«Pronto lo sabrá»
Campañas publicitarias que juegan a sostener un enigma que se resolverá en el siguiente anuncio
Entre las muchas técnicas que usa la publicidad para singularizarse, para llamar nuestra atención entre la avalancha de anuncios, está la de la intriga. Un ... día aparece en el periódico una inserción misteriosa que no se sabe qué promociona. En los días siguientes quizás aparezcan otras versiones del anuncio, también apuntando algo que no acaba de concretarse. Hasta que finalmente, con nuestra atención ya captada y sostenida en el tiempo, aparece publicado el anuncio que resuelve el enigma y remata la campaña.
Encontramos esta fórmula clásica en muchas épocas, incluso cuando aún no existía EL DIARIO VASCO. En septiembre de 1926, los lectores de 'La Voz de Guipúzcoa' se encontraron varios días consecutivos con anuncios interrogantes de este tipo…
¿Qué pasaba con aquellas maravillas arquitectónicas mejores construidas? Pues que se comparaba con ellas un automóvil…
En septiembre de 1942, ya en EL DIARIO VASCO, para anunciar una película el cine del Gran Kursaal lanzó una curiosa campaña de ese tipo de publicidad intrigante y por entregas. ¿Quién es? Pronto lo sabrá…
¿Y quién era? ¿Lo adivinan? ¿No les suenan esos trazos que parecían bigotes, los icónicos bigotes de…?
Saltamos hasta el 31 de mayo de 1970. Pasando las páginas de aquella edición de DV, los lectores se encontraban con unos avisos que parecían un juego de pistas…
Unas páginas más adelante, sin esperar a días posteriores, aparecía ya la solución, el nuevo producto promocionado…
Nos quedamos finalmente en el verano de 1985, cuando una campaña enigmática jugaba hasta con la idea de pecado…
Días después, el espacio en blanco era ocupado por la marca de cierta cajetilla al parecer pecaminosa…
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