1.800 jóvenes guipuzcoanos tienen riesgo de padecer problemas con el juego en el futuro

Los juegos de azar, y más concretamente las apuestas deportivas, se han convertido en una forma más de socializar entre los jóvenes. Una práctica que entraña riesgos por la adicción que crea en algunos de ellos en edades muy tempranas. En Gipuzkoa, entre los jóvenes que juegan, uno de cada diez presenta riesgo de padecer problemas en el futuro, lo que supone el 1,8% de la población entre los 16 y los 29 años, unas 1.750 personas. Se trata de una práctica muy extendida, y casi el 20% de los chicos y chichas en esa franja de edad afirma haber participado en algún juego de azar en el último medio año. El porcentaje es mayor entre ellos, para quienes las apuestas deportivas son la principal opción de juego. Y entre los chicos, los que tienen entre 16 y 22 años son los que más juegan, lo hace uno de cada tres.

Son datos extraídos del informe elaborado por la secretaría técnica Sinnergiak de la UPV/EHU para la Diputación de Gipuzkoa, en el que se recoge los resultados de un estudio experimental para la prevención de adicciones comportamentales realizado entre más de 600 jóvenes del territorio. El objetivo, contar con un mapa general del fenómeno del juego entre este grupo de la población, del que apenas existen estudios. Los que hay ya advierten de que «los apostantes deportivos son más jóvenes que nunca», y se ha demostrado que cuanto menor es la edad del primer contacto con el juego, «mayor será la probabilidad de desarrollar una problemática de juego y mayor será su gravedad, no solo en ese ámbito sino también en otros consumos, conductas violentas o problemas de salud mental». En Gipuzkoa, la edad media de inicio en los juegos de azar se sitúa en 17,2 años.

Las instituciones son conscientes de esta creciente problemática y ya han empezado a dar pasos para reducir su impacto. En febrero de este año entró en vigor el nuevo Reglamento del Juego en Euskadi, que entre otras medidas prohíbe que los locales de juego se sitúen a menos de 150 metros de los centros educativos y obliga a distanciar los locales en 500 metros entre sí. Además fija que Euskadi podrá tener un máximo de 170 salas de juego y 60 casas de apuestas.

El estudio revela que en los últimos años el trastorno por el juego se ha incrementado, principalmente por la irrupción del juego online, que lo hace más accesible. Entre los jóvenes, se ha convertido en un medio más de ocio y socialización, cada vez más aceptado y extendido.

En Gipuzkoa, el 17,2% de las personas entre 16 y 29 ha jugado al menos una vez en los últimos 6 meses, el 23,7% de los hombres y el 10,4% de las mujeres. En el conjunto de Euskadi el porcentaje sube al 24,9% de los jóvenes. El primer indicador de alerta es que el grupo que más juega es el de los chicos que tienen entre 16 y 22 años. Lo hace casi un 30%, un porcentaje dos veces mayor que entre el grupo de los 23 a los 29 años.

Esas cifras están directamente relacionadas con las apuestas deportivas. Casi la mitad de los jóvenes juega en esta modalidad (47,7%), y el segundo juego más frecuente es la ruleta (18,9%) seguido de los rascas ONCE (14%). Sin embargo, conviene analizar el tipo de juego por sexos, ya que 9 de cada 10 chicos juegan a apuestas deportivas y a la ruleta, mientras que el 90% de los usuarios de los rascas son chicas.

Por tanto, casi todos los chicos que invierten en juegos de azar lo hacen en apuestas deportivas. Pero el estudio revela además que el 100% de los menores de edad que juega lo hace en esta modalidad. Casi el 30% de los chicos entre 16 y 18 años de Gipuzkoa apuesta, y aunque la mayoría se gasta 20 euros o menos al mes, juegan con la misma frecuencia que los mayores.

Respecto a la forma de jugar, el 83% lo hace con sus amigos y de forma presencial. De hecho, más del 90% de los jóvenes que han jugado en los últimos seis meses afirman que tienen amigos que también lo hacen. Sin embargo, solo el 28% de los que no juegan admite tener amistades que sí, lo que indica que su participación está estrechamente relacionada con sus relaciones. Por otro lado, son menos de un 10% los que prefieren jugar solos y online. Además, el informe ha analizado la relación de los jóvenes que juegan con otros comportamientos adictivos, como el consumo de tabaco o alcohol. El 51,8% de las personas que juegan fuman tabaco a diario.

A pesar de estos datos, los jóvenes sí perciben el juego como un comportamiento de riesgo en la sociedad. Dos de cada tres cree que se destina «bastante» dinero a juegos de azar y el 26% que se hace de forma «excesiva».

Analizando el hábito de juego por comarcas, el informe revela que el porcentaje más alto de población jugadora se encuentra en Alto Deba, con un 20,4%, seguido, por Bajo Deba con un 19,8%. Bidasoa también se sitúa entre las comarcas con mayor prevalencia del juego, con un 18,6%; mientras que la participación más baja está en Goierri y Tolosaldea, 16,2% y 9,8% respectivamente.