Una joven madre, expulsada de casa por su pareja, sobrevive en las calles nevadas junto a su hija. Ateridas, mientras vagan por los suburbios, encuentran ... un bebé abandonado junto a las basuras y las tres emprenden una lucha heroica por reconstruir una casa en ruinas y prosperar. Estos días circula un vídeo en las redes que anuncia, de esta forma, el juego para móviles Gossip Harbor.
Es la primera vez que encuentro un videojuego que no premia la puntería ni la destreza, sino la capacidad de procurar el bienestar de personas en situación de vulnerabilidad. A cambio de realizar diferentes pruebas el jugador recibe premios con los que ayudará a la madre a reemplazar los cristales rotos, reparar la chimenea o llenar el plato de las niñas. Y a medida que avanza el juego, el jugador puede comprar, con dinero real, herramientas o comida que le permiten seguir ayudando. La neurociencia ha demostrado que ejercer la generosidad nos produce placer a nivel emocional y biológico. Cuando ayudas a alguien, se activan en el cerebro sistemas de recompensa similares a los que despiertan el sexo o la comida. Tiempos extraños.
Decrecen las aportaciones económicas de particulares a las ONG y, al mismo tiempo, la gente se divierte prestando ayuda ficticia a personajes imaginarios a cambio de una recompensa emocional tan inmediata como estéril. El altruismo virtual es un entretenimiento lucrativo. Se estima que la empresa creadora de este juego ingresará este año 195 millones de euros.
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