir acometiéndose las continuas tareas de reforma parcial y ampliación, se decidió hacer una basílica nueva que fuese verdaderamente solemne por su dimensión y empaque, pero sobre todo que se expresase en un lenguaje artístico moderno, para lo cual se convocó un concurso de ideas. El proyecto ganador fue el de Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga, aunque la huella de Jorge Oteiza, autor de las esculturas de los 14 apóstoles de la fachada, está presente en todo el conjunto. Las puertas de hierro son de Eduardo Chillida y las pinturas de Nestor Basterretxea y Lucio Muñoz. Imprescindible. Ruta que se puede combinar perfectamente en el día con una comida en Oñati, una de las localidades más atractivas y monumentales del interior de Gipuzkoa.

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    Donostia/San Sebastián

    Seguramente, la postal de Gipuzkoa. La que todos quieren conseguir. La que uno se lleva grabada en la memoria. Hasta se podría decir que la carretera a Igeldo, desde donde se obtiene la mejor panorámica de San Sebastián, se inventó para eso... Recomiendo especialmente el atardecer, cuando la luz ilumina las playas, las montañas y los edificios para obtener ls mejores instantáneas. San Sebastián es preciosa desde muchos ángulos pero desde este es insuperable. La capital guipuzcoana está de moda y es una delicia conocer la Parte Vieja, degustar pintxos, recorrer el Paseo Nuevo, pasear por el Kursaal y el puerto...

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