Un equipo de resonancia magnética de última generación en el Hospital Donostia

El Hospital Universitario Donostia ha inaugurado este jueves un nuevo equipo de resonancia magnética de última generación, que realizará 10.000 exploraciones anuales y ha supuesto una inversión de más de 1.300.000 euros. Supone para el centro sanitario situarse «a la vanguardia» en esta modalidad de diagnóstico por imagen.

El acto ha estado presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, que ha destacado la importancia de «seguir invirtiendo en tecnología para mejorar los diagnósticos y ser más eficaces». Le acompañaban el consejero de Salud, Jon Darpón, y el director general de Osakidetza, Juan Luis Diego.

Gracias a su innovador sistema de digitalización, permitirá obtener imágenes de mayor calidad y en menos tiempo. De este modo, facilitará a los profesionales de Osatek y Osakidetza la realización de estudios «aún más certeros, de forma más eficiente».

«Desde su creación en 1992, Osatek se ha convertido en un referente en el sector de diagnóstico por imagen y es un modelo organizativo en el ámbito sanitario. Durante estos años, ha contribuido al diagnóstico de diferentes patologías en más de un millón y medio de pacientes mediante resonancia magnética, lo que le convierte en líder en este sector en Euskadi. Con esta nueva inversión el Hospital Universitario Donostia se sitúa como el mayor centro de Osatek en Euskadi«, ha destacado el lehendakari.

La Resonancia Magnética es una técnica que utiliza un campo magnético, ondas de radio y un sistema informático para producir imágenes de estructuras corporales, que permiten a los especialistas realizar sus diagnósticos. Se caracteriza, en concreto, por su particular sensibilidad para el estudio de tejidos delicados como el cerebro o el corazón.

El nuevo equipo de Resonancia Magnética incorpora las últimas novedades tecnológicas, que permiten, entre otras cosas, adaptar el sistema a la fisiología de cada paciente, mediante sintonizadores que detectan la anatomía y se adaptan, incluso, a los pacientes críticos.

Asimismo, cuenta con dispositivos de última generación con los que se pueden obtener imágenes de alta resolución de todo el cuerpo. Sus sensores detectan la respiración, midiendo el cambio de impedancia provocado por el movimiento de los tejidos y los órganos durante la inhalación y la exhalación del paciente, y su sensor de latido posibilita la realización de estudios cardiacos sin necesidad de colocar electrodos en la piel.

Además, reduce los tiempos para tomar imágenes, lo que redunda en beneficios para los pacientes, que no tienen que someterse a largos estudios, «con el estrés que eso conlleva», así como para la organización del servicio, ya que se podrá atender a un mayor número de personas.