Los plantes de los médicos cumplen un mes sin ningún avance con Osakidetza

Los fulminantes ceses de las directoras de la mayor organización sanitaria integrada del territorio -que da cobertura a una población aproximada de 400.000 habitantes-, y las posteriores dimisiones de Adolfo Beguiristain (subdirector médico), Maite Martínez (subdirectora del área médica) y Loreto Marquet (subdirectora de Enfermería), dejaron una imagen sin precedentes: el plante de una treintena de jefes de servicio del Hospital Donostia para protestar por los relevos en la cúpula de la OSI. Fue un hecho inédito hasta la fecha que los médicos comenzaron a realizar nada más conocerse el cese de Pérez y que mantuvieron diariamente hasta el día 14, cuando una conversación informal por teléfono entre la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez, y el principal portavoz de los jefes de servicio, Adolfo López de Munain, facilitó un «clima de distensión» que llevó a este colectivo a suspender las concentraciones.

Ese acercamiento entre ambas partes culminó en una primera reunión cara a cara entre la dirección del Servicio Vasco de Salud y representantes de los facultativos críticos el pasado 19 de diciembre, que se dilató durante más de cuatro horas, y tras la cual las posturas parecían más cercanas que nunca. Los médicos calificaron de «positivo» el encuentro tras constatar «escucha activa» por parte de Osakidetza, aunque solicitaban que la consejería que dirige Gotzone Sagardui pasase de las «buenas palabras» a los «hechos concretos» de cara a la cita del miércoles de la próxima semana.

En medio de este ambiente, y cuando las aguas parecían bajar más calmadas, la tensión volvió a estallar dentro de la OSI Donostialdea entre los jefes de servicio del Hospital Donostia y la nueva gerencia del centro propuesta por Salud, Agustín Agirre. ¿La razón? Una entrevista del dimitido Adolfo Beguiristain a este periódico en la que el exsubdirector médico aseguraba que Osakidetza trasladaba pacientes oncológicos de Cruces a Córdoba «con tal de no mandarlos a Donostia» o que al Departamento de Salud «no le interesa que la OSI Donostialdea sea una organización potente», entre otras cosas. Ese encontronazo, en el que Agirre instaba a a los facultativos a desmentir las palabras de su colega, propició que los 42 jefes de servicio retomaran de nuevo las protestas el 26 de diciembre, esta vez semanales, después de perder la confianza en la nueva gerencia del centro como interlocutor válido para encauzar la crisis desatada en la OSI.

Desde entonces, los médicos han vuelto cada lunes a las 8.15 horas a las escalinatas de entrada al Hospital Donostia y así lo volverán a hacer el lunes de la próxima semana, el último plante antes de la reunión con la dirección general de Osakidetza. Sin embargo, el Departamento de Salud no ha movido ficha por el momento en ninguna de las reivindicaciones que este colectivo viene demandando desde que se cesó a la cúpula de la OSI Donostialdea y «da la impresión de que no van a decir nada hasta el día 18», aseguraba ayer Adolfo López de Munain en conversación con este periódico. Entre tanto, el colectivo definirá esta semana «un plan paralelo» por si no vieran ningún avance en las negociaciones tras la cita con Rosa Pérez del día 18. Buscarán la «interacción e información» con asociaciones de pacientes, organismos sociosanitarios, partidos y sindicatos.

Entre otras cosas, los jefes de servicio reclaman una dirección médica que «provenga» del Hospital Donostia, constituir una mesa técnica representativa que participe en la elaboración de la estrategia de la OSI Donostialdea, establecer la evaluación periódica de los servicios mediante indicadores de calidad, solicitar transparencia en la política de recursos humanos y la «presentación del plan estratégico de Onkologikoa, su forma de integración en la OSI Donostialdea y la explicación del nuevo convenio de vinculación», tal y como explicaron a finales de año.