Pradales: «Las zonas tensionadas nos permiten gestionar una coyuntura pero hay que aflorar oferta»
El lehendakari ha afirmado, sobre la falta de un índice de precios de referencia en Gipuzkoa para topar los precios del alquiler, que «es un tema complejo» y «se está trabajando» en ello pero que «verá sus frutos»
La carestía de los precios, tanto de compra como de alquiler y la escasa oferta -la construcción de vivienda en Gipuzkoa sigue en mínimos con 450 pisos menos en un año- está provocando que cada vez menos hogares guipuzcoanos puedan hacer frente a las exigencias del mercado. En este sentido, Pradales ha afirmado en el encuentro en El Diario Vasco que «tenemos un problema tan grave como complejo. Afecta a quienes tienen menos recursos y, también, a amplias capas de las clases medias».
La declaración de zonas tensionadas pretende poner techo a los precios -los alquileres alcanzaron el año pasado los 840 euros de media en Gipuzkoa y hasta los 1.097 euros en Donostia–, sin embargo, Gipuzkoa aún no cuenta con un índice de precios de referencia para el alquiler. En este sentido, ha afirmado que «se está trabajando en esa cuestión. Es un trabajo complejo, que se está llevando a cabo de la mano con el Eustat, las Haciendas forales... pero verá sus frutos, porque hay un compromiso institucional».
Según ha admitido, «tenemos un problema de oferta. Las zonas tensionadas nos permiten gestionar una coyuntura pero hay que aflorar oferta y al Gobierno le corresponde promover y construir vivienda pública» si bien ha destacado la necesidad de que también «se construya vivienda libre y dar respusta a las necesidades de emancipación de la juventud y cada vez más de las familias de clase media». Pradales ha considerado que el Ejecutivo «responde adecuadamente a lo que reclama la sociedad vasca a través de un cambio legislativo».
En este sentido ha mencionado la Ley de medidas urgentes, «que modificará nada más y nada menos que cinco leyes para construir más vivienda y más rápido». El lehendakari ha afirmado que »era el momento de cambiar una legislación y modificar la ley del suelo que nos impedía responder como merece el desafío de la vivienda«, al tiempo que ha citado las medidas que incluye, como la posibilidad de reducir la exigencia de vivienda protegida (VPO) del 75% al 60% en las nuevas construcciones; incorporar la mayor edificabil en zonas tensionadas; la redensificación del parque público de vivienda con la autorización de levantes de hasta dos alturas en edificios de viviendas protegidas; o la cesión de suelos para el desarrollo de vivienda protegida »con una interlocución con Eudel y los ayuntamientos vascos. En sus manos van a estar esta nueva caja de herramientas. Son muy buenas medidas«, ha asegurado.
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Mientras, el problema de acceso a la vivienda se extiende ya a la clase media y la lista de solicitantes sigue engordando –el número de solicitudes de Etxebide en Gipuzkoa alcanzaba los 28.953 a cierre de 2024, un 72% más que hace diez años.
Pradales ha citado Gipuzkoa como exponente de nuestras oportunidades. «En este caso lo hago como termómetro del desafío habitacional, que alcanza aquí en Donostia los mayores niveles. He defendido que debemos dar un paso adelante, arriesgar y mojarnos, con todas las consecuencias. Es lo que estamos haciendo». Asimismo ha destacado que «el presupuesto de Vivienda es el que más crece: un 26,7%» y el acuerdo con el Ayuntamiento de Donostia ayudará a construir 5.000 viviendas protegidas en Auditz Akular, Cuarteles de Loiola, Txomin Enea, Martutene o Playa de Vías de Easo.
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