«Me quedan pocos meses para tener el permiso de trabajo»
Hicham Badraoui reconoce que es «un manitas» y transmite que en Marruecos, además de socorrista, trabajó de mecánico
Hicham Badraoui está a «pocos meses» de conseguir el permiso de residencia y de trabajo después de dos años de residir en España de manera ... ilegal. «Estoy esperando a que empiecen en septiembre los cursos que tengan certificado profesional y que son necesarios para poder reglar la situación, ya que en verano no hay cursos de este tipo», cuenta el marroquí de 38 años en la conversación que mantiene con este periódico en el Náutico de Donostia.
A partir de entonces, tendrá que buscar un contrato de trabajo. Ante ese nuevo reto, se muestra esperanzado de poder conseguirlo y desvela sus diversas habilidades y experiencias que ha tenido en el mercado laboral de su país. «Además de ser socorrista durante 16 veranos en las piscinas de mi ciudad soy un manitas», transmite. «Tengo el certificado profesional de socorrista y un diploma de mecánico. En Marruecos trabajé en la construcción metálica, en fontanería, en una empresa que sustituía los contadores de agua antiguos por otros nuevos...». Recuerda que «la formación de mecánico me abrió muchas puertas y me ha dado experiencia» y reconoce que «me gusta lo relacionado con el montaje y desmontaje. También trabajé en la reparación de motos. Tenía una maleta con herramientas preparada para cuando me llamaran al teléfono los clientes. Venían y les arreglaba la moto».
Los trabajadores sociales que comparten con él muchas horas destacan de Hicham su «resiliencia y la forma de afrontar una situación como la que actualmente vive, es comprometido». Tanto, que hace unos días las cámaras de ETB le captaron en una manifestación a favor de la defensa de la sanidad pública.
Preguntado por cómo se imagina su vida dentro de, por ejemplo, cinco años, a Hicham se le aparece la sonrisa en el rostro. «Me gustaría verme con una familia. Con mujer y niños. La familia es el motivo que te completa la vida, te da fuerza. Sin ella la vida sigue igual, pero los niños te dan impulso para esforzarte en educarlos y comenzar una nueva etapa en la vida».
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