El Gobierno Vasco aspira a que la Iglesia de Gipuzkoa alquile sus pisos vacíos a través de Bizigune

El objetivo principal de esta colaboración sería que esos inmuebles que pertenecen a la diócesis pasasen a ser gestionados por el Gobierno Vasco dentro de su programa de cesión de viviendas particulares, con el fin de destinarlos a solicitantes de Etxebide en alquiler. El Obispado de Bilbao y el Departamento de Vivienda ya han firmado un convenio al respecto, con fecha 16 de abril, y a eso aspira también el Ejecutivo con Gipuzkoa, pero desde la diócesis de San Sebastián subrayan que en su caso, de momento, sus viviendas forman parte de un proyecto similar con Cáritas.

En el caso de Bilbao, según el acuerdo suscrito, el Obispado se compromete a destinar todos los pisos en condiciones de habitabilidad que tenga vacíos al programa público Bizigune. A cambio, la entidad religiosa cobrará hasta un máximo de 600 euros al mes por inmueble, como el resto de propietarios adheridos a esta iniciativa. Además, acabado el plazo, si no se renueva el arrendamiento, recibirá el inmueble de vuelta y en las mismas condiciones. El convenio actual es de un año y «se prorrogará automáticamente por iguales periodos anuales si no hay manifestación contraria de cualquiera de las partes».

Esta iniciativa pública busca dar cobijo, mediante el alquiler, a quienes cumplan los requisitos estipulados por Etxebide: los usuarios deberán cumplir los baremos de ingresos que marca el Servicio Vasco de Vivienda y si les adjudican un piso, pagarán entre 150 y 420 euros por su uso, dependiendo de los miembros de la unidad convivencial y de la capacidad económica que esta tenga.

Aunque desde el Gobierno Vasco aspiran a ampliar este ámbito de colaboración a los obispados de Donostia y Vitoria, a día de hoy Cáritas es la encargada en este territorio de gestionar los pisos deshabitados de la Iglesia, «en la medida que encajan con sus necesidades». El Obispado de Bilbao también participa en el programa 'Eguzkilore' de Cáritas. El convenio firmado con Vivienda, que sería similar al que se quiere suscribir con Gipuzkoa, recoge que las colaboraciones «con otros programas de la propia Iglesia diocesana o con otras instituciones públicas» son compatibles.

Si bien en nuestro territorio son las parroquias quienes, hasta el momento, han cedido pisos a Cáritas para acoger a familias y personas con las que trabajan, las diócesis les han dejado varios locales para albergar proyectos más grandes como el hogar de acogida para jóvenes Sorabilla o el centro para personas sin hogar Aterpe. Entre las viviendas cedidas por las comunidades religiosas, desde Cáritas señalan las dos del centro de San Sebastián, otras dos en Andoain y otro par en Astigarraga.

Las viviendas de la Iglesia que con esta iniciativa del Gobierno Vasco instan a ofertar en el mercado público pueden ser «tanto las antiguas casas del cura, como las que les hayan sido donadas por los fieles», según detalló la portavoz de EH Bildu Maider Otamendi cuando propuso en el Parlamento Vasco la entrada en el parque público de los pisos de la Iglesia.

En cualquier caso, hasta ahora, el Gobierno Vasco y la diócesis que encabeza el obispo José Ignacio Munilla solo han mantenido un primer contacto. A la espera de una respuesta definitiva por parte del Obispado, el Ejecutivo autonómico continúa con su programa de captación de viviendas vacías en Euskadi. En este sentido, el programa Bizigune es «una de las principales apuestas para disponer de un parque público de alquiler suficiente». Los últimos datos indican que Bizigune gestiona un total de 13.894 pisos de alquiler en el País Vasco, 3.572 de ellos, en Gipuzkoa; 6.176 en, Bizkaia y 4.146, en Álava.

Además, entre otras medidas para incrementar ese parque, antes de 2020 Vivienda quiere aprobar el canon a pisos vacíos. Serán los ayuntamientos los que deberán acreditar que la vivienda lleva más de dos años vacía sin justificación, con el fin de captar esos inmuebles para los programas públicos.

El año pasado el Departamento también puso en marcha otra iniciativa para ampliar su parque de alquiler social. La idea era que los ayuntamientos cedieran las viviendas de propiedad municipal a Bizigune y el primer municipio en participar fue Lasarte-Oria, que prestó dieciséis pisos a Alokabide.

Entre las últimas propuestas destaca la de permitir a personas mayores de 70 años acceder a una VPO dotacional a cambio de que cedan su vivienda a Bizigune, iniciativa que se va a estrenar en Donostia. El Ejecutivo se ha comprometido a construir 300 apartamentos dotacionales en los próximos cuatro años, divididos en parcelas de Manteo, Morlans y Riberas de Loiola.

Así las cosas, el Gobierno Vasco sigue tocando puertas para ampliar el parque de alquiler, con viviendas particulares y públicas. Habrá que esperar todavía unos meses para saber la decisión que toma la Iglesia guipuzcoana.