Hondarribia reduce su tráfico al mínimo debido a la suspensión de vuelos por el paro de pilotos
A la huelga en Air Nostrum, que hoy y mañana obliga a cancelar otras 8 conexiones, se suma otra movilización del personal de tierra en Loiu
La terminal del aeropuerto de Hondarribia se quedó a media tarde vacía. La cancelación de las dos últimas conexiones con Madrid, la que suele ... despegar a las 18.00 y la que aterriza a las 21.15 horas dejó sin tráfico la pista, donde durmió, antes de lo habitual, el aparato de Air Nostrum que hoy volverá a volar a la capital. La huelga de pilotos de esta compañía, que comenzó ayer y se prolongará varios días, -hoy, mañana y lunes, martes y miércoles de la próxima semana-, ha dejado bajo mínimos el tráfico en el aeródromo esta Semana Santa. La imagen de ayer fue elocuente. El último vuelo, procedente del Adolfo Suárez-Barajas, aterrizó a las 16.50 horas. Y una vez que los pasajeros y la tripulación descendieron de la aeronave, la terminal quedó vacía, salvo algún pasajeros que desconocía la incidencia. Las pantallas, en negro, confirmaban que no había más operaciones programadas para ese día, y hasta la cafetería cerró antes de las seis de la tarde.
La desoladora imagen volverá a repetirse hoy, cuando se han cancelado otras cuatro conexiones, las de las 10.05 y las 18.00 con destino Madrid y las de las 8.20 y 15.35 con sentido San Sebastián. Las negociacones que la empresa y los trabajadores representados por Sepla mantienen, de momento no han dado frutos. Air Nostrum indició ayer que mantiene la «actitud negociadora» para intentar desconvocar los paros y que está haciendo «todo lo posible para minimizar los trastornos que esta huelga está provocando». Más de 10.000 pasajeros afectados en todas las rutas. El Sepla, por su parte, protesta desde hace tiempo por el «incremento en el desvío de la producción a otras aerolíneas». En diciembre, y tras tres jornadas de huelga, llegaron a un acuerdo para limitar al 20% la externalización.
Ahora, los viajeros con vuelos previstos en Semana Santa, de momento han padecido el primer día de huelga, pero tienen por delante cinco días más convocados. Mañana, dejarán de aparecer en las pantallas de programación de la terminal guipuzcoana, las salidas de las 10.05 y el de las 20.25, y las llegadas de las 9.35 y 19.55. Lo que volverá a dejar los mostradores de facturación y cafetería desiertos, si Vueling la compañía que opera la ruta con Barcelona, tampoco programa ningún vuelo por la tarde, como ayer.
Air Nostrum aún no ha hecho públicos los posibles vuelos afectados la próxima semana, cuando seguirán los paros si no hay acuerdo antes.
En Bilbao, dos huelgas
Los conflictos laborales no solo han aguado las vacaciones, o al menos alterado, de los viajeros guipuzcoanos, o de los que habían elegido Hondarribia. También amenazan el arranque de las vacaciones de quienes tienen vuelos programados desde Loiu en los próximos días. Hay convocadas dos huelgas durante la Semana Santa. La primera empezará mañana y afectará a las pasarelas o 'fingers' de acceso a los aviones. La segunda tendrá lugar el domingo 21 y el miércoles 24 y tiene que ver con un conflicto laboral en los servicios de 'handling' o asistencia en tierra a los aviones (repostaje, gestión de las maletas, limpieza de aviones...).
La llamada a secundar los paros coincide con un momento de gran trasiego de viajeros en 'La Paloma'. Desde mañana y hasta el próximo lunes hay previstos 870 vuelos, con 135.679 asientos ofertados por parte de las aerolíneas (si la ocupación ronda una media del 85%, pasarán por el aeropuerto unas 115.000 personas en sólo seis días).
El conflicto que puede tener un mayor poder paralizante es el del 'handling'. Trabajan en Loiu 450 personas dedicadas a todas esas pequeñas tareas ocultas que permiten a las aeronaves repostar, organizar la carga y despegar. También se atiende a las personas de movilidad reducida para que puedan embarcar. Aún no hay servicios mínimos. Con todo, es posible que se alcance una solución, ya que hay negociaciones en marcha. Los trabajadores reclaman la aprobación de un nuevo convenio, que se mantiene atascado por una cláusula sobre la subrogación entre compañías y que afecta a entre 8.000 y 9.000 operarios.
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