La mala calidad del aire provoca 323 muertes en un año en Gipuzkoa
El número de decesos por una larga exposición ascendió a 1.270 en Euskadi en 2022, seis de cada diez en Bilbao y su área metropolitana
Es una amenaza seria pero todavía cuesta creerlo: la contaminación del aire es la principal causa de enfermedades de diversa índole. Su asociación con las ... patologías respiratorias (cáncer de pulmón, alergias, neumonía...) es bien conocida, pero sus perjuicios también afectan, y mucho, a la salud del corazón. Insuficiencias cardiacas, arritmias, ictus... se ven empeorados por la mala calidad del aire que respiramos, que ya provoca más fallecidos que el colesterol alto, el sobrepeso o el sedentarismo. La exposición prolongada a una mala calidad del aire produce la muerte prematura –que se hubieran evitado– de 323 personas en un año en Gipuzkoa en el escenario más favorable, según recoge el último informe titulado 'Daños a la salud humana por la contaminación del aire en Europa' publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
El informe es la actualización de la serie sobre la carga de morbilidad realizado por el organismo europeo con datos correspondientes a 2022, año en el que la contaminación del aire por partículas finas, dióxido de nitrógeno y ozono ocasionó un total de 1.270 muertes en Euskadi. En concreto causó 323 óbitos en Gipuzkoa, 766 en Bizkaia y 181 en Álava, de los que el 65% se produjeron por culpa de las partículas PM2,5, unas materias que incluyen sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales, y que proceden fundamentalmente de la actividad humana. Su inhalación es un claro riesgo para la salud, provocando cardiopatías isquémicas, accidentes cerebrovasculares, diabetes mellitus, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o asma infantil.
El trabajo señala que la zona del BajoNervión, que aglutina a la capital vizcaína, Bilbao, además de su área metropolitana, es la más afectada del País Vasco por su mala calidad del aire. Concentra seis de cada diez (60%) muertes atribuidas a una larga exposición ambiental. Desde EkologistakMartxan denuncia que esta zona «sigue aún pendiente de elaboración el preceptivo Plan de Mejora al haber superado en estaciones situadas en la misma, y en los años 2016 y 2017, los niveles de los contaminantes regulados» en dióxido de nitrógeno, cuya fuente fundamental de contaminación es el tráfico rodado de vehículos, así como las emisiones de determinadas industrias y grandes instalaciones de combustión.
Ekologistak Martxan pide a las administraciones públicas «reducir el tráfico de automóviles»
Pero dependiendo de los escenarios, el estudio de la AEMA sugiere que las muertes por estas causas podrían representar entre el 5 y el 11% de las 24.203 defunciones totales registradas en Euskadi durante 2022, con una ratio de entre 79 y 161 muertes por cada 100.000 habitantes mayores de 30 años, siendo también Bizkaia el territorio histórico vasco más afectado. Aquí, la ratio ascendería a una horquilla de entre 91 y 173 óbitos, superando la media estatal en el caso del escenario más sensible.
En este último contexto, el organismo europeo duplica las muertes atribuibles a la contaminación atmosférica en Euskadi, alcanzando las 2.655 en 2022, «considerando los efectos sanitarios de concentraciones más bajas que las actualmente recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), superadas habitualmente en toda la Comunidad Autónoma», añaden desde Ekologistak Martxan.
Pedro Luis Mier, uno de los portavoces de la asociación, considera «inasumible el impacto de la contaminación atmosférica en Euskadi en general y en cada territorio en particular», y demanda «a todas» las administraciones públicas «que reduzcan el tráfico de automóviles por los municipios y sus entornos, siendo éste el principal responsable de la mala calidad del aire».
Por todo ello, desde Ekologistak Martxan recuerdan a todos los ayuntamientos que, desde enero de 2023, y no sólo como recomendación de los Planes de Mejora zonales, sino como exigencia legal, están obligados al desarrollo de Planes de Movilidad incluyendo Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). También lo están, según la normativa estatal, todos los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes, así como los municipios de más de 20.000 habitantes cuando se superen los valores límite de los contaminantes regulados en Real Decreto 102/2011.
2.000 millones de pérdidas por daños en los cultivos de Europa
La contaminación del aire no solo provoca daños para la salud en los humanos, sino que también afecta negativamente a los ecosistemas terrestres y acuáticos, degradando los entornos y reduciendo la biodiversidad. Otro informe realizado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y titulado 'Impactos de la contaminación atmosférica en los ecosistemas de Europa' estima que el 73% de los ecosistemas del viejo continente sufren de eutrofización, caracterizada por la proliferación de algas y la menor disponibilidad de oxígeno debido al exceso de nutrientes que puede llegar a provocar incluso la pérdida de especies sensibles.
El estudio expone el ejemplo del O3, un contaminante atmosférico secundario que se forma cuando otros contaminantes conocidos como precursores –óxidos de nitrógeno (NO X) y compuestos orgánicos volátiles, incluido el metano– reaccionan en la atmósfera en presencia de la luz solar. Estas partículas son capaces de dañar los cultivos agrícolas, los bosques y las plantas al reducir las tasas de crecimiento, disminuir los rendimientos y afectar a la biodiversidad. Es el caso, por ejemplo, de los cultivos de trigo y patata, que en 2022 alcanzaron, por este hecho, pérdidas estimadas de 1.300 millones de euros para el trigo y 680 millones de euros para la patata en toda Europa.
Como punto de referencia para interpretar estas cifras, en 2023 la UniónEuropea cosechó 125,9 millones de toneladas de trigo blando y espelta, y 48,1 millones de toneladas de patatas.
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