491 litros en 24 horas en Chiva: Un diluvio de tal magnitud nunca se ha registrado en Gipuzkoa

Para hacerse a la idea de lo que supone tanta lluvia acumulada en tan poco tiempo, Gipuzkoa ha sufrido varios temporales en 2024. Pero nada que ver con la tragedia de ayer. Por ejemplo, entre el 26 y el 27 de febrero la borrasca 'Mónica' dejó 180 litros por metro cuadrado en nuestro territorio. Más recientemente, el 17 de octubre, cayeron 107 litros en Zumaia. Esas cifras son la cuarta parte de lo que cayó ayer en la Comunidad Valenciana.

Gipuzkoa también se ha visto atrapada a lo largo de su historia en algunas inundaciones que generaron muertos e ilusiones destrozadas. El 14 de octubre de 1953 se registró la inundación más severa en Gipuzkoa, según la estadística histórica recogida por Aemet, que dejó 27 muertos. 313,5 litros por metro cuadrado se registraron en 24 horas en la estación de Arditurri, en Oiartzun, 237 litros en Legazpi, 204 en Errenteria, 198 en Elduaien y 191 en Irun. Este es el mayor episodio en Gipuzkoa.

La tormenta perfecta que se desató el 19 de julio de 1988 cobró su esplendor más macabro en Elgoibar. Los 170 litros que, en algo menos de dos horas, recogieron los pluviómetros convirtieron la localidad bañada por el Deba en un río de agua y barro. Fue sin duda el municipio vasco más damnificado en aquella tragedia focalizada sobre todo en las cuencas de los ríos Deba y Urola. En total, fallecieron 15 personas en Euskadi, 14 de ellas en Gipuzkoa.

En el año 1997, en San Sebastián, aconteció otro episodio histórico. La zona de Donostialdea quedó totalmente anegada después de que una gota fría dejara 230 litros de agua por metro cuadrado en 12 horas y 251 en 24 horas. Manjón agrega otra cifra escalofriante: 104 litros en una hora, entre las seis y las siete de la mañana. En San Sebastián los daños alcanzaron una cuantía de unos 6 millones de euros.

En el ámbito de Euskadi, todos los recuerdos llevan a los años ochenta. El viernes 26 de agosto de 1983 las inundaciones más dramáticas de los últimos quinientos años golpearon el Bilbao metropolitano y municipios cercanos como Durango, Llodio o Bermeo. Fueron horas de lluvia ininterrumpida, un episodio de gota fría que llegó desde el oeste y se desató en tres grandes trombas de agua. El pluviómetro del aeropuerto de Sondika recogió 253 litros, según relata a DV el meteorólogo de Aemet Miguel Ángel Manjón. Y el de la compañía Iberduero instalado en el barrio de Larraskitu registró un dato disparatado: 500 litros por metro cuadrado. Una cifra que sería el récord de siempre pero que se suele coger con pinzas por los expertos.

Manjón explica que en nuestro caso la orografía tan particular que existe en Euskadi, muy montañosa, presenta ríos «cortos y encajonados, donde se acumula mucha agua que cae de los montes, a lo que hay que sumar las mareas vivas». Es el cóctel que tenemos cuando se registran fuertes precipitaciones.

La memoria de las tragedias también nos lleva a otro lugar relativamente cercano a Euskadi: el camping de Biescas, en el Pirineo aragonés. Una tromba de agua el 7 de agosto de 1996 que dejó 500 litros por metro cuadrado en 24 horas segó la vida de 87 personas, que se encontraban en un camping mal situado, en el cono de deyección de un barranco que trajo el infierno en forma de agua.